La vida de Marina Rivas dio un giro de 180º tras conocer al que hoy es su marido, Jose Pombo, hijo de Inés Ortega y nieto de la recordada Simone Ortega, iniciadora de la saga 1080 recetas de cocina (ed. L.S.). Marina, que por aquel entonces se dedicaba a las finanzas, al igual que él, siempre había sido una apasionada de la cocina, por lo que se fue introduciendo cada vez más en el universo ‘1080 recetas’, hasta que decidió dejar su trabajo, matricularse en Le Cordon Bleu y como health coach, y empezar a hacer libros con su suegra.
-Cuéntanos cómo fueron esos inicios, Marina.
-Desde pequeña siempre me había gustado cocinar, sobre todo postres. Pero fue mi suegra, Inés, la que me animó a dejar mi trabajo en un banco y dedicarme a ello en serio. Lo que más me atrajo es que es algo que te permite desarrollar tu creatividad. Para mí, además, cocinar es un acto de amor hacia los demás y me ayuda a relajarme.
“Mi abuela Simone Ortega era auténtica y un ejemplo de mujer fuerte. Mi madre es muy parecida y mi mujer está cortada por el mismo patrón” Jose Pombo
-¿Fue difícil el salto de las finanzas a la cocina?
-Cuando decidí abandonar el sector financiero, mis padres me animaron a que me formara en Le Cordon Bleu. Hice cocina francesa y pastelería en dos años, y obtuve el Grand Diplôme. Al terminar, empecé a trabajar con mi suegra en los libros de cocina y ya llevamos juntas 7 años… y 6 libros. El último, Nuestros táper, se publicó en octubre.
-¿Cómo es trabajar con tu suegra? ¿Qué tal os complementáis?
-He tenido mucha suerte porque siempre me ha dado libertad para crear mis propias recetas. Creo que nos complementamos muy bien juntas y sigo aprendiendo mucho de ella. Inés suele escribir las recetas tradicionales y yo las versiones mássaludables. A la hora de trabajar nos solemos reunir en su cocina o en la mía y, aunque escribir un libro suele ser un proceso largo y a veces complicado, lo disfrutamos en equipo.
-Jose, ¿cómo fue para ti crecer con semejante historia familiar?
-La verdad es que fue muy normal. En mi casa se comía muy bien de vez en cuando, pero el día a día era el de una familia normal, con recetas normales… bien hechas, eso sí. Recuerdo que una vez a la semana se cocinaban las recetas de ¡HOLA! y ese día invitábamos a mis tíos, que vivían en la casa de al lado, y disfrutábamos esos platos más especiales. Y bueno, siempre que iba a casa de un amigo del cole, tenían el libro de mi abuela Simone Ortega, 1080 recetas de cocina. A mi madre siempre la recuerdo escribiendo libros, recetas para ¡HOLA!, cocinando o en la radio, la televisión o al teléfono respondiendo preguntas sobre cocina.
-¿Conociste a tu abuela, la famosa Simone?
-Sí, en su casa se comía muy bien y se observaba mucho el protocolo, pero por encima de ‘la famosa Simone’ era mi abuela y yo uno de sus nietos; de lo que más me acuerdo es de comer con ella los domingos, del día de los Reyes Magos y de cosas más de familia que de cocina. La verdad es que era absolutamente auténtica, segura de sí misma y un ejemplo de mujer fuerte. Mi madre es muy parecida y mi mujer está cortada por el mismo patrón.
-¿Qué te pareció cuando tu mujer se unió a la tradición familiar de hacer libros de cocina?
-Siempre he respetado y admirado la valentía y el tesón de mi mujer, me recuerda mucho al de mi madre y el de mi abuela, nunca han dejado que les dijeran qué debían hacer. Cuando me dijo que le gustaría estudiar cocina y más adelante formarse para ser health-coach me pareció muy bien y muy congruente con cómo es ella y cómo vive su vida. Y, bueno, también venía con una serie de beneficios para toda la familia, así que cómo me voy a quejar.
-Marina, volviendo a ti, también eres health coach; ¿cómo surgió esta otra vertiente?
-En mi esfuerzo por mejorar mi salud estuve a dieta durante muchos años hasta que me di cuenta de que lo que necesitaba era un cambio de hábitos. Comencé a eliminar los alimentos procesados y a introducir alimentos más nutritivos; empecé a llevar un estilo de vida más activo físicamente, a hacer mucho deporte y a escuchar intuitivamente a mi cuerpo. Gracias a esto, los cambios que había perseguido durante años se fueron dando. Al ver los resultados que había conseguido, quise ayudar a otras personas a lograr sus objetivos de salud y bienestar y me formé como coach de salud a través del Instituto de Nutrición Integrativa de Nueva York. Actualmente tengo mi propia consulta y estoy muy feliz.
-Además tenéis tres niños pequeños. ¿Cómo conseguís combinar todo ello?
-Hay días más complicados que otros, pero con esfuerzo y organización, se puede. No siempre llego a todo, pero ya no me agobio por ello. Mi marido y yo hacemos un buen equipo.
“Desde pequeña siempre me ha gustado cocinar, sobre todo postres. Pero fue mi suegra, Inés, la que me animó a dejar mi trabajo en un banco y a dedicarme a ello” Marina Rivas
Salteado de arroces
Ingredientes
● 300 g de arroces especiales variados (arroz salvaje, rojo, negro...) ● 100 g de pasas ● 100 g de piñones ● aceite de oliva ● sal
Elaboración
- En un cazo, añade agua y sal y pon la mezcla de arroces a cocer el tiempo que se indique en la etiqueta del paquete.
- Una vez cocido, escúrrelo bien y déjalo reposar.
- En una sartén, calienta un poco de aceite y saltea en él las pasas y los piñones, con cuidado de que no se quemen.
- A continuación, añade el arroz a la sartén y saltéalo a fuego fuerte durante unos minutos.
- Prueba el punto de sal y añade más si fuera necesario.
- Este arroz es una guarnición perfecta para platos de carne y pescado.
Flores de alcachofa
Ingredientes
● 8 alcachofas ● agua ● el zumo de 1/2 limón ● aceite de oliva virgen extra ● piñones ● taquitos de jamón serrano ● escamas de sal
Elaboración
- Prepara un bol grande con agua y el zumo de limón para ir echando las alcachofas peladas y que no se oxiden.
- Quítales las hojas más duras y oscuras hasta llegar a las más claritas.
- Córtales también la punta y una buena parte del tallo.
- Pela el trocito de tallo sobrante. Ve echándoltas en el agua.
- Después, escúrrelas, colócalas en una cazuela y añade aceite hasta que queden bien cubiertas. Al principio flotarán un poquito.
- Enciende el fuego y calienta hasta alcanzar los 70-80ºC. Es importante que vayas controlando la temperatura con un termómetro de cocina.
- Deja confitar las alcachofas durante 1 hora y 45 minutos o hasta que al pincharlas con un cuchillo, estén blanditas.
- Escúrrelas, déjalas entibiar y corta el tallo al ras.
- Prepara una bandeja de horno con papel sulfurizado y coloca las alcachofas, abriéndolas en flor, con cuidado de que no se rompan.
- Hornea a 200ºC durante 5 minutos o hasta que hayan cogido un poco de color.
- Mientras, en una sartén bien caliente, saltea los taquitos de jamón con los piñones durante unos segundos.
- Saca las alcachofas del horno y rellénalas con un poquito de jamón y piñones.
- Añade las escamas de sal y sírvelas enseguida.
Crema de Trigueros
Ingredientes
● 2 manojos de espárragos trigueros ● 1 calabacín mediano● 2 puerros (la parte blanca) ● caldo vegetal o de pollo ● aceite de oliva ● sal y pimienta Opcional: ● picatostes para decorar
Elaboración
- Lava bien las verduras.
- Corta la parte blanca de atrás de los espárragos trigueros, pela el calabacín y limpia los puerros para quitar la posible tierra que puedan tener.
- Corta las verduras.
- En una cacerola, rehoga el puerro con aceite de oliva, sal y pimienta.
- Cuando empiece a dorarse, añade los espárragos trigueros y el calabacín.
- Cuando las verduras empiecen a coger color, añade el caldo hasta cubrir las verduras.
- Tapa la cacerola y deja cocinar hasta que las verduras estén blanditas.
- Cuando la verdura esté lista, tritúrala hasta obtener una textura cremosa.
- A la hora de servir la crema, puedes añadir un chorrito de aceite de oliva y unos picatostes por encima en cada plato.