Una mesa de cuento
Como salida de un cuento infantil recreo una mesa en el jardín donde la calabaza de huerta es la protagonista. En invierno, este fruto es el ingrediente principal de la cocina que utilizo para hacer sabrosas cremas, acompañar platos principales o adornar cualquier rincón. Mi hijo Pepe me ayuda a cogerlas y vaciarlas y juntos hacemos recetas de lo más apetecibles.
En esta ocasión mezclo un mantel de flores con fina cristalería y platos sencillos, pero llenos de color, que me manda mi amiga Eugenia de Eugenia & Sushita. Llenamos la carretilla de retamas para hacer un buen fuego y aprovechamos el sol de invierno para almorzar fuera. Me gusta vestir las mesas con lo que da el campo en cada época del año.
“Mi hijo Pepe me ayuda a coger calabazas y vaciarlas y juntos hacemos recetas de lo más apetecibles”
Calabaza al hornocon medallones de cerdo
Ingredientes (para 4 personas)
● 1 calabaza ● 1 kg de lomo de cerdo entero ● sal y pimienta ● AOVE
● 1 cebolla ● 1 ajo ● 1 chorro de vino tinto ● 1 vaso de caldo de verduras
Elaboración
- Pon tres cucharadas de aceite en una sartén para sellar el lomo de cerdo.
- Una vez sellado, añade dos dientes de ajo y una cebolla cortada en juliana y deja sofreír a fuego medio dándole la vuelta de vez en cuando.
- A los 10 minutos añade un vasito de vino tinto y caldo de verduras.
- En 35 minutos, retira.
- Para cortar la carne en filetes hay que dejar que se enfríe.
- Tritura la salsa para acompañamiento.
- Corta la calabaza en cuadraditos, salpimienta al gusto, añade un chorrito de aceite y, en bandeja de horno, hornea a horno medio unos 15 minutos arriba y abajo.
- Retira y acompaña con la carne.
Un despacho masculino en la ciudad
De pequeña solía acompañar a mi padre al despacho. Aún recuerdo el crujido de la madera bajo mis pies, el olor a puro y el sonido de las teclas de las máquinas de escribir. Había algo mágico en aquel lugar. En este despacho, en pleno centro de Madrid, las paredes están enteladas y sirven de fondo para los cuadros antiguos. La alfombra con sus rotos, fruto del paso de tiempo, el sofá capitoné y el quinqué con su tenue luz invitan a sumergirse en la lectura y escritura.
“Un pequeño rincón con encanto donde relajarme tras un día intenso”
Una cena entre amigas
Conozco a Vega Royo-Villanova desde que somos pequeñas y, si hay algo que la caracteriza, es la facilidad que tiene para mezclar todo tipo de gente en un mismo ambiente y que el resultado sea de diez. Nos recibe en su casa de Madrid con una mesa llena de Las Flores de Tadea, velas de Farmacia Goya 19, mantelería de Los Encajeros y vasos de Los Vasos de Agua Clara pintados a mano. El menú, a base de pavo en salsa con verduritas y una crema de primero, es sencillo pero acompaña a la perfección los vinos tintos que Vega ha elegido personalmente. Nos ponemos al día entre risas y anécdotas varias y la noche se alarga… ¡Qué sería de la vida sin estas pequeñas reuniones!
En un lugar de La Mancha
Si queréis pasar un fin de semana para desconectar y reconectar con uno mismo os aconsejo que visitéis Toledo y sus alrededores. La que fue capital de España es conocida por su cultura y su gastronomía, pero existen pequeños lugares donde descansar y relajarse. Me acerco a Masa Madre, una panadería en el casco antiguo famosa por sus cruasanes y su pan de masa madre. Después me relajo con un tratamiento capilar en Artesanos del Color, donde las manos de Ana hacen maravillas.
“La que fue capital de España es conocida por su cultura y su gastronomía, pero existen lugares donde descansar y relajarse”
Voy de compras a El Baúl de la Piquer, una tienda vintage donde encuentro verdaderos tesoros para después tomar el aperitivo en Ludeña. No dejéis de probar las carcamusas, un plato tradicional toledano a base de carne de cerdo y verduras.
Me quedo a pasar unos días en El Prado de San Benito, una casa en Cervera de los Montes rodeada de campo y de tranquilidad con vistas a la sierra de Gredos donde me relajo y disfruto del entorno. Al día siguiente hago una ruta a caballo por campos manchegos donde María, nuestra guía de Hípica San José, te descubre los parajes más recónditos y bellos de Castilla-La Mancha. Verás castillos en ruinas, campos de amapolas en primavera y kilómetros y kilómetros de olivar. Merece la pena.