Una mesa para estas Navidades
Se acercan estas fechas tan señaladas y, con tiempo, preparo una de las mesas más especiales del año. Una mesa que compartimos con familiares y amigos sin olvidarnos de los seres más queridos que ya no están. Elijo un mantel de terciopelo burdeos sobre el que coloco platos de La Cartuja, copas de colores y flores silvestres en vasos de diferentes alturas para darle movimiento. No es una mesa navideña al uso, pero me gusta romper con los tópicos.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La cubertería es de plata al igual que las fuentes donde se sirve la cena, cuya guinda la pone el postre, una mousse de chocolate que hace las delicias de los comensales. Me gusta ambientar con clásicos de jazz navideños y encender velas en todos los rincones. Aunque tristes, por no poder compartir estas fechas con mis padres, mi hijo Pepe es mi ilusión en estos días. ¡Felices Fiestas!
“Me gusta ambientar con clásicos de jazz navideños y encender velas en todos los rincones. Aunque tristes, por no poder compartir estas fechas con mis padres, mi hijo Pepe es mi ilusión en estos días”
Mousse de chocolate
Ingredientes
● 2 tabletas de chocolate de cobertura negro ●1 litro de nata para montar ● 100 g de mantequilla sin sal
Elaboración
- Al baño María se pone un bol con el chocolate y la mantequilla a derretir, se deja atemperar.
- Se monta la nata muy fría y se añade el chocolate.
- Mezclar muy bien y decorar al gusto
Mi mesa de escritorio
Tengo el recuerdo de mi padre sentado en su mecedora frente a su escritorio, pulcramente ordenado, escribiendo a mano sobre cuartillas su artículo semanal para el ABC. Desde entonces siempre soñé con repetir aquella romántica escena.
Por ello mi escritorio está lleno de recuerdos, perfectamente ordenados, que conviven con la tecnología de hoy en día. Me gusta escribir mi sección temprano por la mañana, taza de café en mano, con la foto de mi madre delante. Pura inspiración…
“Mi escritorio está lleno de recuerdos que conviven con la tecnología”
¡Feliz cumpleaños, Pepe!
N o hay nada que más me divierta que organizar el cumpleaños de mi hijo Pepe. En esta ocasión le sorprendimos con una fiesta de disfraces para celebrar sus cuatro años. Fuentes llenas de golosinas, una tarta de galleta y chocolate, medias noches de jamón y queso y un enorme castillo hinchable en el jardín.
Me gustan las fiestas como las de antes, donde no falta una piñata, miles de caramelos y globos de colores. Donde se juega al escondite, al pañuelo o a las carreras de saco. Llamadme antigua, pero pienso que los niños de antes eran más felices que los de ahora.
A caballo de Tarifa a Sancti Petri
Llego a Tarifa y me alojo en Posada la Sacristía, un pequeño hotel con encanto situado en el centro de la ciudad y donde caminando llego a todos los rincones de este bello enclave. Mis pies me han traído hasta aquí para hacer una ruta a caballo desde Tarifa hasta Sancti Petri atravesando dunas, parajes salvajes, pinares y pueblos sureños. A lomos de un pura sangre de nombre Alma Dharma comenzamos nuestra aventura. Pepe Simo es nuestro guía y junto a él damos rienda suelta a nuestras monturas en la playa bajo la atenta mirada de los pocos bañistas que se atreven, en estas fechas, a meterse en el mar.
“El camino me sirve de meditación mientras escucho el sonido de las olas rompiendo en la arena”
Almorzamos arroz caldoso y chacinas de la zona en bonitas mesas improvisadas en el camino mientras conversamos de lo divino y humano. En Zahara de los Atunes amarramos nuestras caballos y tomamos el aperitivo, gambas y atún del estrecho regado con una cerveza bien fría. Pese a ser otoño el tiempo nos acompaña. El camino me sirve de meditación mientras escucho el sonido de las olas rompiendo en la arena. Mi yegua es un sueño. Caminante no hay camino, se hace camino al andar (más info en maktubbohemianrides.com).