Aran Goyoaga, una cocina propia

Todo, absolutamente, cambió en la vida de Aran Goyoaga cuando le diagnosticaron una enfermedad autoinmune hace algunos años. La vasca, que se había instalado en Seattle junto a su marido y había tenido dos hijos, la pequeña recién nacida por aquel entonces, tuvo que poner su vida en stand-by hasta que todo mejoró al dejar el gluten. Ella, ¡que había desarrollado toda su carrera en torno a la pastelería! “Vengo de una familia de pasteleros. Mis abuelos abrieron la Pastelería Ayarza en 1949 y, cuando vine a vivir a EE.UU., estudié gastronomía especializándome en repostería y panadería y trabajé en el Ritz-Carlton de pastelera durante 3 años. Y de repente, me dicen eso. ¿Cómo puede ser que algo tan importante en mi vida pudiese causar tal caos en mi cuerpo?”, nos cuenta.

“¡Cocinar por estaciones es lo más romántico del mundo! Me encanta esperar todo el año para poder conseguir ciertos ingredientes”

© Dorothee Brand

© Cortesía de Aran Goyoaga

Desde entonces, su cocina, que ya contaba con una legión de seguidores, pasó a ser sin gluten sin perder su esencia. Empezó a experimentar con harinas alternativas y recetas más saludables y su blog se convirtió en el de referencia en el universo ‘sin’. Tanto, que en 2019 lanzó su primer libro, Small Plates & Sweet Treats, y hace unas semanas vio la luz el segundo, Cannelle et Vanille Sin Gluten, el primero en español y centrado en masas.

En la base de ambos, su herencia española y la cocina de temporada. “¡Cocinar por estaciones es lo más romántico del mundo! Me encanta esperar todo el año para poder conseguir ciertos ingredientes. Hay algo muy nostálgico en el paso del tiempo y las estaciones, sobre todo en otoño. La luz y la abundancia de octubre me emocionan. Ahora mismo, por ejemplo, estoy pochando un montón de membrillos en un jarabe con vainilla, canela, anís y manzanilla”. ¡Todo huele a otoño!”.

Crema de zanahoria asada y anacardos

© Cortesía de Aran Goyoaga

Ingredientes

● 1 kg de zanahorias peladas y cortadas ● 4 dientes de ajo machacados ● 1 chalota en trozos ● 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra ● 1 cucharadita de sal ● 1 cucharadita de pimienta recién molida ● 1 cucharadita de comino ● 1/2 cucharadita de sumac ● 1/2 cucharadita de chili flakes ● 675 g de caldo vegetal ● 80 g de anacardos ● 115 g de leche de coco sin azúcar ● 1cucharada de zumo de lima o vinagre de sidra

Elaboración

1. Precalienta el horno a 200º. En una fuente de horno, mezcla las zanahorias con el ajo, la chalota, el aceite y las especias.
2. Salpimenta y hornea durante 30/40 minutos.
3. Mientras tanto, calienta el caldo y tuesta ligeramente los anacardos. Reserva unos pocos para decorar y transfiere el resto a un procesador y tritúralos con la leche vegetal.
4. Luego tritura conjuntamente la mezcla anterior con las zanahorias y el caldo.
5. Prueba y ajusta de sal y especias si hiciese falta.
6. Añade el zumo o vinagre de manzana y sirve caliente con un chorrito de aceite de oliva, unos anacardos tostados triturados, y un poco de sumac.

Ensalada de invierno

© Cortesía de Aran Goyoaga

Ingredientes

● 4 remolachas amarillas cortadas ● 2 achicorias ● 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra ● 1/2 cucharadita de sal ● 1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida ● 2 naranjas peladas y cortadas en rodajas ● 2 aguacates, sin piel ni hueso ● 1 cucharada de miel ● 1 cucharada de vinagre de sidra ● 1 cucharada de mostaza ● 1/2 chile ● 55 g de avellanas tostadas troceadas

Elaboración

1. Precalienta el horno a 200º. Hornea las remolachas envueltas en papel de aluminio unos 40 minutos, según el tamaño.
2. Corta la achicoria en mitades, y cada mitad en tercios, manteniendo el corazón para que no se suelten las hojas.
3. Unta los trozos con aceite, salpiméntalos e introdúcelos en el horno unos 15 minutos.
4. Cuando estén ambos vegetales horneados, colócalos en un plato con las rodajas de naranja y el aguacate en gajos.
5. Prepara el aliño con el resto de los ingredientes, excepto las avellanas, y remata con ambas cosas la ensalada.