alejandra de rojas living 48© Cortesía

Living como... Alejandra de Rojas

‘La belleza de las cosas reside en la sencillez con la que las observamos’


9 de noviembre de 2023 - 14:29 CET

No hay mejor plan que organizar un almuerzo en unas bodegas. Siempre me han atraído estos lugares donde los muros de piedra mantienen en su justa temperatura los buenos vinos. La mesa es sencilla, con un mantel de volantes, sillas de enea y vajilla de loza. Para servir la comida utilizo un puchero de barro con un cucharón de cobre que le dan el toque rústico que busco. En las antiguas paredes cuelgo un cuadro y adorno una vieja jofaina con naranjas.

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Una mesa en una bodega

© Cortesía

Plano general de la mesa en el marco de una encantadora bodega.

Lentejas con verduras

Ingredientes (para 4 personas)

● ½ de lentejas de Armuña de la variedad pardina ● ½ cebolla ● 1 puerro ● 2 dientes de ajo ● 1 zanahoria● 1 calabacín ● ½ pimiento verde ● ½ pimiento rojo ● un puñado de judías verdes ● 2 huevos duros ● dos hojas de laurel ● 1 cucharadita de pimentón ● 1 chorro de AOVE

Elaboración
  1. En una cacerola se pochan con aceite todas las verduras, ajos y cebolla cortadas previamente en juliana.
  2. Una vez pochadas, se añade un litro de agua o caldo de verduras, y se añaden las lentejas sin que haya hecho falta ponerlas en remojo.
  3. Salpimentar al gusto.
  4. Dejar cocer durante 20 min a fuego medio y retirar.
Truco

Una vez servidas, yo añado un chorrito de vinagre ya que resalta el sabor de las lentejas. También quedan muy buenas acompañadas de arroz blanco.

© Cortesía

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A la derecha, aperitivo a base de manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. El mantel de volantes y las servilletas son de Iturrienea. Arriba, vista parcial de la mesa. Al lado, bolso de piel de Abel, en Las Ventas con Peña Aguilera. En la primera imagen, sentada en un rincón de la bodega, con un viejo cuadro de luz a mis espaldas que ha sobrevivido al paso del tiempo.

Así me arreglo para una fiesta

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de vestirse para un evento es saber bien cuál es el dress code y, a partir de ahí, elegir el look adecuado. No es lo mismo un almuerzo al aire libre, que una cena sentada o un cóctel de pie. La elección de los accesorios es un paso muy importante ya que estos nos pueden levantar el vestido más sobrio o darle un toque de luz a los tonos más neutros.

Sentada junto a Eduardo Sánchez Pérez, presidente del Grupo ¡HOLA!, durante la fiesta de aniversario de ¡HOLA! Fashion
© Fernando Junco

Después elijo los zapatos y, una vez tengo el look definido, pienso en el color de las uñas, en caso de llevar sandalias, en el peinado y el maquillaje. Esta vez Ana, de @artesanos_del_color, me peina con dos trenzas de raíz laterales que juntamos en la parte de atrás con un moño de bailarina. Me gusta llevar el pelo recogido y este peinado es una alternativa a la clásica coleta. Para el make up elijo productos de Shiseido. Soy partidaria de las bases en crema que se funden con la piel y de resaltar los ojos según la forma de cada una. La boca la dejamos de color natural y añadimos brillo en los pómulos para definirlos. ¿ El resultado? Un maquillaje sofisticado y limpio que podría servir casi para cualquier cena.

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Con peinado de @artesanos_del_color y maquillaje de Shiseido. A mi izquierda, falda de volantes de Zaitegui Studio y sandalias de Silbon. Al lado, cinturón y pendientes de Valeria Cotoner.

Las antigüedades de Santiago Holgueras

Hace ya muchos años que conozco a Santiago y siempre que puedo le visito en su nave en la calle Valladolid de Aranda de Duero. Allí encuentro puertas antiguas, mesas, ventanas y pilones de mármol. Santiago tiene un taller de carpintería por lo que los encargos se mandan listos para ser colocados. Me gusta rebuscar entre sus pasillos, donde siempre encuentro alguna pieza que llevarme y charlar con él siempre es un placer.

© Cortesía

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Acompañada de Santiago Holgueras en una de sus naves en Aranda de Duero; distintas antigüedades y un detalle del tratamiento de la madera en el taller.

Mi colección de manteles

Soy una apasionada de los manteles y siempre que viajo o voy de compras acabo con uno nuevo. Los tengo en una amplia gama de colores, en diferentes estampados, resinados y de algodón, redondos y rectangulares. No me canso de esta pieza que es la base de una mesa bonita.

“Soy una apasionada de los manteles y siempre que viajo o voy de compras acabo con uno nuevo”
© Cortesía

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Posando con mis manteles y extendiendo uno de ellos. Arriba a la izquierda, ejemplo de mantel superpuesto sobre otro blanco.

Mis consejos

Si tenéis niños en casa lo mejor es optar por manteles resinados ya que son fáciles de limpiar y los podéis encontrar en todo tipo de estampados. Mis preferidos son los de @placematfab.Los manteles grandes se planchan siempre sobre la mesa, ya colocados, y sobre un muletón blanco. Nunca se pone el mantel directamente sobre la mesa. Para guardar los manteles, y que no se arruguen, se enrollan en cilindros alargados de cartón. Si tenéis un mantel colorido que queréis usar en una mesa grande pero no la cubre hasta abajo, podéis poner debajo un mantel blanco, que suele haber de todas las medidas, y dejar el otro encima.

© Cortesía

Sobre estas líneas, mis manteles preferidos en tonos azules.

Sevilla oculta

Esta ciudad nunca deja de sorprenderme. Puse rumbo al sur para visitar la yeguada Escalera, la más antigua de España, y tuve la suerte de conocer ‘in situ’ a Gabrielle Boiselle, una fotógrafa alemana mundialmente reconocida que estaba trabajando ese día sacando fotos de los ejemplares más bellos. Manuel Novales, al frente de esta ganadería, me enseña las cuadras y las instalaciones y me explica cómo es el día a día en este lugar que respira tradición y prestigio.

“Puse rumbo al sur para visitar la yeguada Escalera, que es la más antigua de España”
© Cortesía

En las cuadras de Yeguada Escalera junto a Manuel Novales.

Tras pasar la mañana viendo caballos, decido dar un paseo por Sevilla. Me gusta perderme por sus calles estrechas, tapear en cualquier bar de la esquina, almorzar con mis amigos y disfrutar del buen clima y de la alegría de esta ciudad en la que me siento como en casa. Me hospedo en el hotel Corral del Rey, situado cerca del centro, y donde el trato es exquisito. Las habitaciones amplias a las que no les falta detalle, la decoración, la luz y el buffet del desayuno hacen que siempre quiera volver. Sevilla tiene un color especial…

© Cortesía

Izquierda, foto del cortijo de la yeguada y una bonita perspectiva de un rincón de Sevilla. Al lado, potros de la yeguada y la máquina de Gabrielle Boiselle.

Mis ‘tips’ de la ciudad hispalense

  • Para tapear os recomiendo ir a La trastienda donde sirven el mejor marisco. Pedid gambas y cañaíllas y después acercaos a Coloniales, donde las tostas son su especialidad.
© Cortesía

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A la izquierda, el bar Garlochí en Sevilla. A la derecha, mis zapatos de flamenca, de Roberto Garrudo.

  • Para almorzar os sugiero una taberna de las de antes, El Rinconcillo, donde ponen unos garbanzos con espinacas que quitan el hipo. Si os gusta el pescado id a Marisquería Emilio y pedid su famosa ensaladilla rusa. Si queréis un clásico, tenéis el restaurante Casa Robles.
  • Para comprar zapatos de flamenco o de piel me acerco a Roberto Garrudo y para comprar mantones bordados a mano o mantillas os recomiendo ir a Juan Foronda. Hospedaos en el hotel Corral del Rey, perfectamente ubicado cerca del centro, donde podéis caminar a todas partes. Por la noche id a tomar una copa al bar Garlochí, decorado con Santos y reliquias, donde tenéis que pedir el cóctel Sangre de Cristo. Perdeos por sus calles, sus parques y sus monumentos.
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