Una tradicional quinta asturiana, originaria del siglo XVII, es el escenario en el que nos recibe la empresaria Marta Figar. Su abuelo la llamaba cariñosamente “catira” cuando era niña (como se denominan en Venezuela a las personas de pelo rubio) y ella usó ese nombre, cambiando una letra, la K, para el proyecto de decoración que transformó su vida: Katira. Nos encontramos con ella en su lugar feliz, un hogar lleno de vida, resultado de la rehabilitación de una casita del siglo XVII que perteneció al administrador de fincas del Conde de Revillagigedo. Aunque Marta suele ir en vacaciones y en verano, aquí reside su familia materna todo el año: una casa acogedora, cómoda y cálida –o como dirían los anglosajones, cozy– y llena de recuerdos de varias generaciones. Marta estudió la carrera de Business Administration y un Máster de Gestión de Moda y Lujo en Milán. Viajera y curiosa por naturaleza, su trabajo es el resultado de su pasión: los colores, olores y sabores de todas las culturas del mundo.
-Marta, ¿cuánto tiempo sueles pasar en esta casa?
-Paso todos los años el mes de agosto aquí, con mi familia, y durante el año vengo muchos fines de semana. Mi familia materna vive aquí, así que me escapo siempre que puedo.
-¿Qué ofrecen sus alrededores?
-La casa se encuentra a las afueras de Gijón, en Deva. Se trata de una zona rural, a los pies del Monte Deva, repleta de prados de cultivo y ganado.
“He viajado por todo el mundo y siempre quise traer a España las piezas que he encontrado en otras culturas”
-¿Te gusta explorar la naturaleza cercana o prefieres quedarte tranquilamente descansando cuando vienes?
-Solemos comer en los pueblos de la zona, nos encanta ir a Tazones. También vamos a la playa cuando el tiempo lo permite, hacemos excursiones a los Picos de Europa, y el resto del tiempo lo pasamos en casa, hacemos barbacoas y nos relajamos con amigos.
-¿Eres aficionada a la cocina?
-Me encanta cocinar, siempre me ha gustado. Desde pequeña he visto cocinar a mi abuela y a mi madre y ellas han sido mi mejor escuela.
-¿Cuál es tu menú estrella cuando tienes invitados?
-Me encanta cocinar pastas y también hago un pollo al curry muy bueno.
-¿Cómo definirías el estilo de esta casa?
-No puedo decir que tenga un estilo concreto ya que tiene piezas modernas, antiguas y más de estilo de campo. También hay cuadros de pintores asturianos. Compramos piezas en anticuarios y en ferias y hemos ido cuadrándolas poco a poco.
“Me encanta cocinar todo tipo de pastas para mis invitados y también hago un pollo al curry muy bueno”
Consejos top
- Mezclar y mezclar: paredes lisas con papeles pintados, madera con metal y sillas y sofás con tapizados personalizados. Mezclar está permitido en decoración, es más, es necesario para conseguir un estilo propio.
- Piezas artesanas: anticuarios, mercadillos, ventas especiales, outlets de Internet... Cualquier sitio es bueno para encontrar piezas artesanales, que son las que marcan, de verdad, la diferencia en la decoración de una casa.
- Recuerdos familiares: fotos de celebraciones, imágenes antiguas que reflejan la juventud de los abuelos y bisabuelos y cuadros pintados por la tía artista de la familia. Los recuerdos familiares tienen el poder de transformar una casa en un hogar.
- Si puedes, isla: si el tamaño de tu cocina te lo permite, coloca una isla en su centro. Es cómoda, versátil y muy estética.
-¿Cuál es la pieza de decoración de la casa que más te gusta?
-La cómoda de mi habitación que encontré en un anticuario en Francia. Me enamoré inmediatamente.
“Salimos a comer por los pueblos de la zona o hacemos barbacoas y disfrutamos de la casa tranquilamente”
-¿Y cuál es el elemento ‘deco’ de la casa al que más cariño tienes?
-A la colección de ranas decorativas que mi madre ha ido comprando a lo largo de los años. ¡Hay más de 100 de distintos tamaños y materiales! Están colocadas por toda la casa, pero sobre todo en el salón y ¡estaría horas mirándolas!
-Todos tenemos en casa un rincón favorito, ¿cuál es el tuyo?
-Siempre que puedo estoy en el porche con la chimenea. Es una gozada. En invierno con una mantita y la chimenea encendida me paso horas, es superacogedor.
-¿Cómo empezaste en el mundo de la decoración?
-Siempre quise traer a España las piezas artesanas que encontraba en mis viajes, y así surgió Katira. Ahora tenemos colecciones de varios países, así como piezas de proveedores europeos. El mundo de la decoración es apasionante, hay tantos estilos y se pueden mezclar piezas para hacer maravillas. Ahora en la tienda nueva de Núñez de Balboa hemos metido butacas y más piezas tapizadas para que los clientes personalicen a su gusto.
“Nos encanta estar fuera, incluso en invierno. El porche, en forma de L, tiene una zona de sol por la mañana y otra por la tarde y las mejores vistas de la casa”
-¿En qué te inspiras para elegir las piezas que traes a Katira?
-Fundamentalmente, en mis viajes. Me encanta mezclar piezas y estilos de los distintos países que visito. También asistiendo a ferias y encuentro también mucha inspiración en las revistas de decoración y las redes sociales.
-¿Cuándo decidiste dejar tu profesión original?
-Empecé Katira después de hacer un Máster de Gestión de Lujo y Moda en el Istituto Marangoni en Milán. Había hecho algunas prácticas en empresas conocidas de moda pero no me encantaba, así que me lancé a la piscina y aquí seguimos.
-¿Cómo es para ti la casa ideal?
-Una casa de campo cerca de Madrid donde poder ir con mi familia y amigos durante todo el año. Muy acogedora y con mucho estampado. Me encanta la mezcla de telas y papeles estampados.
-¿Qué habitación o estancia consideras el corazón de esta casa y por qué?
-La zona que conforma el patio y el porche. El porche está orientado hacia el monte y tiene las mejores vistas de la casa. La panera está también en el patio y me recuerda constantemente al paraíso que es Asturias. Además el porche tiene forma de L y a una zona le da el sol por la mañana y a la otra por la tarde, así que solemos estar siempre fuera. ¡Los días de buen tiempo no hay quien nos meta dentro!
“Dejé mi carrera en los negocios justo después de terminar un máster de moda para vivir mi sueño”
-¿Qué no falta en tu cocina ideal?
-Una gran isla con bastante encimera y unos taburetes para reunirnos alrededor mientras cocinamos. ¡No hay mejor plan! Y para cocinar, por supuesto, un buen horno y unos buenos cuchillos.
-¿Y en tu salón ideal?
-Un buen sofá, de esos que te atrapan. No soy nada fan de los sofás-museo como los llamo yo, en los que no apetece nada tumbarse.