La mesa de septiembre
En Melides, un pequeño pueblo al sur de Lisboa, Ariadne Irving tiene una casita de lo más encantadora. Me invita a almorzar y decidimos poner una mesa con las vajillas y coloridos manteles que ella, su hermana Olympia y su madre Carolina (@carolinairving_and_daughters) venden para llenar de buen gusto los hogares más sofisticados. Elegimos un mantel de algodón con dibujos de conchas a juego con las servilletas, ponemos flores en pequeños recipientes y decoramos con un centro de cítricos para darle un toque fresco. Abundan los tonos azules que casan a la perfección con el ambiente y, mientras cocinamos frijoles con arroz, charlamos e intercambiamos ideas. Son los últimos días de verano y, tras el almuerzo, disfrutamos de la terraza con una Amarguinha, un licor de almendra amarga típica del Algarve portugués.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Arroz con frijoles
Ingredientes
- 150 g de lomo de cerdo, chorizo o panceta a elegir
- 500 g de frijoles rojos o negros (pequeños)
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo
- 1 diente de ajo
- sal
- pimienta
- laurel
- 1 chorrito de AOVE
Elaboración
Deja en remojo los frijoles la víspera. Sofríe las carnes con sal y pimienta para sellarlas y reserva. Corta las verduras en juliana, para después sofreírlas unos 5 minutos con una pizca de sal. En una cacerola, añade agua hasta que cubra los frijoles y, cuando empiece a hervir, deja 30 minutos. Añade la carne, las verduras y el laurel y deja a fuego lento 30 minutos. Remueve de vez en cuando para que no se peguen. Los acompañamos con arroz blanco.
Viaje a Puglia
Lulu Figueroa y Patricia Sañes fueron mis compañeras en un viaje a Puglia y sus rincones que quedará para el recuerdo. Subidas a un descapotable, la emblemática firma italiana Natuzzi nos llevó de visita a su showroom -donde pudimos demostrar nuestras habilidades artísticas personalizando un puff a nuestro gusto-, hicimos una parada para degustar un buen lambrusco, cenamos en una masseria de ensueño, Montenapoleone, y nos hospedamos en la masseria San Paolo El Grande, un hotel lleno de belleza y comodidades.
“Pepe y yo nos divertimos llenando la mochila con su botellita, una muda, algún juguete y mucha alegría”
Los italianos tienen ese buen humor que tanto les caracteriza y el viaje se hizo ameno y agradable. Aunque apretaba el calor, nos aventuramos a conocer Polignano a Mare y almorzamos una buena pasta en el restaurante Terrazze Monachile a pie de mar. Sin duda, se trata de una región de Italia que os sorprenderá y que os recomiendo visitar.
“Cumplo 44 años y, para celebrar este número capicúa, organizo una cena en un restaurante que acaba de abrir en Toledo”
Mi cumpleaños en el laberinto del rey
Este año cumplo 44 años y, para celebrar este número capicúa, organizo una cena en un restaurante que acaba de abrir sus puertas en Toledo. Adoro su decoración sencilla, con gusto y sin estridencias. El personal me ayuda a elegir el menú y me decanto por un aperitivo a base de queso al romero y jamón, un entrante de cogollos a la brasa con vinagreta de tomate seco, crema de manchego y anchoa doble cero. Como plato principal, un rodaballo salvaje y, para soplar las velas, traigo la tarta de Balbisiana, una de mis pastelerías preferidas. A la mesa no le falta detalle, pero añado un toque personal con un centro de flores de @mauaestudiofloral compuesto por verónicas, añium, clematis, oxypelatum, amni majus y echinops. Happy Birthday to me!
“Los italianos tienen ese buen humor que tanto les caracteriza y el viaje se hizo ameno y agradable”
Vuelta al cole de Pepe
Como cada septiembre, toca volver al colegio. Pepe y yo preparamos con ilusión la vuelta y nos divertimos mientras llenamos la mochila con su botellita de agua, una muda, algún juguete y mucha alegría. Etiqueto con cuidado toda su ropa, compro cuentos y lapiceros y hacemos puzles para mejorar su concentración. Pepe va a un colegio de método Montessori donde proveen de un ambiente preparado, ordenado, estético, simple y real en el que cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños. Gracias a ello, Pepe es un niño sociable, respetuoso y solidario.
“Son los últimos días de verano y, tras el almuerzo, disfrutamos de la terraza con una Amarguinha, un licor de almendra amarga típica del algarve”