Para Paula Ordovás -y también para su marido-, Marbella siempre ha sido sinónimo de desconexión. Allí han pasado sus veranos, desde muy pequeños, con sus familias, y la localidad malagueña fue testigo de su amor durante toda su juventud. Por ello, desde que se casaron, siempre soñaron con tener su propio ‘hogar’ en ese sitio tan especial para ellos, cerca de la playa, al que escaparse en cualquier momento y al que, algún día, poder retirarse juntos.
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Hace tres años, ese sueño comenzó a hacerse realidad, al encontrar la vivienda que hoy -tras una larga reforma y muchos desvelos, para que todo fuese exactamente como lo habían soñado- es Casa Manuela. La propia Paula, junto al arquitecto Juan Bengoa y la interiorista Daniella Van Twëe, se encargó de ‘comisariar’ cada pequeño detalle, y no puede estar más feliz con el resultado. Tanto que lo que era algo privado, solo para ella y su marido, hoy abre sus puertas a distintos artistas, en forma de residencias creativas, y a marcas que quieran mostrar, de una forma más experiencial, sus innovaciones vinculadas a la decoración y el bienestar. Un proyecto en constante evolución que ha tenido de lo más ocupada a Paula los últimos meses.
“Casa Manuela es un proyecto de vida, en general. Marbella siempre ha sido nuestro oasis de desconexión, paz y descanso”
-Casa Manuela ha resultado ser mucho más que un simple refugio vacacional.
-Sí, es un proyecto de vida, en general. Marbella siempre ha sido nuestro oasis de desconexión, paz y descanso. Nuestras familias siempre han tenido casa aquí y, tras el confinamiento, decidimos comprarnos una propia en una de nuestras zonas favoritas. La localizamos por casualidad, paseando. Y después de dos años de obra, lo que comenzó como un proyecto personal, evolucionó a algo más allá. Casa Manuela nace de una idea, de pensar el modo de vivir de las personas, lo que para mí es el nuevo lujo. El arte, el diseño, la filosofía de lo orgánico (desde lo que llevas a la mesa, hasta las formas de la arquitectura y el modo de vida). Es una casa experiencial para desconectar y volver a conectar con uno mismo. El artista, escultor y pintor César Manrique ha sido, tanto para Juan Bengoa, arquitecto del proyecto, como para mí, una fuente de inspiración absoluta.
“El proyecto de interiorismo fue bautizado por Juan Bengoa, el arquitecto de Casa Manuela, como ‘La Curva’ y creo que lo define a la perfección. Una curva infinita recorre la casa de principio a fin”
-¿Cómo podríamos definirla?
-Casa Manuela es un proyecto con vida propia, que irá cambiando de manera orgánica cada temporada. Este cambio constante permitirá estar a la vanguardia en materiales, decoración y tecnología, que se integrarán en el espacio. También contamos con un programa rotativo de artistas, de diferentes prácticas creativas: arte visual, culinario, diseño, música…
-¿Funciona como una residencia para artistas?
-Sí, lo llamamos nuestra ‘Residencia Creativa’. Está dirigida por Daniella Van Tweë y a todos los artistas, que forman parte de ella, les unen tres pilares fundamentales: la artesanía, con un concepto de diseño elevado y manufactura contemporánea, la sostenibilidad y los materiales, y las formas orgánicas inspiradas en la naturaleza y la innovación. Como, por ejemplo, el colectivo danés Cappelen Dimyr, que hace alfrombras y tapices a mano con fibras naturales; Vidrio Studio, que hicieron las copas y vasos con vidrio soplado a mano, o Perenne, que bordó cada sábana y cada toalla de la casa. Funciona a modo de showroom para ellos y puede ser alquilada, además, para eventos, sesiones de fotos... Y también contamos con experiencias gastronómicas privadas de la mano de La Milla, uno de los chiringuitos más reconocidos de Marbella, con el huerto Quinta Paisana y con yoga y tratamientos de belleza de la mano Tacha Beauty.
-¿Qué será lo próximo?
-Es un proyecto con vida propia, en constante movimiento, centrado en el arte, la sostenibilidad y el well-being. El proyecto de interiorismo fue bautizado por Juan Bengoa como ‘La Curva’, y creo que lo define a la perfección. Una curva infinita recorre la casa, de principio a fin. No existen esquinas. Todo se conecta. Y todo está creado a partir de materiales 100% naturales: mortero, cal viva, barro y cerámica, mármol, piedra, rafias, linos, microcemento con partículas naturales recicladas, madera...
-¿Qué relaciones establece con Marbella?
-Lejos de la Marbella de las fiestas y ‘lo excesivo’ que muchos conocen, mi marido y yo quisimos reflejar lo que siempre ha significado para ambos: un oasis de desconexión, buena gastronomía, microclima y bienestar fusionado con la cultura andaluza que tanto nos gusta. En línea con ello, queremos que Casa Manuela permita disfrutar de la cultura local y la calma de la zona, a un paso de las playas de Guadalmina y El Saladillo. La proximidad del mar y las temperaturas suaves permiten una conexión interior/exterior, con puertas que se abren de par en par para alentar que la vida se extienda al jardín. Y el entorno natural creo que es ideal para relajar la mente y entregarse a la exaltación de los sentidos…
“Lejos de la Marbella de las fiestas y ‘lo excesivo’ que muchos conocen, mi marido y yo quisimos reflejar lo que siempre ha significado para ambos: un oasis de desconexión”
Su guía de Marbella
- A pie de playa/ ”Kala Kalua es uno de nuestros chiringuitos favoritos. Para cenar, con los pies tocando la arena, el mejor producto local. Es un chiringuito sin pretensiones, pero siempre vamos”.
- De compras/ ”El mercadillo de los sábados de Puerto Banús es uno de mis indispensables. Compro decoración, linos, cestas y complementos de rafia... Adoro visitarlo desde niña. Paisana, además, está ubicado justo al lado, así que aprovecho para tomar café y desayunar siempre que voy al mercadillo”.
- El plan/ ”Alcuzcuz es otro de nuestros lugares favoritos de Marbella. Además de hotel y restaurante, ideal para cenar y disfrutar de la puesta de sol desde la montaña, tiene una tienda de decoración preciosa con piezas únicas que se traen de Marruecos y Andalucía”.
- Con amigos/ “Muna es de unos íntimos amigos nuestros, Marcela y Álvaro, y siempre les compramos el mejor producto ‘gourmet’ para nuestras cenas y comidas en Casa Manuela. Ahí nos reunimos con amigos para tomar un buen vino por las tardes, después de la playa y antes de ir a cenar”.