Cuando en 1963 se fundó la revista Telva , de la que ella fue directora durante casi treinta años, no era habitual que las mujeres trabajaran fuera de casa, o que se dedicaran a actividades, hasta entonces, reservadas para los hombres (nos habla con cariño, por ejemplo, de su entrevista a la primera alcaldesa de España). Su revista, hecha por mujeres valientes y abiertas de mente, fue referente para muchas españolas que, como ellas, avanzaban hacia la modernidad, sin perder el sentido común, la elegancia y la femineidad. “El empeño era ese, que la mujer tuviera un sitio en la sociedad, que trabajara, que la tomaran en serio y pudiera también atender a su familia”.
Covadonga ha sido testigo de un tiempo lleno de avances y revoluciones, pero para ella, la pandemia marcó un antes y un después. En estos años de limitación de la libertad de movimiento, de miedo y aislamiento: “Veía que la gente joven estaba muy perdida y me daba cuenta de que yo podía transmitir todo lo vivido y lo aprendido, así que me lancé a rescatar mis entrevistas con gente que, con una visión real, enviaran un mensaje positivo a la sociedad”.
“Yo me lo pasaba bomba. Viajaba todo el tiempo. Me apasionaba todo lo que estábamos haciendo, las entrevistas, los reportajes, París, Milán, Nueva York, buscar gente importante y entender lo que estaba ocurriendo en el mundo”.
“Las dos personas que me han marcado más intensamente han sido dos mujeres: Golda Meir y Margaret Thatcher. A Golda la conocí cuando ya era mayor, en Israel, y me impactó su fuerza, su convencimiento y firmeza. Una persona dura de carácter que sabía lo que quería e iba a por ello. Recuerdo sus zapatones. El ruido que hacía al caminar… decidido y firme, como era ella. A Margaret Thatcher la recuerdo como una mujer encantadora, educadísima, con una gran humanidad”.
Aquella joven periodista tuvo ocasión también de vivir en primera persona la revolución del mundo de la moda. Conoció a los grandes diseñadores que han hecho historia y creó los primeros premios a la moda en España. “La moda refleja tu personalidad, es una industria con mucho peso, y yo viví una época impresionante con Christian Dior, Versace, Valentino… En España en ese momento había pocos periodistas de moda y los he podido conocer a casi todos. Armani es, por ejemplo, una persona con una cabeza y una elegancia asombrosas”.
-¿Crees que por fin hemos aprendido a “domesticar” a la moda”?
-Pienso que sí, que lo importante es que tú estés a gusto con tu ropa y con tu cuerpo. Somos más libres, con más personalidad propia y respetando el gusto de los demás, sin caer, a veces, en el extremo absurdo que vemos en algunos medios de comunicación. Volvería a vivir ha titulado Covadonga O’Shea su libro de Memorias, y sin duda es cierto. No le falta ilusión a esta gran dama del periodismo, ni sencillez ni espíritu inquieto, ni material para seguir escribiendo. Porque conservar la memoria de lo vivido es como vivir dos veces.