Barbacoa en casa de Juan Pedro Domecq
No hay mejor plan que almorzar al aire libre rodeada de campo y de buena compañía. Me acerco con mi amiga Begoña de @nanafooders a la finca de Juan Pedro Domecq donde Isabel y Teresa nos explican cómo vive el cerdo ibérico que tanta fama le ha dado a sus embutidos. Ponemos la mesa con loza portuguesa, servilletas bordadas y un sencillo mantel blanco y nos disponemos a hacer la carne en la barbacoa mientras disfrutamos del aperitivo.
Begoña me cuenta que la carne es 100 % ibérica y ecológica y que han unido fuerzas con Juan Pedro Domecq para hacerla llegar a nuestras mesas. Gracias a ella descubrí el mundo de la carne sostenible y desde entonces soy una incondicional de sus productos. Nos sentamos y nos disponemos a probar este manjar hecho a la brasa con tiempo y con mimo.
“No hay mejor plan que almorzar al aire libre en medio del campo”
Carne a la barbacoa
Ingredientes
● secreto, pluma, solomillo y hamburguesas de carne de cerdo ibérico 100 % ecológico que compro en @nanafooders ● sal gorda ● AOVE.
Para la ensalada: ● tomates del huerto ● 1 cebolla ● 1 lechuga grande ● aceite ● vinagre de Jerez ● sal y pimienta
Elaboración
- Hacer un fuego con carbón y prender el mismo con pastillas para barbacoa.
- Una vez encendido, dejar que se consuma hasta que queden las brasas.
- Se cubren con una rejilla en la cual se ponen la carne de cerdo y las hamburguesas maceradas en salsa barbacoa el día anterior.
- El punto de la carne dependerá de cada uno.
- Yo suelo marcar la carne primero por los dos lados y luego dejo que se haga y la acompaño de una sencilla ensalada.
- Para hacer la salsa barbacoa casera se necesita azúcar moreno, blanco, pimentón, sal kosher, comino en polvo, ajo en polvo, pimienta negra y aceite.
- La noche antes se frota la carne con esta mezcla con un pincel y se recubre con papel film para guardar en el frigorífico.
Jornada de campo con Lea
La rejoneadora francesa Lea Vicens abre las puertas de su casa, cerca del Parque Natural de Doñana, para todo aquel que quiera vivir de cerca una experiencia inolvidable entre ganado bravo, caballos, buena comida y su compañía.
Estuve con Lea dando de comer en campo abierto mientras nos llevaba en su todoterreno, disfruté de una demostración ecuestre con su caballo Nono, visité las cuadras donde están los caballos estrella que usa para torear, me enamoré de su burrito Chocolate que utiliza para los pícnics y disfruté de un aperitivo con productos de la tierra bañados por el aceite que ella misma produce.
Adoro la sencillez de la vida de Lea y la buena energía que ella transmite. Sin duda, una experiencia que recomiendo a todo aquel que quiera acercarse a pasar un día con ella y aprender más de este maravilloso mundo del cual soy una firme defensora.
“La rejoneadora Lea Vicens abre las puertas de su casa, cerca de DoñaNa, para todo aquel que quiera vivir una experiencia inolvidable”
Viaje a Normandía
Era la primera vez que visitaba esta parte de Francia de la que había escuchado hablar maravillas. Viajé con mi amiga Antia de Ron y con Mario para conocer la fábrica de la mítica firma francesa Saint James, enclavada en el pueblo que le da su nombre, y de ahí recorrimos en coche la región. Tuvimos la suerte de conseguir quedarnos a dormir en el Mont Saint-Michel y poder caminar alrededor descalzos mientras nuestro guía nos explicaba las mareas y cómo los pocos habitantes de Saint-Michel gestionaban su vida dependiendo de ellas.
Allí almorzamos en el famoso restaurante La Mère Poulard donde la fama de su tortilla espumosa ha traspasado fronteras. En nuestro recorrido no faltó la degustación de quesos y sidra de la zona, la visita a pequeños pueblos con encanto o los paseos por sus eternas praderas.
“Tuvimos la suerte de quedarnos a dormir en el Mont Saint-Michel y poder caminar alrededor descalzos”
Mis tips en Normandía
- Os recomiendo volar a Nantes y alquilar un coche para recorrer la región sin prisas.
- Alojaos dentro del Mont Saint-Michel; los hoteles no son los más bonitos, pero poder disfrutar de un paseo por la noche y cenar en uno de sus restaurantes merece la pena. Allí os recomiendo almorzar en el restaurante La Mère Poulard para que probéis su famosa tortilla francesa con aroma de trufa. Cerca de la zona, alojaos en el hotel Château de Chantore, donde sus dueños siguen sirviendo el desayuno a la francesa, hacen su propia sidra y zumo de manzana y podéis degustar los reputados quesos normandos.
- Pasead por sus interminables jardines verdes acompañados de pavos reales, no tiene precio.
- Id al pueblo de Saint-James y comprad la mítica camiseta marinera de la marca francesa Saint James, que le debe su nombre al pueblo, y perdeos por el coche por la zona. Bon voyage!.