Tras 20 años de trayectoria como diseñador de interiores, Mikel Irastorza tiene claro cuál es su estilo: “Me gusta crear espacios y ambientes atemporales, que perduren en el tiempo, alejándome un poco de las modas pero mirándolas de reojo”, cuenta. El eclecticismo, podríamos decir, es otra de sus principales características. En sus obras, los elementos más clásicos acostumbran a convivir con piezas radicalmente modernas... aunque en ocasiones realmente no lo sean.
“Me gusta crear espacios atemporales, que perduren en el tiempo, alejándome un poco de las modas pero mirándolas de reojo”
En sus diseños siempre abunda el arte contemporáneo, pero también el diseño del siglo XX y alguna pieza de anticuario. Todo convive en armonía en su universo, como podemos ver en uno de sus últimos proyectos, una fantástica casa en San Sebastián, con vistas a la playa de la Concha y el centro de la ciudad.
En ella, partiendo de un espacio neutro y abierto, con molduras en techos y paredes de inspiración parisina, el interiorista jugó con el color y con los distintos estilos y colores para crear una casa de lo más personal.
“El proyecto era un auténtico regalo. Un enorme piso, que ocupa toda una planta de un edificio histórico de los años 40, que pude transformar en un ambiente neutro en el que poder colocar muebles y accesorios de diseño (italiano en su mayoría) y mezclarlo con piezas antiguas familiares”, concluye.
Estilo propio
- Lo primero, el respeto. “Aunque justo en esta obra tuvimos que partir casi de cero, porque había que actualizar la distribución y eliminar los revestimientos de madera, que se veían pasados de moda, me gusta respetar los elementos arquitectónicos originales”.
- Guiños al pasado. “También adoro utilizar piezas vintage, en especial mucho mobiliario italiano, tanto antiguo como iconos del diseño del siglo XX, para crear ambientes más personales y eclécticos que si solo utilizase piezas nuevas”.
- Arte, siempre. “Intento añadir siempre piezas de arte contemporáneo a mis trabajos. Creo que las casas ganan mucho y cuando hay mucho blanco -o tonos neutros- aporta muchísima vida y color al conjunto”.
- Romper con el blanco. “No me gusta que los espacios queden muy blancos. Por eso también suelo utilizar papeles pintados, a veces a modo de murales”.
- Espacios fluidos. “Lograr una buena distribución y comunicación entre los distintos ambientes de la casa me parece algo fundamental y que siempre está presente en mis trabajos”.