Encontrar la paz sin tecnología, pasear en familia por el campo, ir en busca de tesoros a algún mercadillo o calentarse al lado de la chimenea cualquier fin de semana de invierno, es parte del estilo de vida que las hermanas Pérez-Mas, alma de la firma Babbaki, encuentran en esta masía catalana del siglo XIV situada en el Empordà geronés. De niñas acudían para pasar su tiempo libre, aunque de mayores lo siguen haciendo en busca de reconexión con ellas mismas. Y es que los recuerdos de Beatriz y Andrea están ligados a esta casa, propiedad de la familia de su amiga Olivia, una tercera hermana para ellas.
-¿Cómo definís esta casa?
-ANDREA: Es rústica y sobria, es la típica masía catalana con decoración tradicional. Claudia Esteve, la madre de Olivia, es la culpable de que esta casa sea parte de nuestras vivencias.
-BEATRIZ: Desde que la adquirieron han puesto mucho cariño en su restauración, poco a poco, decorándola sin traicionar el entorno, de manera sencilla, con toques clásicos y otros modernos.
“Desde que somos pequeñas hemos pasado los veranos entre esta masía y el velero de nuestros padres, navegando por el Mediterráneo. Por eso esta marca es paz y libertad” Beatriz
-En su interior se respeta la piedra vista y la forma abovedada, por ejemplo.
-A.: Sí, es parte de su encanto. En origen, el salón era el establo. Ahora es una sala de estar acogedora. La mayoría de los muebles son recuperados de mercadillos o anticuarios de diferentes orígenes. La familia tiene raíces brasileñas, así que hay influencia catalana, piezas típicas de la zona de el Empordà, mucha madera, y otras de Brasil.
-Contadnos qué recuerdos os vinculan a esta casa...
-B.: Tenemos mil recuerdos de ir al huerto y de las recetas que creábamos a partir de lo que recogíamos. De pequeñas, como no había Internet, jugábamos a inventarnos historias con los vestidos de la abuela y de la madre de Olivia.
-A.: Cuando conocí al que hoy es mi marido, le traje a pasar 15 días de verano. Le gustó tanto que la madre de Olivia nos regaló poder celebrar aquí nuestra boda.
“La familia tiene raíces brasileñas, así que hay influencia catalana, mucha madera, piezas típicas de la zona del Empordà y otras de Brasil” Andrea
-La esencia de vuestra firma, caftanes y vestidos de espíritu boho, creados para la época estival, está conectada con el mar, pero también con el alma de esta masía en la que encontráis la libertad...
-B.: Desde que somos pequeñas hemos pasado los veranos entre esta masía y el velero de nuestros padres, navegando por el Mediterráneo. Nuestros veranos siempre han sido así; sin reloj, descalzas, paseando por estos campos o en la cubierta del barco. Por eso Babbaki es paz y libertad.
“Tenemos mil recuerdos de ir al huerto que tenemos aquí y crear recetas en esta cocina, a partir de lo que recogíamos en él” Beatriz
-¿Solo ofrecéis colecciones de verano?
-A.: Nos apasiona el verano, Babbaki sería muy distinta si creáramos colecciones en otra época del año, pero es verdad que estamos creciendo y hemos empezado a introducir cashmere y complementos.
-¿Cómo descubrís la técnica milenaria de la India con la que elaboráis los estampados?
-B.: La India es un país increíble que te llena de inspiración. En Rajastán descubrimos el blockprint (consiste en tallar a mano los estampados sobre madera e imprimirlos en algodón con tintes naturales). Rescatar en el siglo XXI un proceso tan artesanal es un sueño.
-¿Qué punto fuerte os acerca a la sostenibilidad de la moda?
-A.: El proceso de blockprint es sostenible en sí mismo. Somos slow fashion porque no seguimos el calendario de la industria, fabricamos cantidades limitadas y hacemos prendas atemporales y duraderas. Además, producimos en una fábrica dirigida por mujeres y hemos crecido juntas.
“Cuando conocí al que hoy es mi marido, le traje a pasar 15 días de verano. Le gustó tanto esta casa que la madre de Olivia nos regaló poder celebrar aquí nuestra boda” Andrea
Estilo de vida propio
- Mantra. Vive y deja vivir. “En nuestra casa hemos visto lo importante que es tener libertad y ser dueño de tu propia vida”. Por eso quizá les gusta pasar tiempo en este lugar rodeado de naturaleza.
- Referentes. Sus abuelas. “Las dos han sido unas luchadoras. Rosalía montó una droguería en Barcelona cuando se quedó viuda con 38 años y tres hijos. Pepita también montó su propio negocio, pero su prioridad siempre fue su familia”.
- Vida de campo. Andrea es más campestre y le encanta perderse en busca de nuevas sendas y bosques. Beatriz, sin embargo, dice que la ciudad es su sitio y esta finca de campo, el lugar de desconexión para luego volver a conectar con el mundo. Idílicamente, ven claro que este caserío sería el headquarters perfecto para su firma, por todo lo que transmite, aunque reconocen que Barcelona es más práctica, al menos de momento.
- El deporte se agenda. Ejercicio diario (ya sea ir en bici, caminar al aire libre o hacer yoga), la dieta mediterránea y cumplir con las 8 horas de sueño forma parte de sus claves para ser más productivas y felices.
- Todo queda en familia. Babbaki no es solo cosa de dos. Su madre, por ejemplo, va con ellas en sus viajes a la India. “Es pintora y nos aporta mucho, es una más del equipo”, comentan. Además, su padre les asesora en toda las grandes decisiones.