Criada entre brochas, lienzos y pinturas, solo era cuestión de tiempo que Arena Martínez acabara dedicándose a algo artístico. Su padre, Paco Celorrio, conocido por el seudónimo de Papartus, le ha inculcado una sensibilidad que ahora atraviesa su vida de punta a punta. Su galería y firma homónima no son los únicos espacios donde da rienda suelta a su creatividad , también lo hace en su piso de Chueca, que le sirve de hogar y de oficina. Allí accedemos a un universo tan enérgico y entusiasta como ella.
-¿Qué historia hay detrás de esta casa?
-Después de doce años viviendo fuera de España, hace cinco que decidí volver y crear mi propia galería y marca. Siempre dije que no regresaría a Madrid hasta que tuviera claro quién era y qué quería hacer. Cuando por fin lo hice, mi padre me cedió este apartamento, situado justo debajo de la casa donde nací. Por entonces no se usaba y le propuse decorarlo a mi manera. Quería que transmitiera mi esencia, y que arte y moda convivieran. Está dividido en dos partes: la vivienda y el showroom.
“Quería crear un espacio que transmitiera mi esencia, donde arte y moda convivieran. El piso está dividido en dos partes: la vivienda y el showroom”
-¿Qué es lo que más te gusta?
-La localización. Creo que Chueca se ha convertido en un barrio maravilloso. Es como un pueblo en el centro de la ciudad, todos nos conocemos y puedes ir andando a cualquier lado. También me encanta que sea de planta antigua, con estancias amplias y techos altos, porque me permite vivir rodeada de arte y obras de gran formato. Además, entra mucha luz natural y desde la cocina se ve el enorme patio interior del edificio.
“Me encanta que la casa esté en Chueca y sea de planta antigua, con estancias amplias y techos altos“
-¿Cómo la describirías?
-De estilo ecléctico e impronta madrileña. El suelo de pino melis es típico de principios del siglo pasado, al igual que las molduras, la carpintería y la chimenea. Cuenta con una base neutra del siglo XIX que conserva la distribución original.
-¿Algún rincón favorito y objeto al que tengas especial apego?
-Últimamente, mi lugar de trabajo. Me entusiasma el diálogo que se ha creado entre un cuadro de una de mis artistas, Elena Gual, que tengo detrás de mi mesa, y una escultura de un coyote de Joana Vasconcelos, situada en frente. Me encanta imaginar que este aúlla a las solemnes mujeres retratadas por Elena. Diría que es una de las piezas a las que más apego tengo. Desde que la vi en Zona Maco, la feria de arte de México, supe que debía estar aquí.
-¿Cuáles son tus referencias en decoración?
-Cuando necesito mobiliario recurro a profesionales que me entiendan y encuentren lo que busco. No me importa tanto la marca como el diseño y que sea especial. Por ejemplo, los taburetes cerámicos de la sala donde atiendo a mis clientas son de unos artesanos asiáticos y los sillones de DavideDavid.
-¿Cómo es crecer al lado de un artista como Papartus?
-Una suerte. He aprendido mucho de él, tanto profesional como personalmente. De pequeña su estudio era uno de mis sitios favoritos y pasaba allí horas. En vez de ir al parque, me iba con él a pintar. Las brochas y las pinturas eran mis juguetes preferidos, y cuando me aburría me ponía a inventar cosas... Pasar tanto tiempo en un lugar dedicado al arte te inspira y ayuda a desarrollar tu faceta creativa.
“He aprendido mucho de mi padre. De pequeña su estudio era uno de mis sitios favoritos. Pasar tanto tiempo en un lugar dedicado al arte, sin duda, te ayuda a desarrollar tu creatividad”
-Ahora tienes galería y marca propias. ¿Cuándo encontraste tu vocación?
-Siempre quise dedicarme a algo relacionado con el arte. He trabajado en ferias como Art Dubai y casas de subastas como Sotheby’s, y todas estas experiencias me han permitido saber lo que quiero construir dentro de este sector. Hace cuatro años que tengo Arma Gallery, antes bautizada como Arena Martínez Projects. Pero para separar ambas iniciativas, le cambié el nombre en 2022. Es una galería phygital, con presencia física y digital. Represento sobre todo a nombres españoles como Juana González, Elena Gual, Carlos Cartaxo o Papartus.
-¿Y qué nos puedes contar de tu firma?
-Arena Martínez nació en 2017 con la idea de aunar mis dos pasiones, el arte y la moda. Sacamos el arte de las paredes y los museos y lo llevamos a la calle gracias a colaboraciones con diferentes creadores, ideando estampados y piezas exclusivas hechas en España de forma lenta y sostenible.
-¿En qué artistas recomiendas invertir?
-Me parece muy importante apoyar a los jóvenes talentos de nuestro país: Elena Gual, Carlos Pesudo, Marria Pratts, Ana Barriga... Es una pregunta difícil, porque hay muy buenos. También me interesan Matt Connors, Bozó o Stanley Whitney.
-¿Algún consejo para quienes comparten esta inclinación creativa?
-Que la exploren y prueben para saber lo que les gusta y lo que no. Lo más importante es estar activa, tener ganas de aprender y no derrumbarse si estás perdida o algo no sale según lo esperado. Cualquier carrera en este campo es dura.
“Mi firma nació en 2017 con la idea de aunar mis dos pasiones: arte y moda. Colaboramos con diferentes creadores para idear estampados y piezas exclusivas hechas en España de forma lenta”
-Más allá del trabajo, ¿qué hábitos cotidianos te hacen feliz?
-Que mi perrita Tobita me despierte por las mañanas; empezar el día con música, una ducha caliente y mi ritual de belleza; pasear con Tobita por Almirante para coger un café en East Crema Coffee antes de ponerme a trabajar. También que mi amigo Claudio venga por sorpresa para darme un abrazo, visitar a mi padre en el estudio, quedar con mi madre, dormir abrazada a la persona que quiero... y dormir en general (risas).
Pequeñas alegrías
- Una canción. “En mi casa suena jazz (Norah Jones, Miles Davis, Louis Armstrong) o la lista de bossa nova que tengo en el móvil”.
- Un olor. “Rosas y champán. Colaboré con Aura Sensorial Aroma para crear esta fragancia, bautizada como Arena Martínez. Ahora tengo velas preciosas, difusores y hasta esprays de ropa para que la cama huela así”.
- Una comida. “En mi nevera siempre hay verdura, me encanta hacer cremas. Ya es tradición quedar con mi madre los lunes para cocinar lo de toda la semana. A ella se le da muy bien y es algo que nos gusta compartir. Pero realmente el ‘cocinitas’ en casa es mi novio Rafa. Cuando tiene tiempo, elabora platos deliciosos”.