Una mesa en el prado
Es un día soleado del mes de febrero y decido poner la mesa en medio del prado donde campan a sus anchas los caballos. Opto por un mantel de lino en tonos crudos para hacer resaltar el centro de flores y que todo se funda con el entorno. La vajilla es vintage, sencilla y sin pretensiones. Las sillas de mimbre, las bandejas de madera para los entrantes, los bajoplatos de rafia y el botellero trenzado me ayudan a crear un ambiente desenfadado.
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Para esta ocasión opto por un menú sencillo apto para todos los paladares. Un queso cremoso como entrante y pasta al dente con salsa de tomate casera. Mientras ultimo los detalles, Bona y Rumba no me quitan ojo y, en cuanto me despisto, mi caballo Fierabrás se acerca prudente a la mesa para rebañar las migajas de pan. Sin duda un verdadero festín donde todo el mundo es bienvenido.
“Decido poner la mesa donde campan a sus anchas los caballos. En cuanto me despisto, Fierabrás se acerca a la mesa para rebañar las migajas de pan”
Las croquetas ‘gourmet’ de mi amiga Cristina
Son un verdadero lujo para el paladar y perfectas como aperitivo, como entrante o como plato principal para los más pequeños. Cristina Comenge lleva años reivindicando el lugar que se merece este plato delicioso, tradicional y típico de nuestra gastronomía.
¿El resultado? Una croqueta elaborada con materias primas de calidad y con el mismo cariño que se emplea en la cocina artesanal. Existen un sinfín de sabores entre los que destacaría las de chipirones en su tinta, las de cocido madrileño o las de trufa negra (para más info: oidococinagourmet.com).
Una tienda de antigüedades en Lisboa
Duarte Seabra Calado está detrás de Farnesina, un almacén de piezas bonitas cuya disposición invita a entrar en un mundo lleno de buen gusto. En su espacio puedes encontrar desde una consola portuguesa del siglo XVIII hasta un carrito de bebé victoriano. Cada pieza es una sorpresa para el visitante que huye de lo obvio y prefiere soñar (para más info:farnesinalisboa.com).
Hotel Torre del Marqués
Este hotel en El Matarraña está rodeado de tranquilidad y silencio. Me sorprendieron sus amplias habitaciones, su restaurante La Atalaya, con productos de km 0, su spa y su maravilloso paisaje. Os recomiendo perderos por sus alrededores y seguir las recomendaciones del personal del hotel, de trato cercano y amable. Visité el pueblo de Valderrobles, hice a pie la ruta por las pasarelas del Parrizal de Beceite y me acerqué al pueblo de La Fresneda para pasear por sus calles y visitar la capilla del Pilar.
Descubrí el aceite de oliva virgen extra Diez Dedos hecho en Cretas con el procedimiento de agricultura ecológica y me quedé con las ganas de hacer senderismo en busca de trufas negras. Toda una experiencia para pasar un fin de semana lejos del bullicio y del ajetreo (para más info: hoteltorredelmarques.com).
El cuarto de invitados
Cuando se tienen visitas, una busca que los invitados puedan disfrutar de una habitación acogedora que los haga sentir como en casa. Me gusta que en invierno puedan encender una chimenea mientras leen un buen libro, que disfruten de un desayuno en la cama o que tengan a su disposición ropa de abrigo para dar un paseo. La moqueta, las butacas y la librería hacen de este pequeño rincón de la casa el lugar perfecto para pasar unos días de relax.
Los libros que os recomiendo
No hay mejor manera de empezar el año que leyendo un buen libro. Estas pasadas Navidades mi suegra, Piedy Aguirre, me regaló la selección perfecta para pasar las tardes de invierno entretenida. Ya tienen su sitio en mi mesilla de noche Madame Bovary, el clásico del francés Gustave Flauvert, las novelas completas de Jane Austen y Siddhartha de Hermann Hesse. Sin duda el mejor pasatiempo y el mejor ejemplo para que mi hijo Pepe aprecie la lectura desde pequeño.
“Ya están en mi mesilla Madame Bovary, las novelas completas de Jane Austen y Siddhartha de Hermann Hesse”
En casa de Iván Cerdeño
En el Cigarral del Ángel, Toledo, se encuentra el restaurante de Iván Cerdeño. Premiado con dos estrellas Michelin, su cocina busca rescatar los platos populares y burgueses de Toledo. Un patrimonio inmaterial que forma parte del cigarral más antiguo de la ciudad. Iván es cercano y atento como su cocina, que no solo te transporta, sino que además te aporta.
La exquisita presentación de cada bocado, la puesta en escena, su extensa bodega y el trato impecable hacen de este lugar un templo para aquellos que apreciamos nuestra cultura gastronómica. ¿Su fin? El disfrute del comensal que se lleva consigo un trozo de historia y que nada más salir por la puerta ya sueña con regresar. Gracias Iván por el amor que transmites con cada plato (reservas: ivancerdeño.com).