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Lara Alonso del Cid y Borja Anabitarte: con las manos en la masa

Se conocieron cuando eran adolescentes y desde entonces no se han separado. Los hacedores de uno de los grupos de hostelería más importantes de Madrid nos reciben en su casa de La Moraleja junto a sus seis hijos

14 de febrero de 2023 - 18:12 CET14 feb 2023 - 18:12 CET

La historia de amor de Borja y Lara comenzó cuando él tenía 15 años y ella 12. La madre de Lara vio a Borja paseando por La Moraleja con su perro Roque y lo paró para hablar con él sobre el animal. Tras más de 20 años juntos han formado una familia numerosa con seis hijos, Bosco, Pelayo, Mencía, Gabriela, Alejandro y Casilda, y un próspero negocio hostelero de catering y restaurantes en Madrid: el Grupo Mentidero.

“El pilar fundamental de nuestra familia es la fe cristiana, por eso tenemos una imagen de la Virgen: ella es nuestro referente”

La cocina es el centro de la casa y de la familia. Allí comen todos juntos y reciben a los amigos alrededor de una barra-isla. En la imagen, la familia al completo: Mencía (13), Bosco (16), Borja (el padre), Pelayo (15), Casilda (6), Gabriela (10), Lara (la madre) y Alejandro (11).

-Lara, vuestros perros os unieron...

-Sí, nosotras teníamos una rotweiller también, Jara, y acabamos cruzándolos y tuvimos una camada de ocho perritos maravillosos. Así nos conocimos.

-¿Cómo surgió la idea de crear el Grupo Mentidero?

-Borja estudió en la escuela de hostelería de Ginebra y siempre tuvo la idea de montar algo. Estuvo trabajando con el chef José Mari Arzak, y en Londres y París y decidió volver a Madrid cuando tenía 23 años. Yo tenía 20 entonces y decidió montar un restaurante en Madrid. Empezamos a salir juntos y le busqué el local de la calle Santo Tomé. Era un restaurante que se llamaba El Mentidero de la Villa. Sus padres compraron el local y nosotros se lo arrendamos. Decidimos quedarnos con el nombre, porque la historia de los mentideros es muy bonita. Era donde se reunían la corte, la burguesía y el clero para hablar de cotilleos. Al final nos centramos en el restaurante y en el catering para bodas. Acabamos de celebrar 20 años de casados y el primer servicio que dio el catering Mentidero fue nuestra boda. Hemos ido creciendo con más restaurantes y fincas para bodas hasta llegar a tener el Grupo Mentidero.

“Borja siempre estaba con su madre, su abuela y las cuidadoras de su abuela viéndolas cocinar. De ahí le vino la vocación” Lara

Arriba, Borja y Lara en el sofá de su casa con un tronco de árbol con forma de escultura que encontró su hijo Pelayo en el pantano de Valdecaña. Con su perrita, y un rincón del salón que da al jardín con vistas al campo de Golf.

-¿De dónde os viene el amor por la gastronomía?

-A Borja desde muy pequeño. Es el menor de cinco hermanos y se lleva 6 años con el que le sigue. Así que siempre estaba con su abuela, las cuidadoras de su abuela, las cocineras y con su madre. Como buen vasco y canario viene de ver a su madre y a su abuela cocinar. Con 14 años le dijo a su madre que quería ser cocinero Yo soy marketiniana, estudié Empresariales y Marketing en ESIC. Poco a poco me fui aficionando a la cocina y estar con Borja era muy importante para mí. Tenemos las tareas muy bien repartidas. Me dedico a la comunicación y las redes sociales, a la decoración y al montaje, y Borja a los negocios y la estrategia. Yo le doy una idea y él ve si es viable. Yo soy la parte pasional y él es la parte racional.

“Tenemos muy bien divididas las tareas en el trabajo. Yo soy la pasión y Borja la razón. Si se me ocurre una idea, él estudia si es viable” Lara

A Borja le encanta cocinar en casa. Su plato fuerte es la olla aranesa, una receta tradicional del Valle de Arán con la que le gusta sorprender a sus invitados.

-¿Cuántos años lleváis viviendo en esta casa?

-Ocho. Deseábamos una casa grande pero que no fuera excesiva. Que fuera un hogar, una casa cercana, cariñosa y con amor. Quería que estuviera en una urbanización donde los niños pudieran salir, tener sus amigos, practicar deporte y que todo fuera fácil.

-¿Cuáles son las claves de la decoración?

-Con 6 hijos decidí hacerla funcional. Nuestro pilar es la fe cristiana, por eso hay una imagen de la Virgen, que es nuestro referente. Hay una habitación donde cada uno tiene su espacio con una taquilla para meter sus cosas y que no haya mucho caos. Era fundamental para nosotros que los niños durmieran juntos. Los tres chicos en una habitación y las tres chicas en otra. El vestidor y el baño están fuera para respetar a los demás si alguien sigue durmiendo. Queremos que cuando se vayan de casa sepan convivir.

-¿Cuál es el corazón de la casa?

-La cocina. La zona del comedor y del salón la utilizamos poco, excepto cuando viene algún invitado y no cabemos. Es una cocina grande, abierta, con una pila industrial, doble nevera, una barra para sentarnos mientras Borja cocina y un office muy grande para las cenas con amigos. El jardín es muy bonito, tiene una buena zona de barbacoa y de paellero. Con una vista espectacular al campo de golf. Tenemos cristales de espejo para que nosotros podamos ver y no nos vean y una piscina sencilla. La hemos decorado nosotros, mi madre es interiorista, aunque ya no ejerce, y a mí siempre me ha gustado mucho y tenemos las ideas bastante parecidas Borja y yo. Los niños tienen que aprender a respetarse, a ser ordenados y a cuidarse.

Arriba, la habitación del matrimonio y la de las tres niñas. Debajo, el mueble chino, antigüedad que Lara heredó de su tía y al que le tiene mucho cariño, y la pequeña perrita en uno de los sofás del salón. Este da al jardín donde están el porche y la piscina. En esta imagen, Lara en el salón principal de la casa. Su idea siempre fue tener una casa grande para poder disfrutarla con la familia pero que a la vez fuera acogedora.

-Borja, ¿cuál es el plato que mejor se te da?

-La olla aranesa. A mí me encantan los guisos. Me encanta la palabra guisar, más que cocinar. Me gustaría que se volviera a usar. La olla aranesa, que es una gran desconocida, es el guiso que más sorprende a mis invitados. Se hace con muchísimos ingredientes y tarda tres días en hacerse, lleva muchas verduras y, si lo desgrasas correctamente, sienta fenomenal.

-¿Soléis invitar gente a casa?

-Sí, tenemos una empresa de catering y restaurantes con más de 200 empleados. Invitamos a muchos jefes de cocina para que prueben platos que Lara y yo vamos descubriendo por el mundo y otros que nos inspiran. Yo cocino mucho en casa. A mis hijos les encanta que les hagamos comidas ricas e invitamos a amigos también. Cuando tengo invitados me encanta hacer algún tartar de solomillo, de atún rojo, de salmón. Es un plato muy social, a la gente le gusta mucho, cuando cortas todo, verlo tomándote un vino. Otro plato que a mí me encanta es un magret de pato salvaje que compramos en Francia y que hago a la plancha y luego horneamos. Hacemos una salsa con chutney de mango, zumo de naranja y Grand Marnier que podéis morir de lo rica que está. Es un platazo y a la gente le encanta porque lo pide poquísimo en los restaurantes y mucho menos lo hacen en casa.

-¿Cuál es el rincón favorito de vuestra casa?

-Son dos: uno es el porche en el que, si hace bueno en invierno, hay una calma absoluta, y los dos sofás delante de la ventana del salón. Ahí jugamos a las cartas, al Rummy, hablamos y estamos en familia. Al lado está el mueble chino, que es una antigüedad que me regaló mi tía y le tengo mucho cariño.