Londres, Milán, Nueva York... Si “el ojo debe viajar”, como le gustaba decir a la editora de moda Diana Vreeland, los de la interiorista y diseñadora de joyas Marta G. Onieva han dado la vuelta al mundo, y todo lo que han visto le sirve ahora de inspiración. Afincada en Madrid desde hace unos meses, nos recibe en su hogar, legado de la familia de artistas a la que pertenece.
-¿Cuál es la historia de esta casa?
-Era la galería de mi padre, donde expuso sus esculturas durante más de veinte años. En el confinamiento, la transformamos en vivienda, y ahora es donde resido. Para respetar el espíritu creativo, hemos utilizado piezas de arte y muebles hechos por nosotros: esculturas de mi padre, alguna de mi hermano y mía, cuadros de mi madre... Además, hemos mantenido el mobiliario con historia (las librerías, los detalles de bronce, las luminarias...) y lo hemos combinado con piezas procedentes de la familia y que he ido coleccionando cuando vivía en Londres.
-¿Qué es lo que te cautivó de ella?
-Al volver a Madrid después de diez años, me encantó la idea de vivir en el estudio de mi padre, un lugar donde he pasado tantos momentos. Siento este espacio muy cercano y estar rodeada de muebles de toda la vida y de sus obras me inspira.
-El trabajo te ha llevado de aquí para allá. Cuéntanos más sobre tu trayectoria.
-Estudié Arquitectura de Interiores en Madrid, cursé un máster en Diseño de Lujo en Milán, y trabajé en Londres haciendo casas privadas espectaculares y muy exclusivas. Hace dos años, estando todavía en la capital británica, monté mi propio estudio de interiorismo y mi marca de joyería, Magoni. Y desde hace uno me dedico exclusivamente a esto último.
“Esta casa fue la galería en la que mi padre expuso sus esculturas durante años. En el confinamiento, la transformamos en vivienda, respetando su espíritu creativo”
-Con este bagaje, ¿asumiste el interiorismo del chalet o tuviste ayuda?
-En la familia somos todos artistas, arquitectos y diseñadores, por lo que cada uno ha aportado su toque. El resultado es un popurrí ecléctico, pero elegante, acogedor y clásico, con pinceladas modernas y, sobre todo, con muchos recuerdos.
-¿A qué direcciones de decoración sueles recurrir?
-Entre mis proveedores internacionales de cabecera están The Invisible Collection, Rose Uniacke, Soane Britain, Beneris, Restoration Hardware, Oka, Cox London, Chiara Colombini, Mercedes Urquijo, Le Secret, Rue Vintage 74 o Mestizo.
-¿Un rincón favorito al que saques especial partido?
-Difícil elegir solo uno... Diría que mi mesa de trabajo, decorada con un espejo de mi abuelo y un cuadro de mi madre. Y por supuesto el patio, que recuerda a la Toscana y es donde medito a diario.
-¿De qué manera disfrutas de la casa?
-Me entusiasma dibujar joyas, trabajar el metal y leer sobre piedras preciosas; estar en compañía de mis animales, cocinar y descubrir platos nuevos... Fuera, me apasiona bailar, hacer deporte, viajar, conocer gente...
“En la familia somos todos artistas, por lo que cada uno ha aportado al hogar su toque. El resultado es un popurrí ecléctico, pero elegante, acogedor y clásico”
-¿Te gusta también ejercer de anfitriona?
-Sí, ¡me encanta! Me divierte mucho preparar la casa y cuidar todos los detalles, desde el interiorismo hasta el olor, el hilo musical y la comida. Adoro hacer que cada invitado se sienta especial.
-¿Qué papel ha jugado el arte en tu vida desde que eras pequeña?
-Siempre hemos estado rodeados de arte. A mi padre le fascina encontrar tesoros en anticuarios y mercadillos, tanto de España como del extranjero, y teníamos esculturas suyas en cada rincón. Este legado me ha hecho valorar el mundo del arte a otro nivel y soy muy crítica con lo que me gusta. Mis preferidos son el estilo impresionista y algunos creadores contemporáneos.
-¿Eres coleccionista? ¿De qué pieza te sientes más orgullosa?
-Considero que el arte es el elemento que aporta carácter a cualquier vivienda. Ojalá algún día pueda llegar a ser coleccionista, pero por ahora solo tengo cuadros de personalidades cercanas: de mi familia, alguna obra de Eduardo Lalanne -al que conozco y admiro desde hace tiempo- y otras tantas adquiridas en un mercado especializado de Londres.
-¿Siempre supiste que querías ser diseñadora?
-Sí, me apasiona diseñar, ya sea una joya, una estancia, un mueble... Y si puedo hacerlo con las manos, mejor. De hecho, trabajar con piedras preciosas me da la vida.
“Diría que mi rincón favorito es mi mesa de trabajo. Y por supuesto el patio, que recuerda a la Toscana y es donde medito a diario”
-Justo a lo que te dedicas en Magoni. ¿Cómo definirías la filosofía de tu firma de alta joyería?
-Es una marca para quienes quieren una joya exclusiva; algo único, elaborado a mano y con piedras expresamente seleccionadas para ellos. Mis creaciones están pensadas para usarse a diario y que formen parte de quien las lleva. También me gusta mucho jugar con las energías de las gemas y que mis clientes las elijan, bien por gusto o bien por lo que transmiten, llegando a convertirse en un talismán.
-¿Y cuál es el tuyo? Esa pieza que nunca te quitas...
-El primer anillo que concebí cuando lancé Magoni. Se llama Glorious Double y está hecho con aguamarinas.
-¿Cómo reflejas tu impronta de interiorista en las joyas?
-En su toque moderno y arquitectónico, haciendo siempre referencia a la naturaleza en sus formas y su textura orgánica. Me encantan los materiales nobles y eso también queda reflejado en el uso que hago del oro y de las piedras preciosas y semipreciosas.
ABC de la buena joya
- Única e intransferible
“Cada pieza ha de ser original y elaborada por la artista. En Magoni hago todos los pedidos a medida y los diseños de mi colección funcionan como un indicativo. Al partir de cero, se puede ajustar casi cualquier detalle”.
- Emoción a flor de piel
“Trabajar a mano imprime un valor sentimental irreemplazable a cada joya. El toque humano, la artesanía, escasean casi en cualquier producto del mercado y precisamente por eso cada vez lo añoramos más”.
- Cuestión de energías
“Suena un poco místico, pero las piedras, al igual que cualquier recurso natural, tienen una fuerza propia que te empodera. Me encanta explorar y aprender sobre ello”.