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ngela domecq living 34© Álvaro Medina

Ángela Domecq: Pureza andaluza

Con un árbol genealógico profundamente entroncado en la historia de España y vinculada familiarmente a la conocida explotación agrícola y ganadera El Torero, la jerezana nos recibe junto a sus hijos, su hermano Francisco y sus sobrinas en la legendaria finca familiar de Vejer de la Frontera. Un paraíso lleno de vida, de recuerdos y de grandes dosis de buen gusto


20 de septiembre de 2022 - 17:58 CEST

Procedente de una de las familias más conocidas de Andalucía, Ángela Domecq siempre ha estado fuertemente ligada al campo. Ella y sus hermanos Marta y Francisco heredaron el amor por los toros y los caballos a través de la finca El Torero -que da nombre a la mítica ganadería brava-, legado de su abuelo -hermano del recordado rejoneador Álvaro Domecq, alcalde de Jerez y fundador de la Real Escuela de Arte Ecuestre-, y no tardaron en entender su importancia. Enamorada de esa tierra y comprometida con su conservación, Ángela decidió estudiar Ciencias Ambientales, y tras dedicarse al sector de las energías renovables durante años, hoy combina su carrera con la gestión de la finca familiar, El Torero, en la que nos recibe junto a sus tres hijos -Lesmes, de 8 años, Francisco, de 6, y Ángela, de 3-, su hermano Francisco y sus dos sobrinas, Marta y María.

“Mi madre tenía un gusto maravilloso. Los colores, las telas y los muebles antiguos, heredados de su familia, que supo combinar con alguna pieza nueva, son una preciosidad”
Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
La mítica finca El Torero fue el legado de su abuelo. Hoy, el cortijo que la preside es su lugar de reunión y descanso. Arriba, Ángela con su hija Ángela.

-¿Cuál es la historia de este lugar?

-Esta finca es un legado de mi abuelo paterno, Salvador Domecq Díez. La casa, un típico cortijo de la zona, data de 1890, y aquí pastaba su ganadería brava, a la que le dio nombre.

-¿Cómo es la casa?

-Pues es una casa alegre y atemporal. Cuando falleció mi abuelo, en los años noventa, mi madre decidió ponerla al día y desde entonces está igual de “actual” que ahora... y creo que lo seguirá estando dentro de 20 años más. Para mí, eso es una casa bien puesta. Ella tenía un gusto maravilloso. Los colores, las telas y los muebles antiguos, heredados de su familia, que supo combinar perfectamente con alguna pieza nueva, son una preciosidad.

“Hay que poner en valor a la ‘gente del campo’. Ganaderos, agricultores, tractoristas... Todos son imprescindibles y, desgraciadamente, hoy por hoy son oficios que se están extinguiendo”
Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
C_G_BN897-Collage-U78154166723JrZ© Álvaro Medina
La madre de Ángela renovó la decoración de la casa en los años noventa, dándole una nueva vida a través de un extra de color y sin perder de vista su esencia tradicional a través de un sinfín de piezas repletas de historia.

-¿Qué es, para ti, lo más especial de este sitio?

-El recuerdo de mis padres, ambos fallecidos… Es algo que respiro en cada esquina.

-¿Hay algún objeto que tenga una historia especial detrás?

-¡Muchos! Los cuadros de las batallas, que pertenecían a mi abuelo paterno, son dos obras de arte maravillosas. También el armario francés, que pertenecía a mi abuela materna, la lámpara de cristal de murano del comedor, que compramos mi madre y yo juntas en un viaje de madre e hija a Venecia… Todo está lleno de historia y recuerdos.

“Cuando falleció mi abuelo, en los años noventa, mi madre decidió ponerla al día y desde entonces está igual de actual que ahora... y creo que lo seguirá estando dentro de 20 años”
Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
La alegre cocina (arriba) y el regio comedor siempre están listos para recibir a toda la familia, que se reúne en la casa siempre que se puede escapar de sus obligaciones laborales en la ciudad. Abajo, Ángela y su hermano Francisco, con los dos hijos mayores de ella.

-¿Sueles venir mucho?

-Sí, vivo en Sevilla pero vengo siempre que puedo. Me encanta estar aquí, aunque descansar descanso poco porque en el campo siempre hay mil cosas que hacer...

-¿Qué proyectos tienes en marcha ahora mismo?

-Pues estoy muy centrada en una casa rural llamada Fuenteibáñez en una finca de mi marido en la sierra de Aracena, en Huelva. Quiero hacer partícipe a todo el mundo de lo gratificante que es pasar un fin de semana en el campo. Creo que este tipo de turismo es ahora más necesario que nunca, con tanto estrés, prisa y ruido. Pasear por el campo, disfrutar de los animales, despertarte con los pájaros cantando…

“Lo más especial para mí de este lugar es el recuerdo de mis padres, ambos fallecidos... Es algo que respiro en cada esquina”
Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
Ángela acariciando a los tres burros que también hay en la finca, junto a las reses bravas y mansas de la ganadería El Torero.

-¿Cuáles crees que son los principales retos del campo en España a día de hoy?

-Poner en valor a “la gente de campo”. Ganaderos, agricultores, tractoristas, rehaleros... todos son imprescindibles y, desgraciadamente, hoy por hoy, son oficios que se están extinguiendo. Son trabajos duros en los que no existe el mes de vacaciones. Por eso, para que las generaciones futuras sigan con estos oficios, hay que ponerlos en valor y ayudar a que perduren. ¿Cuál es si no el atractivo de las playas de Cádiz frente a las Maldivas? Es ver una vaca retinta en la misma arena, comerte al terminar el día un buen atún de Barbate con una copita de jerez, o un tomate de Conil y un aceite de oliva de Jaén… Todo es producto autóctono sostenido por esa gente de campo. No son solo los puestos de trabajo que genera, o el evitar el problema de la España vaciada, sino que a nivel turístico, el campo y todo lo que forma parte de él, es nuestra historia y todos somos responsables de que se mantenga viva.

Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
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Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina
Arriba, el porche, con comedor y sala de estar, y debajo, la piscina son las zonas más concurridas siempre que el tiempo (casi siempre bueno en Vejer) lo permite. Abajo, de izquierda a derecha, María y Marta, las sobrinas de Ángela, con los hijos de esta: Francia, Ángela (sobre el poni) y Lesmes, en las inmediaciones de la casa, cubierta de frondosas buganvillas.

Una mesa en el campo

Una mesa en el campo

Ángela Domecq LIVING 34© Álvaro Medina

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Si se vive en el campo, ¿por qué no salir cada mañana a dar un paseo y recoger algunas ramas y flores silvestres para decorar la mesa?

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Herencia familiar

Revisa las antiguas alacenas y recupera un viejo frutero pintado, unos candelabros de lo más “anticuados”.. El éxito está asegurado

PRODUCCIÓNINÉS DOMECQ
FOTOGRAFÍAÁLVARO MEDINA
TEXTOESTEFANÍA ASENJO
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍAMANUEL CECILIO PORTILLO (GUERLAIN)
AYUDANTES DE PRODUCCIÓNCLAUDIA PINTADO, ICIAR MURRIETA Y ANA DOMECQ
LOOKÁNGELA, CON VESTIDO DE ISABEL MARANT (MYTHERESA). LA NIÑA, CON VESTIDO VINTAGE
LOOKLOS NIÑOS, CON CAMISAS DE COCONUT; BERMUDAS DE ZARA. LA NIÑA, CON VESTIDO VINTAGE
LOOKÁNGELA, CON VESTIDO DE ULLA JOHSSON (MYTHERESA.COM). LOS NIÑOS, CON CAMISAS DE COCONUT; BERMUDAS DE ZARA
LOOKMARIA, CON VESTIDO DE ZARA; CINTURÓN DE IQ COLLECTION. MARTA, VESTIDO DE MAX MARA; SANDALIAS DE MASSIMO DUTTI. LOS NIÑOS, CAMISAS DE COCONUT; BERMUDAS DE ZARA. ANGELITA, MONO Y CAMISA DE ZARA