En 4 claves
- Con mucho arte
En el comedor de nuestra anfitriona todo está dispuesto para que la mirada se detenga en las obras de arte que decoran el espacio. De la escultura al cuadro que adorna la pared, pasando por una vasija de anticuario que contrasta en estilo y material con el resto de piezas.
- El nuevo lujo
La mesa de Mariann es la de una coleccionista que mezcla sin miedo. Cosmopolita y solemne. Frente a unas sillas de terciopelo en color ciruela, se alza una vajilla y una cristalería en azul cobalto. El mobiliario retro de los años 60 y los objetos de diseño moderno conviven así en perfecta armonía.
- Cuestión de matices
Aquí la magia está en los detalles. Unos servilleteros que ensalzan los típicos paños blancos, una cubertería con mangos de resina o una lámpara que invita a mirar hacia arriba.
- Un rayo de sol
Nada como un hogar con luz natural. En este caso, se cuela por los dos grandes ventanales que custodian la mesa concebida por Barrena. Por no hablar de la privilegiada panorámica de la capital española que ambos ofrecen, con el Parque del Retiro y la Puerta de Alcalá justo enfrente.