La joyera de las estrellas y fundadora de Stéfère Jewelry nos enseña su gema más preciada: la casa que posee en la isla de Mykonos (Grecia). Allí, con vistas al mar Egeo y rodeada de naturaleza, la mesa se convierte en fuente de verdadero disfrute. Entre plato y plato, la mirada se pierde en el horizonte y el desahogo físico y mental es casi inmediato
Comer al aire libre cuando el tiempo acompaña es un placer, pero hacerlo con vistas al mar lo eleva a su máxima expresión. Corina dispone la mesa en la terraza para deleitarse con la panorámica que esta ofrece.
En buena compañía
Las veladas de la joyera acogen a cuanta más gente, mejor. Con capacidad para al menos ocho personas y en un ambiente distendido.
Azul como el mar azul
El truco de esta anfitriona es sencillo: inspirarse en los colores del paisaje y hacer que todo vaya a juego. Celeste en el servicio de los comensales y verde y marrón en el centro.