Entrar en la finca Sa Vinya Vella es entrar en el paraíso de Valeria Castillejo Barreiros, conocida por todos como Valeria Cotoner gracias a la firma de moda que creó hace más de un año. Aquí Valeria, que vive en Nueva York, recarga pilas y se llena de energía para afrontar el duro invierno de la Gran Manzana. Pero este lugar también le sirve para inspirarse como diseñadora . En este remanso de paz donde ha pasado todos sus veranos, la hija de los duques de San Miguel y nieta de los condes de la Coruña encuentra a las musas mientras disfruta de la familia, de largas jornadas en el mar, de grandes comidas, de paseos por el campo...
-Nos recibes en la casa que tu familia posee en Mallorca, ¿qué significa este lugar para ti?
-Es muy especial para toda la familia. Cada vez que venimos pasamos buenos momentos y es la mejor vía de escape después de estar todo el año viviendo fuera. Es desconexión, relax y buena compañía, y no hay nada que me guste más.
“De esta finca me gusta todo, pero si tuviera que escoger algo, me quedaría con el jardín. Es un laberinto de cipreses, olivos y árboles frutales. Una obra de arte de Fernando Caruncho, uno de los mejores paisajistas del mundo”
-¿Qué soléis hacer cuando os reunís todos aquí?
-Solemos pasar el día en el mar, a todos nos encanta navegar y bucear, pero los desayunos y las cenas son sagrados y nos sentamos a la mesa.
-¿Qué es lo que más te gusta de este hogar?
-¡Todo! Pero si tuviera que escoger algo, te diría que el jardín. Es una obra de arte de Fernando Caruncho, uno de los paisajistas más importantes del mundo. Es un jardín perfectamente pensado y estructurado, y fue el primero con trigo que diseñó. Es un laberinto de cipreses, olivos y árboles frutales. Para mi gusto, Caruncho es un maestro en cuanto a la elección de las plantas que utiliza en cada uno de sus proyectos; conecta a la perfección sus jardines con el paisaje y no utiliza especialmente las flores.
-Vives en Nueva York y vienes aquí en tus vacaciones, ¿qué te aporta desconectar de la metrópoli y llegar a este oasis?
-Recargar energías. Estar rodeada de verde y en familia, a la que veo poco durante el año, me hace afrontar con mejor pie los inviernos, que en Nueva York son muy duros. Para salir de la ciudad es toda una historia... y tienes que irte muy lejos para dar con la naturaleza, lo que me hace apreciar mucho más este lugar.
“Esta casa es muy especial para toda la familia. Cada vez que venimos pasamos buenos momentos. Es desconexión, relax y buena compañía”
-Tus diseños tienen una gran impronta mallorquina. ¿Es aquí donde te inspiras para crear tus colecciones?
-Aquí me inspiro, pero no es el único sitio. Me fascina también la cultura del sudeste asiático y África. Al final, a través de la ruta de la seda, llegó a Mallorca la técnica del Ikat, y cada zona la ha ido adaptando a su gusto. En Valeria Cotoner he querido interpretar y actualizar esta técnica y darle un aire más fresco y actual.
Amor por la isla
- Dónde comer: jornadas de playa, comidas con vistas al mar y veladas que se alargan hasta la madrugada. Así pasan los días en Mallorca. “El mejor pescado al borde del mar lo tienes en Ca’l Patró, en cala San Vicente. Si eres un clásico ve a Flanigan y para vivir una experiencia gastronómica, a DINS Santi Taura”.
- Para los más gourmet: El destino balear entra por los ojos y conquista por el estómago. Su gastronomía de huerta, pescados frescos y carnes autóctonas tienen la culpa. “La pastelería de referencia en el norte de la isla es Ca’n Bisquerra, la mejor ensaimada de Palma la encontrarás en Ca’n Joan y el mejor helado en Ca´n Miquel. Para productos de primerísima calidad, el mercado del Olivar”.
- Experiencia artesana: “Visita la fábrica de Gordiola, donde tienen artículos de vidrio y cristal hechos a mano con la técnica tradicional de soplado”. En materia de moda y decoración, Rialto Living y Folklorious no fallan.
-¿Qué destacarías de la ropa de tu firma?
-Son especiales y tienen personalidad. Hasta que no te compras un Valeria Cotoner no te das cuenta de las vidas que tiene la prenda. Le doy mucha importancia a las combinaciones de colores y a las proporciones. Tengo una visión estética muy crítica, casi obsesiva. Así que cada diseño está cuidado al mínimo detalle.
“Mis diseños son prendas especiales y con personalidad. Le doy mucha importancia a las combinaciones de colores y a las proporciones”
-¿Qué es lo más importante para ti a la hora de crear tus modelos?
-Que favorezcan a todo tipo de mujeres, que sean prendas que tengan algo diferente a lo que acostumbramos a ver y que la calidad y el acabado sean ejemplares. Cuando diseño me imagino a mis potenciales clientas y pienso si se lo pondrían o no.
-¿Y cómo te gusta vestir en Baleares?
-Por el día solemos ir casi siempre en pareo o vestido. De ahí nace la idea de nuestro best seller: las faldas pareo. Tienen un punto más sofisticado, por lo que puedes utilizarlas para un día en el mar o para ir a una boda. Con mis primeras dos colecciones mi objetivo fue refinar las prendas de verano. Ir elegante a la playa o al barco me parece el culmen del chic.
“El día a día es muy familiar. Después de desayunar, nos embarcamos y volvemos a última hora de la tarde. Cenamos y quedamos con nuestras amistades”
-¿Cómo es el día a día aquí?
-Es un plan muy familiar. Por las mañanas desayunamos y cada uno va a su aire, después nos embarcamos y volvemos a última hora de la tarde. Cenamos y quedamos con amigos. Todo es relajado y con mucho mar. Si eres poco acuático, no te lo recomiendo. Las amistades que han venido a visitarnos o repiten o no quieren volver jamás.
“Me gusta invitar y que la gente esté contenta y a gusto. Crear un ambiente acogedor y agradable. Lo que más disfruto es preparar la casa y montar la mesa”
-¿Te gusta ejercer de anfitriona?
-Me gusta invitar, organizar y que la gente esté contenta y a gusto. Propiciar un ambiente acogedor y agradable. Lo único es que, en verano, somos tantos en casa que lo hacemos poco: ¡Ya tenemos la fiesta montada!
“Estoy muy contenta en Nueva York, pero desde luego no será allí donde me retire. Me imagino haciéndolo en España y ojalá pueda ser en Mallorca”
-¿Qué es para ti lo más apetecible de recibir?
-Lo que más disfruto es, sin duda, preparar la casa y montar la mesa, no tanto cocinar. Soy mejor pinche.
-Para acabar, ¿te ves en un futuro viviendo aquí? ¿O por lo menos en España?
-Estoy muy contenta en Nueva York, pero desde luego que no será allí donde me retire. Me imagino haciéndolo en España y ojalá pueda ser en Mallorca.
Entre dos aguas
Tonos suaves, materiales naturales y ciertos guiños clásicos aquí y allá conforman una relajada atmósfera campestre que coquetea con la sofisticación.