¿Sabes que tu intestino, tus niveles de cortisol y tu hígado influyen de forma clara en la salud de tu piel? ¡Como lo oyes! La piel es el órgano más grande que tenemos y está inevitablemente relacionada con el resto de nuestros sistemas, así que de nada sirve utilizar una cosmética maravillosa si después no atiendes a tu interior. Aquí te explico los cinco puntos clave para lograr hacer un reseteo integral de salud y que ello repercuta en poder presumir de tener una piel realmente sana y bonita.
1. Detoxifica tu cuerpo para tener una piel limpia
La piel es uno de los principales órganos por donde eliminamos todas nuestras toxinas. La acumulación de las mismas produce distintas manifestaciones en la piel como pueden ser los puntos negros u otras reacciones inflamatorias.
Para tener un organismo libre de toxinas, además de evitarlos con una alimentación libre de aditivos y ultraprocesados, tenemos que tomar alimentos que favorezcan de algún modo la actividad de los órganos que depuran nuestro cuerpo, como el hígado, los riñones y el intestino.
2. Consume antioxidantes para tener una piel joven
Las células de nuestra piel se someten diariamente a un alto estrés oxidativo. Factores tan diversos como los rayos ultravioleta del sol, la contaminación, los cambios medioambientales, etc... suponen un estrés celular que debemos tratar de combatir consumiendo una gran cantidad de antioxidantes. Los fitoquímicos que dan color a los vegetales son tus mejores aliados. Procura consumir una dieta rebosante de color cada día para aumentar su ingesta.
Fitoquímicos y vitaminas antioxidantes para tu piel:
➔ Los carotenoides que contienen las zanahorias y la remolacha.
➔ La quercetina que albergan las cebollas y las manzanas.
➔ La vitamina C tradicionalmente asociada a los cítricos y las fresas.
➔ La vitamina E que puedes encontrar en el aceite de oliva y las nueces.
“La piel está inevitablemente relacionada con el resto de nuestros sistemas, así que de nada sirve utilizar una cosmética maravillosa si después no atiendes a tu interior”
3. Equilibra tu microbiota para tener una piel fuerte
Nuestra piel está recubierta de su propia microbiota y ejerce distintas funciones fundamentales para protegerla. Se trata de nuestra primera barrera inmunológica, contribuye a tener un pH óptimo, evita la colonización de patógenos y evita los procesos inflamatorios. Esta microbiota está en contacto directo con nuestra microbiota intestinal, digamos que existe un eje intestino-piel que siempre hay que tener en cuenta a la hora de valorar cualquier patología de la piel (psoriasis, acné, dermatitis, etc.)
Alimentos que cuidan tu microbiota:
Los probióticos aportan bacterias vivas que favorecen la diversidad de tu ecosistema, por lo que es aconsejable incorporar en tu rutina miso, chucrut, yogur, kéfir, encurtidos.
4. Evita el estrés para tener una piel relajada
Los picos de cortisol (la hormona del estrés) deprimen nuestra inmunidad y pueden ser el detonante de alteraciones cutáneas de origen idiopático. ¿Has tenido alguna vez granitos, eccemas, rojeces o picor dermatológico en épocas de estrés? Sin duda, el control y la gestión del estrés son uno de los factores más importantes a la hora de cuidar tu piel.
Adaptógenos para modular el cortisol:
Se trata de ciertos alimentos o plantas que mejoran la resistencia al estrés físico y emocional. La ashwagandha, la rhodiola o el reishi son ingredientes que podemos incluir en nuestros desayunos en forma de polvo y que te ayudarán a manejar mejor el estrés diario.
“Consume antioxidantes. Los fitoquímicos que dan color a los vegetales son tus mejores aliados. Procura consumir una dieta rebosante de color cada día”
5. Consume proteínas para tener una piel tersa
Para tener una piel sana la nutrición tiene que ser equilibrada en multitud de nutrientes, como acabamos de ver. Pero las proteínas cumplen una función estructural esencial que no debemos olvidar en ningún caso. Es importante consumir proteínas en las tres comidas principales del día. Además te recomiendo hacer especial hincapié en el consumo habitual de colágeno, para ello los caldos de huesos son tu mejor aliado.
Alimentos buenos para...
Hígado:
- Apio
- Alcachofas
- Remolacha
- Escarola
- Endivias
- Rabanitos
Riñón:
- Limón
- Infusión de olivo
- Patata
- Cebolla
- Arándanos
Intestino:
- Alcachofas
- Chía y lino molidos
- Avena
- Manzana
Hummus tricolor
Una receta perfecta para un aperitivo veraniego. Colorida, nutritiva, ligera y llena de sabor. Es ideal para cuidar nuestros huesos por la cantidad de calcio y magnesio que aporta. También contiene fibra y proteínas por lo que tiene un alto poder saciante.
Tiempo de preparación: 15 minutos
Complejidad: Sencilla
Ingredientes (para 6 personas):
● 600 g de garbanzos cocidos ● zumo de 1 limón ● 1 diente de ajo ● 4 cucharadas soperas de tahin ● medio vasito de caldo de verduras (opcional para que quede una crema más fina) ● 100 ml de aceite de oliva virgen extra ● sal marina ● pimienta negra
Para hummus rosa: ● ½ remolacha cocida ● ½ cucharadita de comino
Para hummus verde: ● 10 hojas de espinaca frescas ● 6 hojas de albahaca
Para hummus naranja: ● ½ cucharadita de pimentón dulce ● 2 pimientos de piquillo
Preparación:
Batimos todos los ingredientes del hummus clásico hasta obtener una crema. Después dividimos esta crema en tres partes y batimos cada parte con los ingredientes que le darán sabor y color.
Una parte la batimos con la media remolacha y el comino, otra parte con las espinacas y con la albahaca y la tercera parte con los pimientos y el pimentón. Rectificamos de sal y estará listo. Para servir echamos un poco de aceite de oliva virgen extra por encima.