La exbailarina Rita Noroña, una de las más reconocidas del siglo XX, que formó parte del New York City Ballet, nos abre las puertas de su mansión en los Hamptons. La casa, regalo de su primer marido, Ian Schrager, creador de la mítica discoteca Studio 54, cuenta con tres hectáreas y mil quinientos metros cuadrados construidos. Aquí, la artista disfruta de los cálidos veranos de Long Island.
En 4 claves
- Hogar, dulce hogar
A falta de una mesa, en la cocina de Rita Noroña hay dos: una alta y rodeada de taburetes en clave informal y otra, baja y con sillas, que invita a encuentros más largos y hace las veces de comedor. La primera, ideal para desayunos y aperitivos; la segunda, perfecta para almuerzos y sobremesas.
- Matices con importancia
Los detalles marcan la diferencia, y el hogar de esta antigua bailarina está repleto de ellos. Desde velas para crear un ambiente íntimo hasta servilletas teñidas de vivos colores.
- Flores y más flores
Aportan frescura y alegría, e impregnan el aire con su fragancia. Si los complementos pueden levantar un look, las flores hacen lo propio con una casa. Rita las utiliza como elemento ornamental, colocando ramos de hortensias en el centro de la mesa.
- Materiales naturales
Organizar una comida es todo un arte, tanto por el menú como por el espacio donde se sirve. Para que una velada deje buen sabor de boca hay que tener en cuenta, además de las recetas, la decoración. Apostar por un mobiliario fabricado en madera, una vajilla de loza y un diseño funcional -a la par que estético- es un acierto seguro.