Cuando Amelia vio esta casa de Sitges, la localidad barcelonesa donde veranea con su familia, no dudó un segundo en saber que se iba a convertir en su pequeño refugio. Aquí, además de cocinar y reunir a sus seres queridos alrededor de la gran mesa que preside el patio, la concursante de la novena edición de MasterChef desconecta del estrés de la ciudad y disfruta de su otra gran pasión, la decoración.
-¿Por qué esta propiedad?
-La elegí porque, a pesar de ser pequeña, vi que tenía infinitas posibilidades. Además, está muy cerca de la residencia familiar y eso me daba mucha tranquilidad. Lo que más me gustó fue su patio; rápidamente me imaginé una zona chill out y una mesa grande para acoger a la gente, y me enamoré.
-Hasta el más mínimo detalle está pensado. ¿Te gusta la decoración?
-Desde pequeña siempre me he fijado en los espacios y, sobre todo, en el interiorismo. Así que esta vivienda tenía que ser muy bonita. Para ello he necesitado la ayuda de una decoradora amiga de la familia, Gabriela Conde Ankli. Ella ha conseguido hacer de esta casa una cabaña femenina, alegre y acogedora. Desde el principio entendió que queríamos un espacio donde pudiésemos reunir a nuestros amigos tanto para comer como para dormir, así como un lugar en el que escapar de la alborotada ciudad los fines de semana. También me ha ayudado con mi proyecto profesional, el atelier Amelicious en Barcelona, donde se concentra mi actividad laboral diaria. Allí paso la mayor parte del tiempo creando los productos saludables que vendo en mi web, cocinando recetas sin gluten ni azúcares para mis redes sociales, organizando cenas, talleres, eventos...
-¿Cómo definirías el estilo de este hogar? ¿Y qué destacarías?
-Diría que es limpio y cuidado, y el patio, en concreto, es de inspiración marroquí. Me encanta Marruecos y quería que esta zona me transportase a ese país; razón por la que escogí colores terrosos y cálidos, las pérgolas, una fuente, los bancos, la mesa de madera... También quería que tuviera un toque verde más mediterráneo donde predominara la vegetación, los naranjos, los olivos, los limoneros... El interior, en cambio, tiene un estilo más rústico con maderas blancas en las paredes y techos de paja, simulando una cabaña de líneas simples. Queríamos que transmitiera alegría, tuviera mucha luz y la cocina adquiriese un papel protagonista.
-Sabiendo el rol que desempeña la cocina, ¿pasas mucho tiempo en ella?
-Como suelo decir de broma, más que una cabaña es una cocina, ya que ocupa la mayor parte de la vivienda. Lo cierto es que aquí fue donde descubrí mi pasión por los fogones durante el confinamiento y, desde entonces, no he dejado de cocinar ni un solo día. Para mí esta estancia tiene un significado muy especial, porque encontré una vocación que, por suerte para mí, también se ha convertido en mi trabajo. Gracias a dedicarle horas y horas a guisar tuve la oportunidad de entrar en MasterChef, una experiencia que sin duda ha cambiado mi vida.
“Esta cocina tiene un significado muy especial para mí, porque en ella descubrí mi pasión por los fogones”
-¿Sueles invitar a gente? ¿Te gusta ejercer de anfitriona?
-Tradicionalmente, en mi casa las puertas han estado abiertas para todo el mundo. Somos muchos en la familia y estamos muy unidos. Cada uno puede traer a quien quiera, que será bien recibido. Siempre que nos reunimos, ya sea con familia o amigos, nos centramos en una buena comida seguida de una larga sobremesa.
-¿Le das también valor a la presentación de los platos?
-Para mí es casi o igual de importante lo que comemos que cómo, cuándo y dónde lo comemos. Por eso me esmero en el estilismo de mis recetas, en elegir la vajilla y en una mesa bien puesta. De hecho, en redes sociales crecí rápidamente porque a la gente le gustaba cómo emplataba y decoraba las mesas. Para mí el cocinar, comer y disfrutar en un ambiente acogedor y bonito van de la mano.
-Estudiaste Farmacia y Nutrición, pero te conocemos por MasterChef. ¿Qué recuerdos tienes del programa?
-MasterChef me ha cambiado la vida y me ha mostrado cómo quería enfocarla. Todo lo que se vive ahí es mágico y me siento afortunada por haber podido disfrutar de tal experiencia. Estoy muy agradecida al equipo y a mis compañeros. Este proyecto me dio la fuerza y las alas para emprender y abrir mi atelier en Barcelona y mi empresa de productos dietéticos y saludables, y me ayudó a crecer en redes sociales.
-Háblanos de tu cocina, ¿con qué tipo de gastronomía te sientes más identificada?
-Con la saludable, nutritiva y sabrosa, es decir, con la healthy. Mi cocina contiene alimentos de proximidad y ecológicos, no lleva gluten, no uso procesados ni refinados...
-Tu madre, Blanca Galofré, es una reputada nutricionista. ¿Te suele aconsejar?
-Mi madre lleva 30 años dedicándose a la nutrición y siempre nos ha inculcado la importancia de una buena alimentación. De pequeña decía que el brócoli y el pescado eran mi comida favorita, ¡imagínate! He aprendido mucho de ella y, ahora que estoy escribiendo un libro, saber que la tengo cerca para cualquier consulta me da seguridad. Es una excelente profesional y siempre está dispuesta a guiarme cuando lo necesito.
-¿Qué es fundamental para una buena alimentación?
-Seguir una dieta variada y equilibrada, con productos locales y frescos. Comer, sobre todo, de calidad y moderando la cantidad, siendo conscientes de que somos lo que comemos y que este acto, además de una necesidad, también es un placer.
-Por último, ¿cuál es tu alimento favorito y cuál el prohibido?
-Mi preferido es el huevo, por su versatilidad, accesibilidad y propiedades nutricionales. El vetado sería cualquier refresco azucarado, ya que son la principal fuente de azúcares añadidos en España y no aportan ningún beneficio para la salud.
Amelia y su mundo
- Estilo marroquí
En el patio destacan las paredes en tonos tierra, una alfombra tipo kilim, las mesas con bandeja plateada y una fuente con agua. Detalles con los que Amelia buscaba cierto aire marroquí.
- Al aire libre
La nutricionista apuesta por un gran comedor al descubierto, compuesto por una mesa de madera natural con bancos corridos y ambientados con almohadones. La lámpara que cuelga de un chamizo hace de este rincón un lugar mágico y acogedor para disfrutar en compañía de familia y amigos.
- Papel protagonista
Como no podía ser de otra manera, la cocina es la estancia principal. Aquí la madera cobra especial relevancia, así como el techo de paja y una estantería reservada a la cristalería.
- En clave femenina
Los materiales y colores escogidos, con toques pastel y estampados florales, hacen de esta casa un sitio acogedor y muy luminoso.
- Detalles de altura
Sobresalen los techos de paja pintados de blanco, rústicos y chic al mismo tiempo, y capaces de transportarnos a las típicas cabañas de los Hamptons.
Picantón al limón y jengibre con verduras (para dos personas)
Ingredientes: ● 1 pollo picantón ● 1 limón ● 2 cebollas ● 2 cucharadas de cúrcuma ● 1 cucharada de jengibre molido ● 1 cucharada de pimienta ● 1 cucharada de comino ● 1 cucharada de sal ● 2 dientes de ajo ● perejil ● hierbas aromáticas ● coliflor ● brócoli ● zanahoria ● anacardos
Elaboración
Veinticuatro horas antes, dejamos el pollo macerando en la nevera con las hierbas, el ajo, la sal, una cebolla picada, la pimienta y zumo de limón, relleno con la piel del limón y el jengibre. Al día siguiente, pochamos dos cebollas finamente picadas en una cazuela e incorporamos el pollo con todo el adobo. Horneamos a 180º durante 45 minutos. Mientras tanto, hacemos las verduras al vapor. Por último, emplatamos las verduras con el picantón y añadimos anacardos.
Pasta sin gluten con salmón y burrata (para 4 personas)
- Ingredientes
● 320 g de pasta de guisantes sin gluten ● 320 g de salmón ahumado ● 1 burrata ● tomates secos ● sal ● pimienta ● aceite de oliva virgen extra. Para la salsa pesto: ● 1 manojo de albahaca fresca ● queso parmesano ● aceite de oliva virgen extra ● un puñado de piñones
Elaboración
Hervimos la pasta al dente. Una vez esté lista, la emplatamos con el salmón cortado en dados, los tomates secos y la burrata situada en el centro y aliñada con aceite, sal y pimienta. Tras elaborar la salsa pesto,mezclando adecuadamente todos los ingredientes, condimentamos al gusto.
Gazpacho de remolacha (para 4 personas)
- Ingredientes
● 600 g de remolacha cocida● 1 vaso de agua ● una pizca de tomillo y otra de curri ● ¼ de ajo tierno o un diente de ajo blanco● un chorrito de salsa de soja tamari● vinagre ● sal ● 1 cucharada de aceite de oliva ● 1 cucharada de queso fresco batido 0 % o crême fraîche como topping
- Elaboración
Primero mezclamos en una batidora la remolacha, el agua, el tomillo, el curri, el ajo, la soja tamari, el vinagre, el aceite y la sal. Lo trituramos bien y, acto seguido, lo colamos. Servimos el gazpacho en frío y lo decoramos con un poco de queso fresco batido por encima.