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hola living 29 flores de la alegr a© GettyImages

Las flores de la alegría

Tener plantas en casa puede modificar nuestro estado de ánimo. Verlas crecer, cuidarlas, hacer esquejes y disfrutar de cómo conseguimos que prosperen o aceptar que no siempre todo sale como esperamos es un gran entrenamiento emocional.


3 de mayo de 2022 - 20:08 CEST

“Dícese de esos momentos de  paz física y mental en los que paseas entre tus plantas, hoja a hoja, color a color, sin más intención que dejarte llevar, sintiendo la naturaleza y siendo naturaleza”. Así define el plantfulness Eva Durán, especialista en plantas y autora de Plantas para ser feliz (Vergara). Precursora del término, lo resume en esa maravillosa paz mental que da tener plantas en casa y cultivarlas. Solo con la observación de sus formas y colores, ya estamos entrando en un estado de paz.

Hola Living 29 Flores de la alegría© GettyImages

Pero hay maneras de profundizar en nuestra conexión, una de las más sencillas es la propagación. Es decir, sacar esquejes y hacer que progresen y se conviertan en otra planta. “Esta acción tiene un efecto inmediato en nuestro estado de ánimo ”. Según explica Durán en su libro, propagar las plantas trabaja cuatro virtudes: la paciencia, porque hay que esperar a ver si el esqueje prospera, la ilusión por algo que está por venir, la autoestima, al saber que somos capaces de crear algo de cero y la aceptación, por si las cosas no salen como pensamos y tenemos que lidiar con esa frustración.

“Hay varios estudios que dicen que solo tres minutos de descanso observando una planta reducen la fatiga mental”

La experta aconseja que para iniciarse en la propagación usemos esquejes en agua de plantas todoterreno, como los potos. “Cuando sientas que tu mente está dispersa y alborotada, mira tus esquejes, sus raíces, los cambios que se hayan producido. Coge una libreta y anota los pequeños cambios que veas en ellos. Enseguida tu mente se relajará”, escribe Durán. Todas las actividades que conlleva el cuidado de nuestras plantas son relajantes: el abono, el riego, la limpieza de hojas... Pero hay otra que la autora recomienda con más entusiasmo: fotografiarlas. No hace falta tener una cámara profesional, con el móvil sirve.

Portada libro Eva Durán© Ed. Vergara
Portada del libro de Eva Durán, ‘Plantas para ser feliz’ (Ed. Vergara).

“Según el budismo la contemplación es de dos tipos. Exterior o interior, la mente se puede contemplar a sí misma o a algo exterior. Fijarse en ellas a través de un objetivo es una actividad 100 %    mindfulness    y si, además, nos ponemos música, mejor. Si no sabes cuál escoger, te sugiero esta canción: Première Gymnopédie, de Erik Satie, interpretada por Alexandre Tharaud. Es ideal para bajar revoluciones y adaptar tus respiraciones a su suave compás”, explica. Durante el confinamiento de 2020 y ante la imposibilidad de seguir con sus talleres presenciales, Eva organizó tutoriales online de  kokedamas . “Conocí la técnica allá por 2016, cuando mi querida hermana me transmitió su fascinación por ella. Creaba kokedamas con sus propias manos en el mostrador de una tiendita que tenía y recuerdo que me impactó ver el resultado”, escribe Eva. “¿Una planta sin maceta? ¿Y no se muere? Me pareció de lo más curioso”. Las kokedamas son unas plantas sin maceta, originarias de Japón, que se elaboran con tierra a mano.

“Cuando sientas que tu mente está alborotada, mira tus esquejes y anota sus progresos”

Eva también recomienda como buen ejercicio plantfulness germinar en casa un hueso de aguacate o, para muchos más fácil, unas alubias, perfectas para hacer la actividad con niños. “Las plantas nos mejoran. Está demostrado con datos sorprendentes. El contacto con la naturaleza mejora a los seres humanos en muchísimas áreas de nuestra salud mental, emocional, química y hasta espiritual. No hace falta pasar muchas horas de inmersión en un bosque. Hay estudios que dicen que solo tres minutos de descanso observando conscientemente una planta que tengas en tu mesa de trabajo pueden ayudarte casi de inmediato a romper la fatiga mental y reponer energías para continuar”, afirma Eva.

Plantas para meditar

Stromanthe triostar

“De la familia de las calatheas, esta planta es pura fantasía -escribe Diana-. Sus hojas son como acuarelas pintadas a mano. No hay una igual que otra. Tiene una gama de colores pastel entre verdes, crema y rosado”.

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Marantas

“El género contiene alrededor de treinta especies, pero la que es mi favorita por varios motivos es la maranta leuconeura fascinator. Los patrones de sus hojas son preciosos, para perderse un buen rato observando las tonalidades de limbos y nervaduras, y sus contrastes verdes y rojos”.

Scindapsus

“Es un género de plantas muy parecidas al epipremnum (más conocidos como potos). Tienen muchas características en común; una de ellas es que son buena gente, de cuidados sencillos y gran belleza”. La variedad exótica es una de las preferidas de Eva Durán, “porque nos regala unas increíbles y enormes hojas aterciopeladas con motas”.

Consejos para plantas de interior

Qué sustrato elegir

La mayoría de las plantas de interior son de origen tropical, de zonas de sotobosques y de ambientes húmedos. Así que ten en cuenta esto a la hora de elegir el sustrato adecuado, que puedes ‘tunear’ tú misma.

Luz: nunca es demasiada

Que no te engañen: todas las plantas necesitan luz . Si no reciben suficiente, sus hojas se volverán amarillas. Como el resto de los muebles de la casa, también acumulan polvo. Así que hay que limpiarlas siempre que las veas ‘sucias’. Con un paño mojado en agua es suficiente.

Agua: en su justa medida

Cuando se trata de agua y plantas, la mayoría de las veces pecamos por exceso. En primavera y verano necesitan algo más de agua, pero en general con una vez a la semana es suficiente. Las macetas de plástico acumulan mucha más agua que las porosas. Pero en todos los casos lo importante es que drene, es decir, que salga por debajo. Una vez regadas no te olvides de un truco que mejorará su salud y evitará que las raíces sufran: inmediatamente vacía el platillo que retiene el agua debajo de la maceta para que quede totalmente seco.

¿Pero cuáles son las mejores plantas para tener en casa?

Potos, árbol de jade, lengua de suegra, el ficus y el anturio rojo son buenas opciones. Resistentes y de hojas grasas, el interior es buen compañero para ellos.