Natural de Córdoba pero afincada en Madrid, Laura Gärna es una arquitecta e interiorista con sello propio. El arte es su firma y el resultado, casas de verdadero Stendhal. La suya en La Moraleja no es una excepción, y allí nos recibe rodeada de belleza.
-No hace mucho que os habéis mudado. ¿Cuál fue el motivo?
-Durante años vivimos en un piso del centro de Madrid, pero empezamos a echar en falta el contacto con la naturaleza. Queríamos una parcela con jardín no muy lejos y, después de una larga búsqueda, encontré esta en La Moraleja. Cuando la visité, fue amor a primera vista.
-¿Qué es lo que te cautivó de ella?
-El jardín, lleno de árboles (cipreses, castaños, tilos, olivos centenarios...) que me trasladan mentalmente a mi querida Italia. Tiene una luz impresionante a mediodía y unas vistas que nos conquistaron.
-Rodeados como estáis de verde, la localización se presenta como uno de los puntos fuertes del chalet. ¿Qué os ofrecía con respecto al corazón de Madrid?
-Aire puro, silencio, naturaleza... Nos pareció que era un entorno maravilloso para criar a nuestras hijas. Además, a mi marido, Edgar, y a mí nos encanta recibir a familia y amigos. Este espacio nos da la oportunidad de reunirlos, cosa que antes no podíamos hacer.
“El jardín está lleno de árboles que me trasladan mentalmente a mi querida Italia. Tiene una luz impresionante a mediodía y unas vistas que nos conquistaron”
-Cuéntanos, ¿cómo es vuestro día a día aquí?
-Edgar y yo nos levantamos temprano, meditamos y practicamos yoga. Luego despertamos a las niñas, desayunamos juntos y las llevo al colegio. De ahí me voy a Gärna Studio Gallery. Aunque tengo la inmensa suerte de que me apasiona lo que hago y las horas se me pasan volando, con el teletrabajo he llegado a un mejor equilibrio, pudiendo recoger a mis hijas y continuar con mis proyectos desde casa. Nos sentamos en la mesa de la biblioteca y, mientras ellas hacen sus deberes o dibujan, yo trabajo. Cenamos temprano en familia, sin distracciones ni pantallas, y nos contamos nuestro día. Los festivos nos encanta invitar a gente y, si hace buen tiempo, disfrutar del jardín. Me gusta organizar mesas bonitas con flores; colecciono vajillas y nada me hace más feliz que tener visita para sacarlas. Ya por la noche encendemos la chimenea y ponemos música para bailar.
-¿Qué hobbies compartís?
-Hacemos muchos planes los cinco. Somos muy deportistas y bailones. A las niñas y a mí nos encanta pintar, sobre todo los domingos con más tranquilidad.
-¿Y qué otros pasatiempos reservas solo para ti?
-Un día a la semana viene un profesor de flamenco a darme clase y lo disfruto muchísimo. Me conecta con mis raíces y con mi tierra, Andalucía.
“Es una casa-galería donde el protagonismo recae sobre las piezas de arte, pero no un museo, pudiendo disfrutarla y vivirla en su conjunto”
-¿Cómo hicisteis vuestra la vivienda?
-Con una reforma integral en tiempo récord y junto a nuestros equipos de siempre (marmolistas, carpinteros, pintores...). El confinamiento me permitió pensar en todos los detalles con calma.
-¿Qué es lo más importante para ti a la hora de decorar?
-Diría que la distribución, que cada espacio se adapte funcional y estéticamente a las necesidades de las personas que lo habitan. Como mi pasión es el arte contemporáneo, primero pienso en las piezas que voy a colocar y, a partir de ahí, articulo el resto de la decoración.
-¿Cómo definirías el estilo de vuestro hogar?
-La idea era que fuera una casa-galería. Fue concebida como una caja blanca, neutra, donde el protagonismo recae sobre las obras de arte. Todo orbita en torno a sus formas y colores. Durante años he ido coleccionando piezas que me enamoran y quería tener suficientes paredes para exponerlas e ir rotándolas. Pero no es para nada un museo, sino una vivienda que se disfruta y se vive en su conjunto. Tanto las niñas como Coco, nuestro perro, van de aquí para allá y lo usan todo. Creo tanto en la belleza como en la funcionalidad y me gusta el contraste entre lo clásico y lo contemporáneo.
“Hicimos una reforma integral con nuestros equipos de confianza. El confinamiento me permitió pensar en cada detalle”
-¿Tienes un rincón favorito?
-Aunque tengo muchos, quizá me quedaría con la biblioteca, porque es un espacio polivalente en el que leemos, hacemos yoga, las niñas tocan el piano... Me gusta ver los libros colocados y tumbarme en un chaise longue belga art déco que tenemos allí para meditar.
-¿Hay algún objeto al que le tengas especial apego?
-Tengo un vínculo muy personal con cada uno de mis cuadros, sus artistas y el momento en el que los adquirí. Con el mobiliario me pasa igual, ya que lo he ido comprando en viajes, anticuarios o forma parte del legado familiar.
-¿Qué te llevó a ser interiorista y a abrir tu propio estudio?
-Desde pequeña veía edificios antiguos e imaginaba cómo sería darles una nueva vida. A mi padre siempre le gustaron las construcciones y, junto a mi madre, que estudió Historia del Arte, me inculcaron el valor de la estética. Acabé estudiando Arquitectura en Madrid y, posteriormente, me especialicé en Interiorismo, porque lo que más me llamaba la atención eran los detalles a escala humana. Así que, en 2007, me lancé a crear un estudio multidisciplinar en el que hacemos proyectos diversos, pero sobre todo residencias y oficinas. Ahora también estamos volcados en nuestra galería Gärna Art Gallery, fundada junto a mi socio Enrique García y ubicada en el callejón de Jorge Juan, donde damos visibilidad a artistas que transforman por completo los espacios y al espectador que los contempla. Es un proceso fascinante y nos tiene entusiasmados.
“Primero pienso en las piezas de arte que voy a colocar y, a partir de ahí, articulo el resto de la decoración”
-¿Cómo definirías la filosofía de Gärna Studio Gallery?
-Abarcamos arquitectura, interiorismo y arte contemporáneo. Nuestro objetivo es que las tres disciplinas dialoguen entre sí en perfecta armonía. Trabajé en Milán, Londres y Portugal, donde conocí otras formas de abordar la profesión y aprendí mucho. Cuando volví a España identifiqué una gran brecha entre arquitectura e interiorismo, por lo que concebí Gärna Studio con la voluntad de repararla y diseñar espacios acogedores donde intervengan por igual.
“Gärna Studio Gallery es multidisciplinar. Su objetivo es que arquitectura, interiorismo y arte dialoguen entre sí en perfecta armonía”
-Conocerás decenas de marcas gracias a tu labor. ¿Cuáles son tus favoritas?
-Intento hacer todas las piezas posibles a medida con mis artesanos de confianza. Me gustan las telas lisas de texturas naturales, los estampados de Pierre Frey y firmas singulares como la italiana Livio de Simone. Mis tiendas de cabecera son los anticuarios, donde encontrar tesoros de diseñadores de los años 20, 50 o 70. En Madrid me encantan Rue Vintage 74, Helena Egea, El Ocho, Olofante, La Europea...
-Para terminar, ¿cómo es para ti la casa ideal?
-Tiene que ser un reflejo de las personas que viven en ella; de sus gustos, intereses y necesidades. Un lugar que haga feliz, tenga luz, esté rodeado de referencias a la naturaleza -si es posible con jardín o terraza y si no, con plantas de interior- y decorado con objetos que enamoren y hayan sido seleccionados uno a uno. En definitiva, un sitio cómodo y agradable. Ante todo, ha de ser un refugio.
Trucos de experta