Cuando Catalina Alarcón se anima a bailar flamenco se hace un silencio entre el público más entendido. Es su segunda pasión, el primer lugar lo ocupa el interiorismo . Esta sevillana de pro ejerce como arquitecta de interiores desde hace más de dos décadas y su estilo, elegante y atemporal, se refleja en su casa del centro de Madrid , vanguardista, moderna y libre de opulencias.
-¿Cómo descubriste tu vocación?
-Siempre me ha atraído la arquitectura, pero decidí hacer interiorismo porque me gusta más trabajar a una escala menor, ir al detalle.
-¿En qué espacio de tu casa disfrutas más?
-Sin duda en la butaca de cuerdas del salón, tiene un balcón justo detrás por donde entra la luz por la mañana y me encanta sentarme ahí a leer los fines de semana.
“Esta casa fue amor a primera vista. El barrio es muy tranquilo durante el día y nos conocemos todos. Es un gusto vivir aquí”
-¿Viste muchas casas antes de comprar esta o fue amor a primera vista?
-Vi muchísimas, pero esta fue amor a primera vista, lo tuve muy claro nada más entrar.
-¿Cómo es la vida en el barrio de Justicia?
-Por las noches es bullicioso, pero durante el día es tranquilo y muy alegre; nos conocemos todos, da gusto vivir aquí.
-¿Algún objeto decorativo al que le tengas especial cariño?
-A la escultura de Maru Oriol que tengo en la entrada, me la regaló mi marido por mi cuarenta cumpleaños y me gusta muchísimo, es increíble lo que puede salir de un bloque de mármol.
-Eres atrevida mezclando colores y texturas, ¿cómo consigues que haya una armonía?
-En general uso colores muy neutros, pero me gusta dar un punto de color en algún sitio, algo más atrevido, que la mirada se vaya ahí al entrar.
-¿Cuantos años llevas trabajando como arquitecta de interiores?
-Desde que acabé la carrera. Hubo una etapa de mi vida en que lo compatibilicé con mi otra gran afición, que es el baile; impartía clases de flamenco y disfrutaba muchísimo al poder dedicarme a las dos cosas, pero llegó un momento en que tuve que elegir porque no llegaba a todo.
“Desde que acabé la carrera hubo una etapa de mi vida en que la compatibilicé con mi otra gran afición, que es el baile. Impartía clases de flamenco, pero tuve que elegir”
-¿El lugar más sorprendente donde has encontrado inspiración?
-En los escaparates. Los escaparatistas de las grandes firmas españolas marcan tendencia tanto en la moda como en la decoración.
-Al final del día, ¿qué quieres que diga tu casa sobre ti?
-De las casas que decoro, y eso lo aplico también a la mía, lo que me gustaría es que quien haya estado un rato piense: “qué a gusto se está en esta casa”, sin saber exactamente el motivo.
-Eres una viajera incansable, ¿cuál es tu próximo viaje?
-En estos momentos cualquier excursión me parecería igual de emocionante que un viaje a la luna.
-¿Nos recomiendas algún libro de decoración?
-Sin duda, todos los de Axel Vervoordt, es un genio.
-Ahora que muchos estamos teletrabajando, ¿qué consejos nos darías para adaptar nuestras casas?
-Tenemos que crear espacios polivalentes, que la mesa de comedor sea a su vez mesa de trabajo; incluso el carro de té lo puedes usar de apoyo para impresora y archivos. También aprovechar espacios de paso, por ejemplo: si tenemos un pasillo ancho, colocar una mesa larga y estrecha, un sitio que nunca hubiésemos pensado nos puede resultar un sitio agradable para trabajar. El trastero, si tiene ventana, pintándolo y colocando una buena luz puede resultar estupendo. Ahora tenemos que aprovechar espacios y usar la imaginación.