living 27 manara© Mónica suárez de tangil

Aventura en el paraíso

Acabaron en la Riviera Maya casi por casualidad, pero ya no se han movido de allí. Un sueño compartido las convirtió en socias y las unió al lugar: generar un impacto positivo en las mujeres de la comunidad maya a través de exquisitas piezas de artesanía local


15 de febrero de 2022 - 19:33 CET

Marce y Debo hicieron hace algunos años eso que todos hemos pensado en hacer alguna vez. Liarse la manta a la cabeza e instalarse en el paraíso. Marcela Pérez Krieb es una inquieta y simpática mexicana que se crió saltando de un lado al otro del charco, de México a París, de Italia a Washington, formándose en todo aquello relacionado con el conocimiento del ser humano -Arte en la Sorbona, Life Coaching en Miami, el método Montessori en Perugia- y procurando, como aprendió de su familia, aportar su grano de arena a la comunidad.

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© Mónica suárez de tangil

En familia: ambas socias con sus respectivos hijos en el hotel Nueva Vida, decorado con las creaciones de Manara.

Tras regresar a Ciudad de México, un matrimonio y tres hijos más tarde -Patricio, Pato, de 18 años; Alexa, de 17 años; y Andrea, Andy, de 15 años- las circunstancias volvieron a ponerla de nuevo en marcha, esta vez en dirección al paraíso que tenía a la vuelta de la esquina: la Riviera Maya. Y allí es donde empezó a darle vueltas a una idea. “No me había formado en nada que tuviera que ver con la decoración, pero tengo pasión por ella desde siempre. Cuando construimos nuestra casa en Ciudad de México, de casada, siempre pensé… ‘Un día voy a decorar o a hacer productos para el hogar’.

“Solo más tarde la vida me llevó hasta la Riviera Maya y acabé enamorándome del lugar y de su magia. En mi familia todos son empresarios, pero siempre ha sido importante generar un impacto positivo en la comunidad. Mi padre incluso tiene un hotelito en Chichen Itzá donde persigue, a través de retiros de yoga y meditación, generar un cambio. Sin embargo, nadie se dedicaba a la artesanía. Yo buscaba hacer algo en agradecimiento a nuestras raíces -mi ‘México lindo y querido’, como dice la canción-, recuperar nuestras tradiciones ancestrales y apostar por crear cosas lindas a través de la  artesanía, única y espectacular, de nuestra comunidad”.

© Mónica suárez de tangil

© Mónica suárez de tangil

“Manos con alma”: Fibras naturales como el algodón o el henequén -una planta tradicional cuyo uso se estaba perdiendo y Marce y Debo se han propuesto recuperar-, trabajo artesano sobre bastidores de madera y todo el amor y sabiduría ancestral que las mujeres mayas -las únicas que se encargan de urdir y tejer, de ahí lo de ‘manos con alma’- ponen en sus maravillosos diseños. El resultado son hamacas, tapetes y manteles elaborados artesanalmente bajo el nombre de Manara -su significado en árabe es ‘luz’-; una romántica aventura para estas dos emprendedoras y un proyecto que ofrece visibilidad a la cultura local y un impacto positivo en las mujeres de la comunidad maya.

Estaba lista para que su camino se cruzara con el de Débora Jiménez Peiretti, una argentina que se había mudado años atrás a México por cuestiones laborales y que, como ella cuenta, había acabado viviendo en la Riviera Maya con su “hermosa familia a cuestas -Valentín, de 10 años; Tomás, de 7 años; y Pía, de 2 años-”. Marce sería una de las primeras personas que conoció al llegar. Y sus encuentros siempre estuvieron marcados por la ilusión de generar algo nuevo. “Recuerdo como si fuera ayer -cuenta Marce-, que íbamos en el coche por pueblitos del Yucatán, cuando el esposo de una amiga nos pidió ayudarlo a decorar un departamento que tenía. Y de aquel trayecto, viendo los hermosos puestos de nuestra artesanía mexicana en la carretera y buscando una hamaca para aquella petición, surgió la idea. ‘¿Y si hacemos hamacas supervisadas y llevadas a otro nivel?’”.

© Mónica suárez de tangil

© Mónica suárez de tangil

Momento de relax: arriba, Marce, presidida por una hamaca de Manara. Sobre estas líneas, detalle de una de las exóticas y paradisíacas habitaciones.

Debo corrobora lo que cuenta su amiga. “En ese momento comenzó la búsqueda de ‘las manos con alma’, como nos gusta llamarlas -explica Debo-. Así es como conocimos a esta hermosa familia de artesanos, que son los que hacen posible Manara. Y al conocerlos, nos adentramos en sus tradiciones, en sus historias y en su forma de vida. Nos llena de orgullo poder colaborar con comunidades locales que tanto tienen para contar, tanto que compartir y tanto talento que enseñar”.

Su adorado Mati -Matías Chac- fue el afortunado encuentro que siguió a esa idea, quien a su vez las puso en contacto con el resto de la comunidad que ayudaría a dar forma al proyecto -su propia familia-. “Una familia grande y hermosa donde es un placer ver a mujeres como doña Herminia urdiendo hamacas, desarrollando la técnica del macramé, tejiendo...”. Manara, que significa “luz” en árabe, acababa de nacer.

© Mónica suárez de tangil

Sobre la arena: Debo, en un rincón del hotel Bardo que ha acogido las piezas de artesanía fruto del proyecto solidario de Manara con las mujeres de la comunidad.

Y sus hamacas , efectivamente, se convirtieron en el producto estrella. Hechas a mano por comunidades locales, trabajadas en algodón, con detalles tan particulares como la incorporación de la gamuza para los brazos. Pero no solo eso. A las hamacas les siguieron  alfombras, manteles individuales, tapetes... e incluso se propusieron rescatar el henequén, la fibra de una planta cuya utilización se estaba perdiendo. Una aventura, en suma, que dura ya cuatro años. “Es verdaderamente inspirador poder contribuir a que no se pierdan tradiciones que vienen de generaciones -explica Marce-. El objetivo era impactar positivamente en una comunidad maya de mujeres creativas con muchas ganas de salir adelante. Y así es como comenzamos una historia que se sigue escribiendo”.

Un viaje perfecto a Riviera Maya

Un viaje perfecto a Riviera Maya

© Mónica suárez de tangil

Imprescindible

“Descubrir los cenotes, son espectaculares; y visitar la zona arqueológica de Tulum y Coba”.

Aventuras marinas

“Bucear en Cozumel, uno de los lugares más maravillosos del mundo; nadar con el tiburón ballena cerca de isla Mujeres y hacer snorkel con las tortugas en Akumal”.

Dónde dormir

“Hotel Esencia, antes una villa de una duquesa italiana, y ahora un hotel en una de las playas más exclusivas de la Riviera, Xpu-Ha: un paraíso de arena blanca y mar en varios tonos de azul. Una belleza, además de muy privado”.

De compras

“Hindra Boutique, en Tulum, y Kokko en Playa del Carmen. Y tienen nuestras hamacas.

Para comer

”Bu’ul, en el hotel Chablé Maroma en playa Maroma”.

Producción y realizaciónbad creative studio
FotografíaMónica suárez de tangil
Peluquería y maquillajeDavid Friedmann
AgradecimientosHotel Bardo Tulum @bardotulum
Look 1Marcela, con vestido blanco de Daniela Bustos; top de flecos de Wanderlust Tulum. Débora,de Denisse Kuri. Niños, de La Troupe
Look 2denisse kuri.
Look 3la troupe