Entrar en Cuevas es entrar en un pequeño oasis tropical donde la agricultura ecológica juega un papel muy importante. Pero, además, es el lugar donde Pati recarga las pilas, un sitio mágico donde disfruta de la vida junto a su familia y amigos.
-Pati, nos recibes en esta finca con tanta historia. ¿Qué significa este lugar para ti?
-El campo es mi infancia, mi origen y mi medio de vida. Aunque me eduqué en Madrid, las visitas eran frecuentes y mi padre me enseñó a quererlo y respetarlo. Cuando estoy aquí siento que mi padre, mi abuelo y mi bisabuelo me observan y me dan consejos. Ellos siguen presentes, están aquí y pusieron el listón muy alto. Mi obligación es dejárselo a mis hijos en mejores condiciones que en las que yo lo recibí...
“Los agricultores ecológicos promovemos el consumo de productos de temporada y proximidad, con eso evitamos la contaminación que supone el transporte”
-Seguro que aquí tienes muchos recuerdos...
-¡Muchos! Las fiestas de cumpleaños que me organizaba mi padre con fuegos artificiales, los paseos en el Méhari haciendo rallies, largas rutas a caballo… Recuerdo a mi padre a caballo de una finca a otra.
-¿Qué te gusta de vivir aquí?
-Me gusta disfrutarlo con mi familia y recibir a amigos, meditar, pasear, jugar a las cartas, respirar aire limpio y sobre todo cocinar, mi gran pasión. Me encanta disfrazarme con ropa que tengo vintage, recoger las verduras del huerto y cocinarlas. Después de unos días en el campo, vuelvo a Málaga con las pilas cargadas.
“La finca se encuentra en una zona de clima subtropical, un pequeño oasis en España. Me encanta que sea ecológica desde sus orígenes, plantamos mangos y aguacates desde 1979”
-Cultivas aguacates y mangos. ¿Desde cuándo?
-Somos la cuarta generación de agricultores en la zona, y me considero heredera de un privilegiado negocio vinculado a la tierra. Cuando mi abuelo tuvo que arrancar la caña de azúcar porque la melaza venía de Santo Domingo un 70 % más barata apostaron por los cultivos hortícolas de temporada, pero los precios eran muy inestables, así que mi padre se dedicó al cultivo del fresón. Tras unos buenos años, lo dejaron ya que en zonas como Huelva se dio mejor. Entonces apostamos por el aguacate y los cítricos, que con el tiempo se sustituyeron por más aguacates y luego mangos. Mi padre fundó la cooperativa TROPS que hoy es la mayor comercializadora de aguacate y mango de España.
-Toda vuestra producción es ecológica, ¿qué supone eso?
-La finca se encuentra en una zona con clima subtropical, un pequeño oasis. Me encanta tener una finca ecológica donde, desde 1979, plantamos mangos y aguacates. Debido a la visión respetuosa con el medioambiente, mi padre decidió cultivar de forma ecológica incluso antes de que existieran certificadoras en España. Es un cultivo complejo y requiere mucha mano de obra; los frutos no tienen tanto peso ni son tan apetecibles a la vista y de media se produce un 20 % menos. A cambio, no contaminamos los acuíferos de nitratos ni mueren abejas, pajarillos y otros insectos. Somos respetuosos con el ciclo de la vida…
“La cocina es mi gran pasión. Aquí me encanta disfrazarme con ropa que tengo vintage, recoger las verduras del huerto y después cocinarlas”
-¿Qué opinas del cambio climático?
-Ya no llueve como antes, las estaciones se difuminan, el verano se alarga y los árboles florecen en momentos inverosímiles. Es difícil pararlo, pero sí podemos ralentizarlo con pequeños gestos. Por ejemplo, los agricultores ecológicos promovemos el consumo de productos de temporada y proximidad, con eso evitamos la contaminación que supone el transporte. Y la utilización de energías verdes, el uso controlado del agua o el reciclaje de plásticos es una forma de vida.
“Aquí tengo muchos recuerdos de mi infancia, como los cumpleaños que me organizaba mi padre, con fuegos artificiales o los paseos en el Méhari haciendo rallies”
-¿Cuántas variedades tenéis?
-El 70 % está plantado con aguacate de la variedad Hass, y en mango apostamos por la Osteen y Keitt. Pero en las fincas ecológicas debemos mantener una biodiversidad para que las plagas no se hagan fuertes ni haya depredadores, así que tenemos plantaciones de pomelos, mandarinos, naranjos...
-¿Hay algún árbol de los que tenéis al que le guardes especial cariño?
-Mi padre bromeaba diciendo que “al que cortara un árbol había que cortarle una mano”. Yo adoro cada árbol de la finca. Hay un aguacate guatemalteco que plantó mi abuelo, regalo de un amigo suyo piloto de Iberia, que da unos aguacates raros y deliciosos. Ese árbol es especial, me recuerda a mi abuelo.
Ensalada de mango, aguacate y garbanzos al curri
Ingredientes: ● 1 aguacate ● 1 mango ● 1 cebolleta ● 1 tomate ● 1 tarro de garbanzos cocidos ● 1 poco de curri en polvo ● 1 cucharada de salsa de soja ● 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
Elaboración: “Antes de nada, escurrimos el tarro de garbanzos, los aclaramos y los rehogamos en una sartén con un poco de aceite de oliva y curri en polvo. Removemos bien para que se unan los sabores. Aparte, en un bol, mezclamos el mango -pelado y partido en trocitos-, la cebolleta picada fina y el tomate, también partido en trocitos, y añadimos los garbanzos salteados con el curri a la mezcla. Por otro lado, partimos los aguacates en dos mitades, les quitamos el hueso y los rellenamos con lo anterior. Aliñamos conun poco de aceite de oliva virgen extra, sal y una cucharadita de salsa de soja… ¡y listo!”.
Tartar de aguacate y salchichón
Ingredientes: ● 100 g de salchichón ● 1 aguacate ● 1 puñado de alcaparras ● 1 cebollita dulce ● 1 tomate.
Para la salsa: ● 50 ml de salsa de soja ● 50 ml de salsa Worcester ● 1 cucharada de mayonesa ● sal
Elaboración: “Lo primero que hacemos es picar el salchichón a cuchillo lo más fino posible. A continuación, pelamos y cortamos el aguacate, también en taquitos, y lo juntamos al salchichón en un bol. Después, picamos, también en trocitos, la cebolla dulce y el tomate, y lo agregamos al bol anterior. Por último, añadimos el puñado de alcaparras y lo mezclamos todo muy bien. En un recipiente aparte, hacemos la salsa para aliñar el tartar mezclando la salsa de soja, la salsa Worcester, la mayonesa y la sal. Lo batimos todo bien y lo unimos al bol con todos los ingredientes. Removemos enérgicamente hasta ligar todos los ingredientes. Probamos y rectificamos de sal si fuera necesario. Para servirlo, a mí me gusta acompañarlo de tostas o de nachos para dipear”.