Sally Hambleton es uno de los nombres fundamentales de la decoración floral en España . Hace 20 años y tras un despido en su trabajo en banca, empezó con la tienda que lleva su nombre de flores, plantas, arreglos por encargo y ahora también objetos de decoración. “He crecido entre flores, porque mi madre ha sido siempre, como buena inglesa, muy aficionada”, dice Sally. Con ella, su madre Sarah y su hija Angélica, que acaba de crear su marca de ropa, hablamos en su casa de Madrid, muy cerca de donde también tiene su taller.
-Está muy de moda utilizar las flores como terapia…
-Para mí lo son. Hacer un arreglo de flores me hace concentrarme y olvidarme de todo lo demás. Es como una pequeña meditación. La belleza de las flores y su riqueza de colores, texturas y formas me emociona cada vez más. Jamás me canso.
-¿Cuál es tu flor preferida?
-Imposible elegir solo una. Lo bueno es que cada temporada tenemos flores diferentes. Algunas se repiten (las rosas, los lilium, los claveles…), pero muchas son únicas de cada estación, ¡y cada estación tiene sus hits!
“Yo nací en India y fui interna a un colegio en Inglaterra. Hace 52 años que vivo en España y cuatro décadas que me dedico las antigüedades”, Sarah Hambleton
-La decoración es otra de tus pasiones...
-Sí, estudié Diseño de Interiores en IADE en Madrid. Todo pasa por embellecer el interior y hacerlo más eficiente y confortable. Me vino muy bien cuando empecé con las flores, porque empezamos decorando muchísimas bodas. Por eso, a raíz del confinamiento, me animé a crear una pequeña colección cápsula de objetos decorativos hechos en España con artesanos maravillosos y la lanzamos hace un año con el nombre de SH Home & Garden. Está disponible online y dos veces al año abrimos las puertas de nuestro estudio en Madrid, y hacemos una venta presencial. La próxima será del 2 al 11 de diciembre, y será de decoración navideña.
-¿Cuáles son tus claves para crear un ambiente especial al recibir en casa?
-La iluminación, siempre tenue e indirecta, con muchas velas encendidas; el olor, mi casa siempre huele a nuestra vela de peonía; las texturas y el color, me gustan mucho los tejidos antiguos y la superposición de los mismos: seda, lana, lino, terciopelo y, por supuesto, las flores, o en su defecto, las plantas. ¡Si pueden ser las dos cosas, mejor!
-¿Con qué te gusta mezclar las flores a la hora de poner una mesa?
-¡Con velas! Las velas lo mejoran siempre todo.
-En España no hay la misma tradición con las flores que en Inglaterra…
-Allí hay una enorme afición y tienen mucha agua. Los jardines son más fáciles de mantener y permiten tener mayor variedad de plantas. Además, su desarrollo urbanístico es horizontal más que vertical, y esto hace que una gran parte de la población tenga un jardín, aunque sea pequeño. En Inglaterra se vive de puertas para adentro y las artes decorativas siempre se han cultivado mucho.
-¿Qué le recomendarías a alguien que quiere abrir su propio negocio?
-Que le apasione de verdad. Porque ni se imagina cuantísimas horas de su vida le va a dedicar. Y también que tenga mucha capacidad de trabajo, tanto física como intelectual. Si puede formarse además en la gestión de empresa, mejor que mejor.
“La iluminación, siempre tenue e indirecta, con muchas velas encendidas, el olor a peonía, la superposición de tejidos y, por supuesto, las flores son claves para recibir en casa”, Sally Hambleton
-En tu familia hay mucha tradición floral.
-Sí, y yo tuve la suerte de criarme unos años en casa de unos tíos míos muy queridos en Inglaterra. Mis segundos padres. Mi tía Felicity era diseñadora floral. Se formó en la escuela de Constance Spry, una leyenda en nuestro sector (el Garden Museum de Londres le acaba de dedicar una exposición a su trabajo). Ella me transmitió su pasión por su profesión y por su estilo de vida. Me fascinaba que viviera en el campo al sur de Londres, en una casa preciosa, rodeada de naturaleza, y decorando bodas desde el taller que montó en el granero de su finca. Un sueño. Ella y mi madre son mi gran inspiración.
-Vuestra familia es una piña, y tu madre ha sido una gran ayuda en tus inicios como florista.
-Sin mi madre y sin mi marido, Sally Hambleton no existiría. Mi madre fue la inspiración, pero también mi trabajadora número uno. Ella y yo repartíamos todos los arreglos que nos encargaban al cerrar la tienda al mediodía. Nos hemos hecho eventos de 400 personas entre ella, mi marido, un par de transportistas y yo. Nadie sabe lo que hemos trabajado.
-Sarah, ¿desde cuándo vive en España?
-Desde hace 52 años.
-¿Cómo se convirtió en una ‘cazadora de antigüedades’ hace más de 40 años?
-Quise mandar a mis cuatro hijas al colegio en Inglaterra, y mi marido no estaba muy por la labor por lo que costaba. Así que decidí probar a traer pequeñas antigüedades de Inglaterra y venderlas en España, desde mi casa, a ver si así podría lograrlo. ¡Y lo conseguí! Además convertí mi hobby en mi negocio y lo disfruto muchísimo. Ahora me he asociado con mi hija pequeña, Lucy, que me ha hecho una cuenta de Instagram, @sarahsantiques, y vendemos por ese canal.
-Durante muchos años fue bailarina…
-¡Sí! Yo nací en India. Mi madre era hija de un médico inglés y se casó con mi padre, que gestionaba plantaciones de té en Assam. Siempre vivieron allí, y cuando llegó el momento de escolarizarnos a mi hermana y a mí, hicieron lo que era la costumbre entonces: mandarnos a un colegio interno en Inglaterra. Y no se sabe bien por qué, a mí me mandaron a un colegio de ballet ruso con cinco años. Fui bailarina profesional. El ballet es otra de mis grandes pasiones.
-Su nieta también ha heredado la semilla del emprendimiento. ¿Qué consejos le da?
-Bueno, mi nieta tiene 17 años y no escucha mucho a su grannie… Pero lo que sí que creo es que, sin quererlo, el gusanillo por lo antiguo se lo he transmitido yo. Comprábamos juegos de té y ella se probaba toda la ropa antigua que también venden en este tipo de tiendas.
-Angélica, ¿cómo compaginas tus estudios con tu negocio online de moda vintage?
-Acabo de empezar, y solo vendo por Instagram (@jojo_byangie). Voy poco a poco y solo vendo un día a la semana, para no distraerme demasiado de mis estudios; es mi último año de colegio.
-¿Quién te animó más a montarlo, tu madre o tu abuela?
-A mi madre le divierten estas cosas y me animó, siempre y cuando no me llevara mucho tiempo -de ahí viene la idea de vender solo un día a la semana-. ¡Y a mi abuela todo lo que sea vender le parece fenomenal!