“Mi pasión por la vida microscópica empezó a los 10 años, cuando mi madre me regaló un microscopio por mi cumpleaños”, comienza bióloga y experta en microbiota humana y Certificada en nutrición clínica y nutrición para la mujer Mariana Aróstegui cuando se le pregunta por cómo empezó a interesarse por el poder de las bacterias que tenemos en nuestro intestino. Predestinada, se especializó en biotecnología, la aplicación de la vida microscópica en la industria, y terminó dedicándose a la nutrición clínica, especialmente enfocada a las mujeres. Hoy, por su consulta en Bmum han pasado un sinfín de nombres conocidos.
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Cuando las colonias bacterianas están equilibradas, se reducen las patologías digestivas, los problemas emocionales, los desequilibrios hormonales y eso nos hace sentirnos mejor y no retener líquidos o grasas. Para ello, Mariana propone un método centrado en ‘la vuelta al pasado’. “La dieta occidental contemporánea, basada en cereales, azúcares, procesados, cárnicos de mala calidad y grasas refinadas favorece el crecimiento de microbios nocivos”, explica. “En definitiva, todo aquello que nos aleja de nuestras necesidades animales reales. Desde los primeros días de vida es importante no solo lo que comemos, sino también el contacto con la naturaleza o la exposición al sol. Todo influye en nuestro equilibrio bacteriano”. Palabra de experta.