Se hace llamar madre de cinco dragones (@motheroffivedragons) en su cuenta de Instagram, como la protagonista de la serie Juego de Tronos. Sus dragoncitos son sus cinco hijos: Mateo, Eduardo, al que todos llaman Dino, y los trillizos, Nicolás, Yago y Beltrán. Con ellos, su marido y sus padres viven en La Marquesa, la finca de su familia en Jerez desde los tiempos de su tatarabuelo. Allí crecen sus hijos rodeados de naturaleza y Carla dirige su propia agencia, C2 Creativos, junto a su socia, Cristina, a la que conoció cuando se trasladó al sur desde Madrid con toda su familia para reinventar su vida.
-Has trabajado en varias firmas de moda, ¿qué has aprendido de ellas?
-Después de estudiar la carrera de Business Administration en CUNEF, hice un máster de Diseño de Moda en el IED (Instituto Europeo de Diseño) y he trabajado en Loewe y Cortefiel. El mundo de la moda es apasionante y también sacrificado. Me ha aportado muchísimas cosas, he conocido a gente muy interesante y me ha dado las bases para poder montar mi propia empresa.
-Desde que nacieron los trillizos te has instalado en Jerez. ¿Qué te llevó a cambiar Madrid por el campo?
-Cuando nacieron los trillis, Dino y Matt tenían uno y tres años, así que me vi un poco sobrepasada con la situación. Necesitábamos mucha ayuda y en Jerez teníamos a nuestras familias y pensamos que íbamos a estar más amparados. ¡Claramente, fue un acierto! Por suerte mis padres nos recibieron con los brazos abiertos en su casa y no podemos estar más agradecidos.
-Cuéntanos la historia de esta casa.
-La Marquesa es una finca que perteneció a mi tatarabuelo Pedro Nolasco González de Soto, marqués de Torresoto, y que heredó mi abuela Cristina Gónzalez Gilvey. Junto con mi abuelo Andrés Rebuelta rehabilitaron la casa en los años 50 y se instalaron a vivir allí. Cuarenta años más tarde, cuando yo tenía cinco años, volvimos de Madrid y mis padres compraron parte de la finca a sus hermanos, se quedaron con la casa y la rehabilitaron de nuevo adaptándola a las necesidades de nuestra época.
“La Marquesa ha pertenecido a mi familia desde los tiempos de mi tatarabuelo, el marqués de Torresoto”
-¿Vives aquí con tus cinco niños, tu marido y con tus padres?
-La verdad que en mi familia somos todos un poco nómadas. Mis padres viven entre el campo en Ciudad Real, Madrid y Jerez, así que no siempre están. Mi marido sigue trabajando en Madrid, aunque por suerte con el teletrabajo ahora pasa aquí varios días a la semana. Los niños y yo hemos estado aquí dos años y, cuando teníamos decidido volver a Madrid, llegó el confinamiento y alargamos nuestra estancia en el sur. Entonces alquilamos una casa en El Puerto de Santa María, así que ahora estamos entre los dos sitios. Entre semana, en Jerez con los niños en el cole y los fines de semana hacemos más vida en familia en El Puerto.
-¿Cómo definirías el estilo de decoración de la casa?
-Mis padres son unos enamorados de la arquitectura y la decoración. El encanto que tiene esta casa es que ha sido puesta poco a poco, entre chamarileros, derribos, anticuarios y brocantes de Bayona y Biarritz, donde pasábamos temporadas en casa de mis tíos, los condes de Coux. Con eso y los muebles que por ley de vida hemos ido heredando y con la ayuda de nuestro primo el decorador Pepe Leal, hemos conseguido una casa con mucha alma que nos ha acogido a varias generaciones.
“Los niños y yo llevábamos aquí dos años cuando llegó el confinamiento y ya no nos hemos movido”
-¿Dónde has encontrado sus pequeños tesoros y antigüedades?
-Soy una loca de los mercadillos; cuando viajo es lo primero que miro en las guías y, en cuanto abren, ¡allí estoy la primera buscando tesoros! Cuando viví en París iba cada fin de semana a Las Pulgas y en Madrid, al Rastro, mi tienda favorita de allí es El Ocho.
-¿Cómo compaginas tu vida profesional con ser madre de cinco niños pequeños?
-Viviendo en el sur todo es más fácil. No sé si en Madrid sería capaz. La suerte es que ahora tengo un trabajo más flexible; cuando trabajas por tu cuenta, trabajas el doble, pero eres más dueña de tu tiempo, así que me organizo bien, ¡aunque luego me den ‘las 2 a. m.’ todas las noches trabajando!
-Un truco infalible para organizarte.
-Tener ayuda en casa y saber delegar. Ser muy estricta cuando hay que serlo y muy ordenada.
-Supongo que necesitaréis el triple de ayuda en casa que otras familias.
-¡Sí! ¡Si no, no podría trabajar! Gracias a Dios tengo a unas personas maravillosas en las que confío plenamente, son parte de la familia.
“Mi infancia aquí fue maravillosa, hacía cabañas en los árboles, montaba a caballo, buscábamos insectos… No entraba en casa hasta la hora del baño”
-¿Qué crees que aporta a los niños crecer en el campo?
-¡Creo que son más libres y desarrollan más su imaginación! Desde mi punto de vista es una vida más sana, no soy muy partidaria de las tablets y la televisión y también ayuda que aquí hace buen tiempo casi todo el año.
-¿Cómo fue tu infancia?
-Mi infancia fue en esta casa y la recuerdo maravillosa. Cuando llegaba del colegio hacía cabañas en los árboles, montaba a caballo, buscábamos insectos… y no me metía dentro de casa hasta que me llevaban de los pelos al baño y a cenar.
-¿Cómo viviste el confinamiento con los cinco pequeños?
-Pues pasarlo aquí fue un verdadero privilegio, claro que el confinamiento no ha sido agradable para nadie y el homeschooling no se me ha dado muy bien… Pero teniendo en cuenta cómo hubiese sido en mi piso de Madrid, no me puedo quejar absolutamente de nada.
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