¿Por qué ceñirte a organizar tus veladas en el comedor? Vuélvete loco y mueve la mesa a lugares inesperados, como un recibidor o la biblioteca de la casa. Estos cambios le darán un aire distinto y sorprendente a cualquier reunión en casa.

Los toques naranjas y ocres de las flores aportan al conjunto un aire otoñal que contrasta con la frescura estival de la vajilla

Tesoros de familia

Que no te dé pereza sacar y pulir las antiguas cuberterías, candelabros o jarras de plata heredadas de tus antepasados… ¡En todas las casas hay algo que merece la pena ser recuperado… y disfrutado!

De herencia: jarra de agua, de Hay (c.p.v.). Colores del entorno: copa, de Sèvres (154 €) y vela, de Rituals (19,90 €). Primero de cuchara: cuenco pintado, de Gien (55 €).

¡Mezcla sin miedo!

Da igual el momento del año en el que te encuentres, si te apetece poner tus platos más estivales y recordar con ellos los días de verano… ¡adelante! Simplemente combínalos con unos centros de flores de temporada y el resultados será de lo más especial, evocador y sorprendente.

Artes aplicadas: plato pintado, de Les Ottomans (373 €). Flores de otoño: ramo Bosquettina, de Margarita se llama mi amor (120 €). El básico: cubertería de 56 piezas, de Studio William (428 €).

Puntos de luz

Es uno de los factores más importantes a la hora de componer una mesa perfecta. La atmósfera que se puede crear a través de la iluminación es un elemento más de la composición. Como regla general, es mejor evitar siempre cualquier luz fría directa y apostar por distintos puntos de luces cálidas y matizadas a media altura.