Lo suyo ha sido un no parar. Tras criarse en Madrid, formarse en universidades europeas y trabajar en medio mundo, el amor la arrastró hasta Miami, el trabajo la hizo quedarse y su mar la terminó de atrapar. Pero no para siempre. Cuando llegó la hora de formar una familia -y va camino del cuarto hijo-, Pati Alexander decidió que, como en casa, en ningún sitio. Junto a su marido, puso rumbo de vuelta a su ciudad natal y sustituyó el océano Atlántico por el pantano de San Juan, el hermoso mar de Madrid.
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-¿Recuerdas algún momento hasta ahora en el que no estuvieras viajando?
-No, la verdad. Estudié en un colegio francés aquí en España; luego en Inglaterra, y después en universidades en Madrid, París y Londres. Pero la primera vez que me mudé por trabajo fue a Nueva York, a trabajar en Range Online Media, una de las agencias de medios digitales más grandes de EE. UU. Y aproveché para formarme en Marketing Digital. Tenía 25 años y era un sueño.
-Tu punto de inflexión fue Miami. ¿Un destino de trabajo que trajo consigo el amor, o al revés?
-Fue por amor, pero trajo consigo el trabajo. Conocí a mi marido en un viaje a Miami; él es español, pero llevaba cuatro años allí. Se dedica al mundo de los juguetes y nos conocimos en una fiesta de ArtBasel. Yo estaba trabajando en Madrid, pero, después de un año de noviazgo, lo tuve claro; en enero de 2013 decidí mudarme. Y allí es donde me surgió la oportunidad de empezar SrBurns en Perú. SrBurns fue muy rompedora en España en términos de creatividad digital y ya en 2013 llevaba muchos años siendo una de las agencias líderes del sector. Y Perú era un país lleno de oportunidades.
“Nos encanta el mar y este es el mar de Madrid. Me gusta el atardecer del porche a última hora; es un sitio con una luz especial y con unas vistas maravillosas a ese mar”
-¿Cómo te fue lo de emprender?
-Al principio difícil. Recuerdo años de muchísimos viajes y esfuerzo viviendo entre Miami y Lima. Pero, a día de hoy, es lo más gratificante que me ha pasado en mi vida profesional. En ocho años nos hemos convertido en una familia de casi 100 personas y hemos realizado grandes proyectos.
“No sé cómo lo hacemos, pero pocas veces estamos solos. Un gran ‘spot’ para mí es la mesa de comedor de invierno. ¡Poder sentar a 20 personas en una misma mesa es divertidísimo!”
-Hace cuatro años también te estrenaste en la maternidad, ¿cómo te ha cambiado la vida?
-Es un tópico, pero ser madre es la mejor experiencia de mi vida. La vida te da un giro de 180 grados y en nuestro caso aún más, ya que nos mudamos a Madrid cuando yo estaba de 8 meses de mi primera hija y 5 años después voy a tener 4 hijos.
-¿Qué es lo que tiene Madrid que no has encontrado en esos otros lugares?
-Tanto mi marido como yo somos madrileños y para nosotros tener hijos en Miami, lejos de la familia, era muy difícil. Madrid es una ciudad que ha cambiado muchísimo en los últimos 10 años. Una referencia en muchísimos ámbitos; perfectamente conectada y cada vez más cosmopolita, pero no ha perdido la esencia y no se ha desnaturalizado. Me encanta, es la ciudad perfecta para crear una familia.
“Buscábamos una casa familiar cerca de Madrid y esta tenía unas vistas increíbles, pero estaba muy antigua. Nos animamos a reformarla y empezamos una obra completa”
-Y el pantano de San Juan es vuestro refugio.
-Sí, esta es nuestra residencia de fin de semana; la compramos al poco tiempo de llegar a España. Está a una hora de Madrid y, como ya no tenemos el mar de Miami, nos quedamos con el pantano de San Juan, que es un sitio maravilloso y creo que bastante desconocido.
-¿Cómo disteis con ella?
-Estábamos buscando una casa familiar cerca de Madrid y esta tenía unas vistas increíbles, pero estaba muy antigua. Nos animamos a reformarla y empezamos una obra completa; un proyecto familiar donde, además de la nuestra, mis suegros y mis cuñados también tienen su casa.
-¿Qué os gusta hacer aquí?
-Al estar tan cerca de Madrid es muy cómoda para invitar a amigos a pasar el día. Nos gusta organizar largas comidas con amigos; tener la casa llena. No sé cómo lo hacemos, pero pocas veces conseguimos estar solos. Un gran spot para mí es la mesa de comedor que tenemos para invierno, cabemos 20. ¡Poder sentar a 20 personas en una misma mesa siempre acaba siendo divertidísimo! Ojalá podamos retomar pronto esa costumbre. Y puedes estar todo el día haciendo deporte: rutas de paseo, circuitos de bici, motocross y, en verano, todo tipo de deportes acuáticos.
“Tener hijos en Miami era muy difícil. Madrid cada vez es más cosmopolita, sin perder la esencia. Me encanta, es la ciudad perfecta para crear una familia”
-Creo que navegar es una de vuestras aficiones…
-Nos encanta el mar y este es el mar de Madrid. Me gusta el atardecer del porche, a última hora; es un sitio con una luz especial y con unas vistas maravillosas a ese mar.