Con los primeros rayos de sol es normal empezar a soñar con jardines. Pero no basta con tenerlo para que luzca en todo su esplendor; un jardín requiere de cierta planificación y trabajo. El paisajista Fran Cisneros, artífice de algunos de los más admirados de Andalucía, sabe de primera mano la dedicación que requieren, pues lleva más de dos décadas haciendo realidad los sueños verdes de muchos. “Tienen que ser una proyección de aquellos que lo habitan y formar parte de la propia casa”, explica. Lo más importante, para él, es conocer el tipo de vida y cuidados que su diseño podrá tener en el futuro. “Hay que ser consecuentes a la hora de plantear un jardín; pensar cómo lo vamos a mantener y el grado de cualificación que va a exigir. Hablamos de ecosistemas vivos, el mantenimiento posterior es lo que reflejará el éxito del trabajo”. Para ello, nada como apostar por especies autóctonas de la región. “Esto es siempre una garantía, ya que son plantas adaptadas al entorno. Y siempre hay que conectar los jardines con el paisaje circundante”.
4 claves
Siempre a punto
“La mezcla de diferentes especies vegetales nos ayuda a marcar la estacionalidad y, por tanto, crear un jardín vivo de cuya evolución a lo largo del año podamos disfrutar”.
Visión global
“El uso de pequeñas fuentes nos ayuda a crear espacios relajantes que nos permiten abrir nuestros sentidos, y la iluminación debe ser un elemento esencial. El juego de luces y sombras ayuda a crear escenografías diferentes y muy apetecibles”.
Mix & Match
“La plantación de diferentes especies, la sucesión de los estratos vegetales y el tratamiento topiario nos permiten crear movimiento y profundidad en cada espacio. Los elementos verticales, además, ayudan a crear una perspectiva más amplia”.
Juego óptico
“Podemos usar setos de separación utilizando diferentes especies, de este modo creamos una sucesión de estratos que nos permite suavizar el efecto de cierre o muro perimetral, alejándonos de la sensación de espacio cerrado”.