Maxi Iglesias ha cumplido los mágicos 30, está a punto de acabar en Perú el rodaje de Mochileros (Netflix), su quinto proyecto internacional, y triunfa en las series La cocinera de Castamar (Antena 3 y Netflix) y Desaparecidos (Prime Video). Estas son la cosas que (de verdad) lo hacen feliz.

La culpable de que conozca a unas cuantas personas favoritas más en este mundo: mi madre.
Uno muy típico, pero no por ello deja de ser realmente eficaz: ir al cine. Si no se puede, cine en casa.
Un billete de avión o de tren, una botella de agua de vidrio chula de cualquier restaurante (las colecciono) y un libro que no ocupe mucho espacio.
Cualquiera de los 90 o de principios del 2000, y si estaba en algún recopilatorio veraniego, aún mejor.
Estar montando en bici por El Retiro (con ruedines y sin ellos).
Esta sí que es complicada. Profesionalmente, cada vez que voy a Los Ángeles, y cuando fui a Buenos Aires hace dos años para grabar una serie, porque además pude aprovechar para conocer el norte y el sur del país con mi familia. De los viajes personales: Capri, Formentera, Galicia y Cádiz. Ahora Perú, con el rodaje de la película, no se está quedando muy atrás en ambos sentidos.
Roma y Nueva York. También cualquiera de los anteriores que he mencionado.
La del atardecer desde cualquier lugar. Especialmente, desde dentro del mar haciendo surf y viendo cómo se pone el sol.
Una hamburguesa con patatas, aunque esta bien podría ser mi única dieta. Ayer fue la cena.
Una canción que suena de pronto y es de las que me sé; la naturaleza, pasar texto antes de hacer una escena, un baño en el mar, en un lago, en una piscina o incluso una ducha en casa y cenar con mis amigos.
La cámara. La uso todo el rato. Trucos infalibles que usas para relajarte.
Escuchar música y caminar, sentarme en un parque, mirar por la ventana de casa o del coche cuando voy de copiloto… O planear que voy a la playa o a la montaña para relajarme allí.