Desde aquel día en el que el menú de la boda de la Reina Isabel II de Inglaterra se cruzó en el camino de la autora Anne Petersen, esta tuvo claro el potencial de contar nuevamente la historia, pero, esta vez, vista desde el mantel. El resultado fue Legendary Dinners, una compilación de eventos icónicos, enlaces reales y cenas de Estado entre cuyas páginas también se encuentran personajes históricos, escogidos por su capacidad para reunir a gente en torno a una mesa y obrar su magia. Coco Chanel, por ejemplo. “Su residencia en La Provenza era un lugar al que todos, de Churchill a Dalí, anhelaban ser invitados”. “Su máxima era otorgar libertad a sus huéspedes y un almuerzo que nadie quería perderse -cuenta Anne-. El menú era relajado y sin etiqueta; cada invitado se servía él mismo del bufet. Pollo, roastbeef, verduras. Ella era siempre la última en llegar, ataviada con sus pijamas de satén rosa”.
¿Cuál era su secreto? “Esa es la eterna pregunta. Creo que todo buen anfitrión necesita generosidad, valor, imaginación y una cierta necesidad de generar un escenario para sí mismo”. Este libro reúne un puñado de aquellas experiencias únicas, entre las que la autora tiene alguna predilección. “Me hubiera gustado asistir al Baile Surrealista de Marie-Hélène de Rothschild, en 1972. Los anfitriones llevaban cuernos dorados en la cabeza; Audrey Hepburn una jaula y Dalí nada; decía que su rostro era disfraz suficiente. De postre, una beldad desnuda, a tamaño real, hecha de mazapán”. No todas las recetas, sin embargo, son tan complejas. “Yo misma he elaborado varias. Sugiero que, de cara al buen tiempo, lo intentéis con el bufet de Chanel”. Anotado.