Podríamos decir que el californiano Jeff Abrams es el sueño americano en persona. Fundó la firma Rails en 2008, sin experiencia previa en el mundo de la moda y con poco dinero en los bolsillos. Con sus primeras camisas de cuadros -y su encanto natural-, empezó a ir tienda por tienda hasta hacerse con una pequeña red de puntos de venta en Los Ángeles. Las estrellas, como por arte de magia, fueron cayendo a sus pies hasta el punto de que Gisele Bündchen lució uno de sus diseños en la final de la Super Bowl de 2015. Al día siguiente, más de 100.000 personas colapsaron su web intentando hacerse con el modelo. Y Reese Witherspoon, Alessandra Ambrosio, Jessica Alba, Beyoncé, Gigi Hadid o Cara Delevingne se sumaron a la fiebre.
Él, sin embargo, optó por mantenerse en un segundo plano y seguir trabajando como antes. Por ello, cuando adquirió la increíble propiedad El Mirador Estate, en Montecito (California), quiso que fuese su hogar pero también un refugio para todo su equipo, que acostumbra a reunirse allí. El lugar, con impresionantes jardines , manantiales naturales y serpenteantes paseos, cuenta con piscina, canchas de tenis y, por supuesto, una construcción central de estilo español, el tradicional de la zona, reformada por el propio Jeff.
-¿Cómo encontraste este sitio?
-Por Internet, cuando soñaba con una casa de campo para alejarme de la vida de Los Ángeles. Vine a verla sin la intención de comprarla; para soñar un poco más. Pero en cuanto conduje por el camino, flanqueado por árboles, y vi la casa al final, me enamoré. Fue como si hubiera viajado en el tiempo, al sur de Francia, a una casa llena de historia.
-¿Cuál es su historia?
-Se construyó a finales del siglo XIX. Es una finca de 28 hectáreas que a lo largo de los años ha pasado por varias generaciones de familias y cada una ha aportado algo. Hoy cuenta con una casa principal, una de huéspedes, otra en la piscina, y la original, que actualmente estoy renovando para hacer retiros de artistas. La naturaleza es un elemento clave en la finca. Por ello he querido integrarla por completo en el interior.
-¿La decoraste tú mismo?
-Sí. Cuando me mudé no me di cuenta de la cantidad de trabajo que iba a hacer falta. Hay muchas habitaciones que requieren un enfoque reflexivo y paciente. Es un proceso lento y en constante evolución. Hasta ahora me centré, principalmente, en la restauración del suelo original, de piedra francesa, y de la puerta, que estaba muy deteriorada.
-¿Hay alguna pieza especial?
-Sí, en los primeros meses, tras regresar de un viaje de trabajo a Londres, donde había comprado una lámpara de época con una garza azul de base, estaba desayunando mirando el jardín, donde se encuentra el estanque, y de repente apareció una majestuosa garza azul que se posó lentamente en el borde del agua, como si estuviera contemplando su reino. ¡Fue una señal de que tenía que tener un lugar destacado!
-¿Vives solo aquí?
-Sí, ¡actualmente estoy soltero! Pero es cierto que esta es una casa para una familia… ¡Supongo que estoy preparándome para mi futura esposa e hijos! Quizá en un año tenga alguna novedad…
“Actualmente estoy soltero, pero es cierto que esta es una casa de familia…¡Supongo que estoy preparándome para mi futura esposa e hijos!”
Montecito, un lugar para soñar
Montecito, un lugar para soñar