Regresar al tradicional lápiz y papel se ha convertido, irónicamente, en el enfoque más moderno para transformar tu vida a mejor. Un buen ejemplo es el que presentaban los doctores Keith Kurlander y Will Van Derveer para combatir la ansiedad, en el que una lista de las ventajas que derivan de una situación a priori estresante tiñe los problemas de color de rosa. Y parece que el retorno a esa vieja costumbre de apuntarlo todo es sinónimo de éxito, pues es precisamente lo que enseña el método Zettelkasten, un sistema procedente de Alemania que toma su nombre de la conjunción de la palabra zettle, que significa nota, y kasten, que se traduce como caja.
Eso sí, para poner en práctica esta técnica de la que se adjudica su invención al sociólogo Niklas Luhmann, no basta con escribir ideas sin control, pues para ordenar de verdad tus ocurrencias, no olvidarlas y plasmarlas en la realidad, resulta que existe un paso a paso escrupulosamente diseñado.
Notas inteligentes
Para empezar, las premisas principales de este método que te enseña a tomar notas inteligentes consiste en apuntar las ideas que se te ocurran y que no quieres olvidar para después archivarlas de tal manera que puedas establecer relaciones entre unas y otras. Lo cierto es que lo que al principio sonaba sencillo es un sistema que, según los expertos, no se llega a perfeccionar hasta que no se han introducido unas 1.000 notas en el sistema. Mucho trabajo con recompensa, al menos para Niklas Luhmann, quien escribió 400 artículos académicos y más de 70 libros gracias al Zettelkasten.
La clave está en la interrelación
Para aterrizar el método, imagina que quieres comenzar un negocio de decoración y, para ponerlo en marcha, se te ocurren a diario miles de ideas con las que arrancar. En lugar de apuntarlas en un papel o prometerte que no las olvidarás, Zettelkasten te enseña a archivarlas y conectarlas entre sí de tal manera que, cuando las consultes, puedas saber que ese grupo de ocurrencias están relacionadas con tu futuro proyecto de empresa. Además, gracias a este sistema la creatividad se verá recompensada, pues de esta interrelación entre apunte y apunte nacen nuevos enfoques que enriquecen al concepto original.
Normas básicas
Para profundizar en el método y optimizar la gestión y aprovechamiento de tus ideas, Niklas Luhmann siempre seguía estas normas a la hora de escribir las notas: debían ser claras y utilizar su propio lenguaje para que, sin importar cuando las leyera, tuvieran sentido para él; destacaba por qué había apuntado esa idea y referenciaba de dónde la había sacado; una nota siempre tenía que estar conectada por el concepto, el proyecto o cualquier detalle con otras, de esta manera no caían en el olvido, eso sí, resultaba fundamental que se comprendieran por sí solas y también aclarar el porqué de la conexión entre unas y otras; entre cada apunte no existía una jerarquía, pero compartían un origen común; y, como punto y final a este resumen del sistema Zettelkasten, nunca eliminaba ninguna nota. Para profundizar sobre el tema, libros como El método Zettelkasten, de Sönke Ahrens, es un buen material de apoyo con el que perfeccionarlo y, de paso, fomentar la creatividad.