Mucho se ha hablado sobre las filias y fobias de nuestros royals preferidos a la hora de sentarse a la mesa, pero con un simple vistazo al archivo histórico podemos ver que su dieta en general es de lo más exótica y variada. Al menos cuando están representando a su país, pues el protocolo les obliga a probar todo lo que sus anfitriones -en un intento de mostrarles lo mejor del país o región- les ofrezcan. Ahora bien, en sus propios palacios , cada uno deja claro qué tipo de alimentación quiere seguir.
Letizia , por ejemplo, sigue una dieta diseñada por el prestigioso Nicholas Perricone . Dicen que en ella abundan el salmón, los huevos y los granos integrales… Y que el azúcar, el arroz blanco y las harinas refinadas están totalmente prohibidas.
La reina de Inglaterra, por su parte, no prescinde de pequeños caprichos, como los finger sandwich con el té de las cinco o la tarta de galletas como la que se sirvió en la boda de los duques de Cambridge , su favorita. Pero como reveló su chef, Darren McGrady , para ella la moderación es la clave. La mayor parte de su ingesta está protagonizada por pescados y caza y vegetales de sus propias fincas en Sandringham y Balmoral. Y, siempre que puede, prescinde de los hidratos de carbono. Un horror por los carbohidratos que comparten la reina Rania de Jordania y Kate Middleton , que procura evitarlos a no ser en el sushi, una comida por la que, según numerosos medios ingleses, siente debilidad.
Asimismo, Meghan Markle , desde antes de conocer a Harry, ha sido siempre muy consciente de la importancia de una buena alimentación. Por ello, adora los ‘superalimentos’ y en su desayuno nunca falta el açai.
Dieta a medida
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