La casa de la artista Beatriz Bonilla podría ser un reflejo de su personalidad: moderna, ecléctica y muy colorida . Su abuelo, Antonio Lamela, fue uno de los arquitectos más destacados de los 60, de él heredó su vena artística. A finales de septiembre creó BACBAC Estudio, donde da forma a obras de arte por encargo, debido a la dificultad que tuvo para encontrar cuadros grandes a precios razonables para decorar su casa.
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-¿En qué o quiénes te has inspirado para conseguir un estilo tan urbano?
-No sabría definir el estilo de mi casa, hemos ido aportando piezas sin orden ni concierto, bien porque nos gustaban o porque tenían una historia detrás y han ido encajando. La inspiración la obtengo de las revistas de decoración, de las tiendas que me divierten y, si tuviera que decir un arquitecto de interiores, Luis Bustamante es una gran inspiración para mí.
“Mi trabajo anterior me estaba pasando factura en mi salud, eso fue la voz de alerta para dar un cambio a mi vida. Me dije: ¿por qué no?”
-¿De dónde viene tu vocación artística?
-Principalmente de mi familia materna. Mi abuelo, Antonio Lamela, transmitió a todos sus hijos su afición por las artes y la pintura. He tenido la suerte de crecer en un ambiente en donde la estética siempre ha estado presente, tanto en los viajes como en las visitas a museos, las conversaciones y los libros de arte a los que he tenido acceso.
-¿Cómo definirías tu obra?
-La obra de BACBAC Estudio se encuadra entre el diseño y el arte, donde el juego de las formas geométricas y la abstracción son las protagonistas. Me encanta experimentar con el color y descubrir técnicas y materiales.
“Mi abuelo, el arquitecto Antonio Lamela, transmitió a sus hijos su afición por las artes”
-Trabajabas en una empresa, pero decidiste dar un giro radical a tu vida, ¿qué te llevo a este cambio vital?
-Me di cuenta de que llevaba años haciendo un trabajo que ni me gustaba ni me llenaba y ya empezaba a pesarme. El trabajo me estaba pasando factura en mi salud y eso fue la voz de alerta para dar un cambio a mi vida. Siempre que pensaba en mi trabajo ideal, imaginaba un taller en el que poder pintar, y en ese momento pensé: ¿por qué no?
-¿Has asistido a alguna escuela artística o eres autodidacta?
-Soy autodidacta. He tenido la suerte de crecer en un ambiente en donde el arte y la estética estaban siempre presentes.
“Soy autodidacta. he tenido la suerte de crecer en un ambiente donde la estética estaba muy presente: en los viajes, en los museos…”
-De regreso a tu casa, ¿cuál es tu rincón favorito?
-Sin duda, el comedor, porque estoy rodeada de libros, cuadros llenos de color y unas sillas de cuero que son mis preferidas. Además, se ha convertido en mi estudio improvisado para ratos libres y fines de semana. Tengo la mesa llena de lienzos, tablas, pinturas, pinceles… y cada rato que tengo aprovecho para pintar, no puedo evitarlo.
-¿Cuál de los objetos que hay en ella es el que más aprecias?
-Es una pregunta muy difícil, ya que todos los objetos de mi casa tienen una historia detrás. Mi casa es un reflejo de mi vida y cada pieza me recuerda a una etapa. Si tuviera que elegir solo un objeto, diría que la última creación para BACBAC. La escultura roja que tengo en el salón, por lo que representa: un gran cambio en mi vida y un recordatorio constante de que, si no persigues tus sueños, es difícil que se hagan realidad.