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lauraponte© Mónica S. De Tangil

Laura Ponte nos invita a conocer su bonito chalet madrileño de cuento

La modelo nos recibe en su refugio, un hogar muy especial donde vive desde hace 13 años


Actualizado 18 de diciembre de 2020 - 10:17 CET

Hacer sentir a los invitados como en casa, tener la cocina llena de gente y ser fiel a su gabinete de curiosidades decorativas es lo que llena de vitalidad el hogar de Laura Ponte desde hace trece años. Un "lugar libre" protegido por la tupida hiedra y el resistente bambú donde un árbol gigante fue decisivo para que la modelo hiciese tan suyo ese chalet que, tras un lavado de cara, parece salido de un cuento de hadas. "Unos dicen que es un tejo, un árbol sagrado. No lo sé, pero noto que su energía me protege", nos cuenta la gallega entre las páginas del nuevo número de ¡HOLA! living diciembre, en el que visitamos ese rincón madrileño alojado en un barrio residencial, donde, como bien dice ella, "la vegetación se organiza sola”.

laura-vestido-blanco© Mónica S. De Tangil

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Aunque asegura no ser "nada mística", da las gracias cada vez que entra en casa. "Me da mucha paz, me ha cuidado mucho y ha dado a mucha gente momentos muy agradables" explica. "Fácil y manejable", así describe Laura el hogar al que ella misma añadió su "rollo propio". Nunca ha tenido carácter de coleccionista, ni siquiera ha comprado piezas porque fueran buenas o malas, para la modelo, sencillamente, los objetos le llegan a su vida sin ser buscados, y gracias a ello ha construido su propia "Diógenes emocional", un sinfín de recuerdos que lo convierten en un lugar "hipervivido". 

casa-laura© Mónica S. De Tangil

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Respecto su faceta de anfitriona, Laura lo tiene claro: "No soy cuadriculada, soy más de lo que surja. Me gusta que la gente abra los cajones, que suba los pies al sofá, que coma lo que quiera y que sienta que, verdaderamente, está en su casa". Y es que, en ese espacio idílico con un amplio porche, suelos de madera, sofás gigantes diseñados por ella misma, mesas bajas y muy pocas rutinas, cualquier sueño parece posible. Tal es su encanto que la modelo asegura que antes esperaba a cuatro invitados y acaban siendo doce, "pero ahora la cosa ha cambiado mucho". Este año, con la nueva normalidad asentada en todos los hogares y huyendo de las grandes aglomeraciones, la gallega todavía no sabe si podrá subir con sus dos hijos, Luis y Laura, a Asturias, el lugar familiar donde siempre celebra la Navidad. Si quieres descubrir más sobre las curiosidades de Laura y su bonita casa, solo tienes que hacerte con nuestro número de diciembre, ya en quioscos.