miguel sancho© Álex del Río

Miguel Sancho, visitamos la casa de Ibiza del que fuera copropietario de Beso Beach

El empresario nos abre las puertas de su hogar, un 'loft' de estilo minimalista ubicado en el edificio más emblemático de Ibiza


Actualizado 4 de julio de 2022 - 15:36 CEST

Amante y coleccionista de los sombreros de Nick Fouquet, exbailarín y empresario, Miguel Sancho fue también el copropietario del chiringuito-restaurante más famoso de Formentera, Beso Beach (actualmente el local está regentado por Rafa Viar y Angie López). Precisamente allí, en la última planta de uno de los edificios más emblemáticos del puerto nos recibe el empresario para invitarnos a conocer su espectacular casa. Un loft de estilo minimalista cuyos secretos podrás descubrir al completo en el número de ¡HOLA! living agosto a través de las fotografías de Álex del Río.

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© @miguelsanchoibz

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Un espacio en el que tanto él como su pareja, la arquitecta Ana Coll, han impregnado parte de su estilo y su esencia. "Compartimos la pasión por la arquitectura y el interiorismo. Nos encanta visitar ciudades, edificios, restaurantes... Tenemos muchísimos libros de interiorismo y arte, no nos cansamos nunca. Entre los dos hemos marcado las líneas de nuestra nueva casa y hemos decidido que íbamos a ir decorándolo muy poco a poco, y adquiriendo pocas piezas que nos hicieran muy felices".

Quizá es por ello que la sobriedad y el minimalismo dominan cada estancia, "un minimalismo cálido basado en elementos y materias primas naturales como mármoles, hierro, madera, cristal, donde el espacio vacío sea el verdadero lujo". Y es que, como el propio empresario asegura: "Nos encantan los espacios limpios, donde la propia arquitectura sea lo que más resalte".

© Álex del Río

Aunque su espíritu empresarial le ha llevado a iniciar nuevos proyectos, como su nueva marca de whisky Mill Room, con la época estival casi finalizada llega su turno de descanso. "Después de toda la locura del verano llega la calma y puedo parar a pensar y disfrutar de la familia, los amigos y las pequeñas cosas". Y es que, "en invierno, el teléfono deja de sonar y soy dueño de mi tiempo. Me encanta disfrutarlo con mi novia y tener 4 o 5 meses para mí. Siempre me planteé la vida así, trabajar en verano y descansar en invierno". Un objetivo que parece haber logrado alcanzar.