Las filosofías y el estilo de vida escandinavos se han convertido en un ejemplo a seguir en infinidad de países alrededor de todo el mundo. Desde el mundialmente famoso hygge a otras más desconocidas como el Fika, el secreto sueco para decir adiós al estrés, o el Kos, la tradición noruega para alcanzar la felicidad, son muchas las lecciones que hemos aprendido de esta región. Precisamente, algunas de ellas nos han resultado especialmente apropiadas en las últimas semanas, dándonos las claves para transformar los hogares en el espacio más acogedor, relajante y apacible. Sin embargo, y aunque muchos de tus planes de verano vayan a sucederse entre las cuatro paredes de tu casa, ahora que por fin es posible salir a la calle, es hora de aprovecharlo más que nunca.
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En este sentido, los países noruegos también tienen algo que decir. Ahora que las altas temperaturas invitan a pasar más tiempo en la calle, el friluftsliv se va a convertir en la mejor alternativa para encontrar el equilibrio y la calma. Esta filosofía noruega significa, literalmente, "vida al aire libre", y se expresa a través de actividades tales como correr en el campo, desplazarse en bicicleta, disfrutar de un baño en un lago o pantano y, en general, toda práctica que implique un contacto directo con la naturaleza.
Pero es importante no confundirse. El frilutliv no hace referencia a actividades concretas, sino a un estilo de vida en el que la naturaleza juega un papel protagonista. El secreto consiste en convertir cada experiencia al natural en un ritual que te ayude a sanar y encontrar la paz mental, disfrutando conscientemente del proceso. Podríamos decir que se trata de una ténica similar a la que sugieren los slow rituals, aunque en este caso conectando directamente con el entorno.
Su origen se remonta a la década de 1850, cuando el dramaturgo Henrik Ibsen lo utilizó para definir la libertad que otorga la naturaleza, donde las convenciones y las presiones sociales quedan relegadas a un segundo plano. En los países nórdicos, se ha convertido en una tradición muy arraigada que invita a sus habitantes a correr, caminar y disfrutar del entorno incluso a pesar de las inclemencias del tiempo. Y es que, esta páctica brinda importantes beneficios tanto a nivel emocional como físico y espiritual, reconocidos por la Organización Mundial de la Salud.
Además de reducir los efectos negativos provocados por la contaminación y el cambio climático, el contacto con la naturaleza actúa reduciendo los niveles de estrés y es capaz de mejorar la concentración y la sensación de bienestar. Beneficios que te va a ser de especial utilidad para aprender a afrontar la nueva normalidad y que puedes poner en práctica desde ya.