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A menos de un mes para alcanzar esa ansiada 'nueva normalidad', muchas personas aún no tienen claro cómo va a ser nuestra vida a partir del próximo 6 de julio. La ansiedad y el estrés que hemos experimentado en las semanas de confinamiento se han ido paliando gracias a la posibilidad de salir de nuevo a la calle y reunirte con familia y amigos, así como por las técnicas que has ido aplicando, tales como meditar con mantras o cambiar tu alimentación y pasarte a la dieta de la felicidad. Sin embargo, este nuevo escenario que se abre ante nuestros ojos puede hacer que ese tipo de miedos vuelvan a aparecer.
Para ayudarte, hemos hablado con la psicóloga Marina Fernández Pérez del Gabinete Psicológico Luarca, que nos cuenta en el número de ¡HOLA! living junio, todo lo que necesitas saber sobre esa nueva realidad que nos espera. Pero además, la experta ha compartido con notoras 5 consejos que te van a ser de gran utilidad para afrontar la situación con la mejor de las actitudes y salir de ella con más fuerza y ganas.
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La importancia de aceptar la nueva situación
Lo principal en este proceso se resume en dos palabras que, según la psicóloga, son clave: aceptar y asimilar. Y, en este sentido, resulta también especialmente importante evitar negar la situación. “Resistirse a ello es un gran esfuerzo que equivale a un gran coste emocional. Cuanto antes nos adaptemos a los horarios de salida y a las nuevas rutinas, será todo más fácil”, explica Marina.
Informarse sin obsesionarse
Se trata de dos palabras opuestas pero muy ligadas entre sí, y es que la sobreinformación puede provocar un estado de obsesión nada recomendable. “Tenemos la falsa creencia de que para calmar nuestra ansiedad debemos buscar más información sobre lo que está ocurriendo, pero, sin darnos cuenta, nuestra mente se va a fijar en la información más negativa y catastrófica”. De esta forma, lo único que conseguirás es el efecto contrario: potenciar tus nieveles de estrés y ansiedad.
Expresa tus emociones
Compartir tus miedos, emociones y preocupaciones es uno de los consejos que los expertos recomiendan para afrontar el miedo. Una ténica que ahora resulta de especial utilidad y que la propia psicóloga aconseja. Pero además, para mantener la estabilidad emocional es importante que continúes con los hábitos saludables que has adquirido a lo largo de estos meses y no descuidar la salud nutricional y física. “No hay que olvidar mantener rutinas saludables: buenos hábitos de alimentación, higiene del sueño, exposición solar y ejercicio físico de forma regular, ahora que se puede salir a hacerlo al aire libre”.
© aimeesongEvita los malos pensamientos
El primer paso consiste en identificarlos y, a partir de ahí, cuestionar la veracidad y utilidad de esas ideas negativas que generalmente lo único que consiguen es provocarte malestar. “Por ejemplo, quizás nos dejemos llevar por el pensamiento ‘esta situación no se va a superar nunca’. Sin duda, esta clase de sentencias generará en nosotros angustia, alarma, tristeza, desesperación... Pero ¿qué evidencia tenemos de que vaya a suceder así? La respuesta es: ninguna”. Precisamente por esto debes tratar de rebatir esos pensamientos y no dejarte llevar a conclusiones catastróficas, en la mayoría de los casos nada realistas. Como bien hemos aprendido en estos meses, lo más importante es disfrutar del momento presente y de todas las cosas buenas que nos ofrece la vida.
Síndrome de la cabaña
Es muy probable que en las últimas semanas hayas oído hablar del 'síndrome de la cabaña'. Se trata de un diagnóstico que explica las reacciones de ansiedad, miedo y preocupación que muchas personas afirman sentir ante la posibilidad o la expectativa de salir a la calle tras varios meses confinados en casa. Algo que, según nos explica Marina, es completamente normal, tanto si lo sufres como si no. “Estas reacciones, en principio, entran dentro de la normalidad, pues necesitamos un tiempo para que nuestro cerebro procese todos los cambios que estamos viviendo en tan pocos meses. Hemos incorporado nuevas acciones, como el uso de mascarillas y geles. Si antes tardábamos 30 minutos en hacer la compra quizás, ahora, tardemos el doble o el triple”.
