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bienestar casa© rouje

¿Todavía no conoces el 'Qi Gong'? La técnica de meditación asiática para sentirte mejor

Una alternativa al yoga con la que alcanzar el bienestar físico y mental


Actualizado 19 de mayo de 2020 - 10:45 CEST

La tradición asiática cuenta con numerosas rutinas y técnicas que meditación que esconden grandes benficios para tu cuerpo y tu mente. Desde el Gaman, la filosofía japonesa que te enseña a afrontar las dificultades, al Ikigai, la tendencia que ha llegado a los países occidentales para mostrarnos el secreto de la vida eterna, todas ellas de gran utilidad para hacer frente a la situación actual y evitar sucumbir al estrés y la ansiedad. Y, como todo consejo es poco, hoy queremos compartir contigo otra técnica procedente de los países asiáticos, más concretamente de China, con la que aprenderás a cuidarte un poco mejor durante el tiempo que se prolongue el confinamiento.

Nadine Leopold en pijama© nadineleopold

Hablamos del Qi Gongo, cuya traducción al español vendría a significar "trabajo de la energía". Se trata de una práctica procedente del budismo y el taoismo, basada en una combinación coordinada del movimiento del cuerpo, la respiración y la meditación, con el objetivo de favorecer la buena ciculación de la energía y mejorar la salud física y mental, aumentando la flexibilidad, reforzando el sistema inmunitario y fortaleciendo el cuerpo. Con varios puntos en común con el tai chi, es una versión alternativa al yoga, con la ventaja de que ésta no requiere tanta fuerza ni flexibilidad. Una buena alternativa para esas mujeres que quieren aprender a meditar pero les resulta complicado encontrar ese estado de concentración y desconexión total del entorno.

Gisele Bündchen practicando yoga© gisele

Pero, ¿cómo se practica? Con la respiración y la concentración como puntos clave, el objetivo es hacer circular el Qi (o energía) a través de diferentes posturas estáticas y sentadas, movimientos dinámicos y suaves, y diferentes sonidos, buscando el perfecto equilibrio entre lo mental, lo físico y lo espiritual. Al igual que sucede con la meditación, el primer paso es aprender a respirar, inhalando y exhalando, al mismo tiempo que elevas las palmas estirando todo el cuerpo y posteriormente presionas hacia abajo. Una de sus principales ventajas es que no necesitas material específico ni mucho espacio, por lo que es una alternativa ideal al yoga para pisos pequeños. Si quieres empezar a practicarla como es debido, existen diferentes cursos y tutoriales que puedes encontrar de manera virtual.

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