"Belleza vegetal con un propósito" (plant-based beauty with a purpose): con esta frase presentan Nuria Val y Gabriela Salord su marca de cosmética natural, Rowse, un proyecto que vió la luz el año pasado con el lanzamiento de Winter Body Oil, una fórmula 100% orgánica, vegana, sostenible y cruelty-free. Después de este primer éxito llegaron otros, todos ellos con la promesa de ofrecer productos inspirados en la naturaleza con los que cuidar la piel y el pelo. “Me apetecía mucho emprender algo muy personal y, cuando pensaba en lo que me gustaría hacer, enseguida tuve claro que tenía que estar en comunión plena con el medio ambiente y ser muy consecuente con el mensaje”, revela Nuria en el número de abril de la revista ¡HOLA! living. Un deseo que convirtió en realidad dando forma a las arcillas, jabones, champús, sales de baño o aceites esenciales que completan un catálogo de origen natural.
“Estuvimos más de un año y medio desarrollando productos que ofreciesen una alternativa, respetuosa con el propio cuerpo y con el medio ambiente, a la industria tradicional. Completamente basados en el poder de las plantas y sin ingredientes nocivos ni plásticos en su embalaje”, explica la empresaria sobre los comienzos de Rowse. Una filosofía de 'belleza limpia' completamente arraigada en el ADN de sus creaciones, fórmulas cuidadosamente elegidas que comparten 4 rasgos fundamentales:
1. Belleza 100% natural
"Rechazamos la química, recurriendo al poder de la naturaleza, y prescindimos del uso de plásticos", revela Nuria. Como sustitutos, en Rowse utilizan aceites esenciales, arcillas, champús sólidos y otras fórmulas que introducen en frascos de cristal. "Hace poco estuve en una aldea en un volcán en Chile y allí no existen las bolsas de plástico. Nunca las tuvieron. Nosotros tenemos que reeducarnos".
2. Apuesta por el minimalismo
La visión de Nuria y Gabriela de la belleza no entiende de limitaciones y proponen fórmulas que pueden mezclarse entre sí y utilizarse en diferentes partes de cuerpo para crear un ritual personalizado: "Simplificar la rutina de belleza diaria, ofreciendo únicamente productos esenciales, naturales, brutos y polivalentes", propone Val, una filosofía minimalista del cuidado tanto de la piel como del pelo.
3. Ingredientes locales
Otra de las bases de la producción de Rowse es que sus fórmulas sean totalmente rastreables: “Solo usamos ingredientes locales, cuya procedencia pueda ser controlada", asegura la Nuria. Por ejemplo, si un producto contiene aceite de argán, este ha sido adquirido a distribuidores marroquíes, y lo mismo sucede con las camelias, que provienen de los bosques de China. Un compromiso al que se une el de utilizar materias veganas, sin gluten y que no hayan sido testadas en animales. Tampoco formulan con ftalatos, sulfatos, parabenos, siliconas ni activos que provengan de origen animal.
4. Biosostenible
El cuarto y último fundamento que resume la filosofía de la marca es un respecto absoluto por la naturaleza: “Nuestro objetivo siempre fue crear una serie de productos que excluyesen por completo cualquier ingrediente o material que pudiese afectar a los océanos o al medio ambiente en general”.