Después del éxito de la filosofía hygge y el gökotta, el secreto escandinavo de la felicidad, dos nuevas tendencias ligadas a la decoración que llegan directas desde Japón dispuestas a cambiar tu forma de ver la vida. Hablamos del wabi-sabi y el japandi, dos filosofías que podrás combinar entre sí para crear un hogar slow, libre de estrés, en el que sentirte cómoda, protegida y a gusto. Si la filosofía hygge englobaba todo aquello que nos permite experienciar esa sensación de bienestar que tanto necesitamos cuando llega el frío, el wabi-sabi ensalza la imperfección.
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Alejándose de las últimas tendencias en decoración, por las que los hogares se construyen cuidando extremadamente su apariencia de cara a publicar imágenes en redes sociales tales como Instagram o Pinterest, el wabi-sabi defiende las imperfecciones que hacen que una casa sea, precisamente, un hogar. Las pequeñas arrugas de las sábanas, las mantas mal colocadas, las estanterías ligeramente desordenadas...detalles típicos de todos los hogares por los que, según esta filosofía japonesa, no merece la pena estresarse.
Una respuesta a los excesos y las exigencias de la vida moderna que se traduce en tejidos naturales como el lino, diseños y formas orgánicas, colores apagados, muebles y maderas desgastados y piezas hechas a mano. Una apuesta que también te ayudará a convertir tu casa en un hogar eco-friendly.
En una línea similar, el japandi surge como una fusión del aire moderno de la decoración escandinava y el estilo japonés, con el minimalismo y las líneas simples como sus principales señas de identidad. De nuevo, los materiales naturales y las piezas fabricadas a mano se convierten en las grandes protagonistas de los hogares, en los que la calidad prima sobre la cantidad. Una filosofía que puedes aplicar siguiendo cuatro sencillos pasos.
Apuesta por una decoración minimalista y atrevida
Simple, funcional e impactante. Así se define la decoración japandi, que apuesta por los espacios despejados con piezas puntuales de mobiliario y decoración escogidas con mucho mimo. El objetivo es crear la perfecta combinación entre los colores oscuros clásicos de la decoración japonesa, así como las tonalidades más claras y el toque industrial del estilo escandinavo, un detalle que se puede conseguir, por ejemplo, incorporando lámparas industriales.
Menos es más
Para crear esa apariencia limpia y pulcra que transpite el estilo japandi, es muy importante apostar por las líneas puras y sencillas. La funcionalidad y la sencillez se convierten en las premisas principales a tener en cuenta, eso sí, con muebles y piezas que reflejen tu personalidad.
Texturizar los espacios
Mientras que la estructura y el mobiliario deben seguir unas líneas simples y limpias, los tejidos y las texturas añadirán el toque cálido que todo hogar necesita. Incluir azulejos con estampados geométricos en el cuarto de baño, escoger sábanas o fundas con detalles decorativos para el dormitorio o añadir láminas y cuadros en las paredes son algunos de los trucos que puedes aplicar para aportar tu toque personal y añadir calidez a cada estancia.
Un pedacito de naturaleza
Tanto el estilo japonés como el escandinavo dan una gran importancia a la naturaleza, por lo que es imprescindible que añadas un toque de su esencia en tu hogar. Las plantas naturales no pueden faltar en tu salón, el dormitorio e incluso en el cuarto de baño, que ayudarán además a que circule mejor el oxígeno. Otra forma de conseguirlo es apostar por materiales y fibras naturales, tales como el lino o la lana.