Siguiendo una tendencia cada vez más extendida y arraigada por la búsqueda de alternativas sostenibles dentro del mundo de la moda y la belleza, el cashmere se ha alzado como el gran tejido estrella. Tras varios años en que la sociedad ha estado dominada por el fast fashion, la preocupación por el medio ambiente ha despertado de nuevo el deseo por encontrar prendas duraderas y de calidad con las que reducir el consumo masivo de textiles. Sin embargo, uno de los grandes problemas que surjen es el cuidado de las mismas, ya que exijen un trato notablemente más especial que la moda rápida. Para contrarrestarlo, mutitud de firmas especializadas en la producción de prendas de cashmere han comenzado a incluir bolsas de algodón, cepillos y etiquetas con instrucciones. Pautas que te ayudarán a conservar tus piezas de cashmere como el primer día y que hemos resumido aquí.
LAVARLO LO MENOS POSIBLE: Lo más recomendable es airear los jerseys tras cada puesta, evitando la humedad y el sol directo, para ahorrarte varios lavados. Cuando sea necesario lavarlo (los expertos recomiendan una vez por temporada), hazlo siempre en seco o a mano y con agua fría.
CUANTO MÁS BREVE, MEJOR: Evita restregar la prenda durante el lavado y hazlo siempre del revés, con productos específicos y en el periodo de tiempo más breve posible.
SECADO HORIZONTAL: Para secarlo, escúrrelo entre dos toallas con muchísimo cuidado y déjalo secar en horizontal, sobre una superficie plana. Si es posible, lo ideal es colocarlo sobre una rejilla para que se vaya desprendiendo la humedad.
UN CEPILLADO REGULAR: El secreto para eliminar las temidas bolitas que se froman por el roce consiste en cepillar la prenda tras cada uso, si se considera necesario, o antes de cada lavado.
CUIDADO AL COMBINAR: A la hora de escoger las prendas con las que conjuntar tu jersey, debes poner cuidado en los tejidos, ya que los sintéticos favorecen el peeling.
MEJOR DOBLADOS: Guarda tus prendas de cashmere dobladas en una balda, cajón o cómoda, si es posible sobre una base de papel de seda y envueltas en una funda de algodón. Evita colgarlas en perchas ya que corres el riesgo de que se deformen.
PLANCHA INDIRECTA: A la hora de plancharlos, debes evitar el contacto directo con la plancha. Para ello, un buen truco es colocar un paño fino entre la prenda y el aparato.