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Laura Sánchez y David Ascanio se separan: recordamos su íntima boda de la que sólo ¡HOLA! fue testigo

La pareja se dio el ‘sí, quiero’ en Tenerife, la tierra natal del novio


6 de junio de 2024 - 13:40 CEST

Tras quince años de relación y casi seis de matrimonio, Laura Sánchez y David Ascanio se separan. Tal y como avanzamos ayer, en exclusiva, en ¡HOLA!, la modelo y el músico tomaron la decisión hace un tiempo, después de no poder superar la crisis que atravesaban. No existen terceras personas ni tampoco falta de amor, porque la top y empresaria y el artista siguen queriéndose muchísimo, y respetándose, pero, en estos momentos, se encuentran en etapas vitales muy diferentes.

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Esto supone el punto y final -inesperado- de una historia de amor a la que pusieron el broche de oro con una boda íntima, diferente y única celebrada en el verano de 2018 en Tenerife, la tierra natal de David. Un ‘sí, quiero’ del que sólo ¡HOLA! fue testigo y en el que Naia, la hija de Laura, jugó un papel muy importante.

© Hola

Una boda diferente, con una wedding planner muy especial

“Una boda lo más íntima posible. La primera idea fue  que sólo estuviera Naia , pero sabíamos que a nuestras familias les haría ilusión y por eso finalmente lo decidimos así. En realidad, la boda es el paso después de tantos años. Es lo mismo, pero ya formalizado”. “No nos ha cambiado nada. No nos hemos levantado diferentes”, añadía la novia.

Laura y David tenían claro lo que querían: un ‘sí, quiero’ poco convencional –“no queríamos parafernalias”-… Porque aquella boda era “el paso después de tantos años. Es lo mismo, pero ya formalizado”.

Al contrario que muchas parejas, el lugar elegido como marco fue la tierra natal del novio, Tenerife: “Me gusta mucho la isla y creímos que Tenerife sería más cómodo para todos, además de la oportunidad para mi familia, que no había estado nunca, de conocerla. También lo decidimos por la temperatura… aunque luego nos ha llovido. Nunca se sabe”, decía entonces Laura.

La petición de mano, sin embargo, no fue nada ‘secreta’. Estaban todos sus amigos. El plan inicial de David era llevar a Laura a lanzarse en paracaídas a Toledo, y cuando cayeran darle el anillo. Pero la tormenta tiró por tierra su plan, así que “tuve que improvisar sobre la marcha. La llevé a un spa. Y después, caminando, nos fuimos a los Gallos, donde nos esperaban nuestros amigos más íntimos, unos quince. Laura se llevó una sorpresa enorme”.

Además contaron con una ‘wedding planner’ muy especial, Naia, la hija de Laura, que “lo tenía todo organizado” y fue maestra de ceremonias. “Cuando llegamos, pensamos: ‘no hemos traído música’, y Naia dijo: ‘Yo sí, me he traído mi altavoz inalámbrico’. Y ella puso música… Hizo de DJ. Cogió su iPod, su altavoz…”.

© Hola

Los dos looks de la novia

Los novios se dieron el ‘sí, quiero’ en el Juzgado de Santa Cruz, donde tuvo lugar la ceremonia, oficiada por su amiga la jueza María Cáceres, y en la que no faltaron las lágrimas. “Yo soy muy llorón para este tipo de cosas y no me pude aguantar. Me acordé mucho de mi madre… Son cosas que en esos momentos te vienen y afloraron las lagrimitas”, confesaba el novio.

“La verdad es que el momento en que María, la jueza, puso a Naia delante de nosotros y le preguntó si ella estaba de acuerdo con el enlace, si yo me merecía a David, si David me merecía a mí... todo lo que nos preguntó a nosotros se lo preguntó a ella y ella contestó por nosotros con una sonrisa de oreja a oreja, muy feliz, muy nerviosa, muy graciosa...”, añadía Laura. La modelo escogió para el gran día un conjunto dos piezas: un pantalón y un top, blancos, de Carolina Herrera, que combinó con unos zapatos de Jimmy Choo y pendientes y pulseras de Bárcena. Después, cambió su look por un vestido de Temperley London, con abertura lateral y la espalda casi al descubierto.

Cuando le preguntamos si había cumplido con la tradición de llevar ‘algo nuevo, algo azul y algo prestado’, nos contó que, prestados, llevaba los pendientes -también lucía una cadena de su abuela-, y el color azul lo pusieron los zafiros del anillo de compromiso -que David escogió para ella. De hecho, este fue el único anillo presente en la boda, puesto que los novios no se pusieron alianzas.

Ya convertidos en marido y mujer, se trasladaron, en la furgoneta del padre de David, hasta San Juan de la Rambla, donde disfrutaron de un arroz caldoso en Las Aguas, uno de sus restaurantes favoritos, con vistas al mar.

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‘Es muy especial, es mi compañera, mi apoyo, mi vida’

“Me gustan muchísimas cosas de mi marido”, nos decía Laura, sincera, tras la ceremonia. “Es un hombre que le da la importancia justa y merecida a las cosas, y eso es muy importante. No es extremista. Me hace la vida muy fácil. Me aporta mucha tranquilidad y mucha paz en todo”.

David, por su parte, también tenía sólo bonitas palabras para Laura: “Es muy especial, es mi compañera, mi apoyo, mi vida. Me hace la vida muy fácil también, cuando quiere -reía-. Tenemos una relación muy sana, los dos, nos queremos, nos cuidamos mucho”.

Cuando les presentaron, en un cumpleaños, no se imaginaban que su historia estaba aún por escribirse, y que lo suyo sería un amor de quince años en los que se han querido y apoyado mutuamente.