,type=downsize)
Ha sido una semana de grandes pérdidas en el panorama social de nuestro país. Si el pasado martes nos dejaba María Teresa Campos, la eterna reina de la televisión, la madrugada del jueves 7 de septiembre la artista sevillana María Jiménez fallecía en su tierra natal, en el barrio de Triana, rodeada de sus seres queridos, a los 73 años. Esta semana, España está de luto. Dos grandes figuras, modelos de la mujer moderna, fuertes, valientes y luchadoras, nos han dejado, pero su legado permanecerá siempre con nosotros. Con motivo del fallecimiento de la cantante, recordamos el espectacular posado que protagonizó para ¡HOLA! junto a otras dos grandes divas de España: Ana Obregón y Norma Duval.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Tres bellas rubias viviendo en el apogeo de su vida profesional y personal, presumiendo de unas espectaculares figuras hace 21 años. Tres mujeres con estilos muy diferentes, pero que representaban a la sociedad del corazón de aquella época. Artistas imparables, con años de experiencia a sus espaldas, veteranas del escenario y de la pantalla. María, Norma y Ana se pusieron frente a las cámaras de ¡HOLA! dispuestas a dar la mejor de sus sonrisas y abrir el corazón acerca de todo lo que habían vivido aquel año que terminaba, en diciembre de 2002.
Por aquel entonces, María acababa de publicar el libro de Calla, canalla , y, en lo personal, hacía poco tiempo que había visto desmoronarse su matrimonio con Pepe Sancho. Habían vivido una apasionada historia de amor que no consiguieron salvar de los obstáculos y las crisis que aparecieron en su vida matrimonial. Veinte años, dos bodas y numerosos rumores de infidelidad por parte del actor, lo suyo fue un amor muy intenso, que, como ella definió, “fue un flechazo, pero después fueron veinte puñaladas”.
María nació el 3 de febrero de 1950. Con solo 15 años se subió a las primeras tablas de un ‘tablao’ flamenco en su Sevilla querida, y ahí dio sus primeros tacones hacia el éxito. Fue una artista que saboreó las maravillas del éxito y la fama gracias a su arte tan auténtico y personal. Fue una mujer que marcó toda una época, no solo por su talento, sino también por representar una idea tan pionera en su tiempo, pero tan necesaria para la sociedad: la lucha contra la violencia de género. La intérprete de Se acabó puso voz a muchas injusticias y mujeres silenciadas y ha llegado a convertirse actualmente en un himno feminista.
En su vida no todo fue color de rosa. También hubo capítulos de incertidumbre, dificultad y mucho dolor. Uno de los golpes más duros que sufrió fue la muerte de su hija Rocío en un accidente de coche, cuando tenía 17 años. Un acontecimiento que marcó para siempre la vida de la artista y la sumergió en una profunda tristeza. “Cada día me acuerdo de ella, el dolor sigue... La herida se va cerrando, pero el dolor no”, confesó en una entrevista de Sábado Deluxe. Además, la artista tuvo varias complicaciones en su estado de salud. Le diagnosticaron cáncer de mama en 2013 y se sometió al tratamiento de quimioterapia hasta poder curarse en 2017. Años más tarde, le descubrieron un cáncer de colon y padeció otros problemas respiratorios y circulatorios.
María Jiménez fue una mujer muy querida en España y especialmente por Sevilla. Fue una artista que marcó una época y a la que hoy le lloran muchos. Para decir adiós a este mundo, María quiso diseñar su propia despedida, y ha dado un último paseo póstumo en un coche de caballos por su barrio de Triana. Fue, citando las palabras de su hijo Alejandro, “Un espíritu indomable, una personalidad arrolladora, una mujer fuerte y valiente que luchó contra todas las adversidades más allá de lo imaginable”.